El Monstruo de la Comodidad no deja ver con claridad

RÉPLICA

Estimado Omar Feliciano,

Antes que nada agradezco tu tiempo de analizar y seguir con detenimiento mis comentarios, participaciones en programas, mis libros y hasta mis redes sociales.

Así como a ti te concierne la difusión de temas de interés a mí también me mueve comunicar e informar a la gente temas que les ayuden a ser mejores personas y ciudadanos de bien.

Las redes sociales son una vía muy valiosa para poder comunicar lo que pensamos y lo que hacemos de manera libre. A veces nos podemos detener en discusiones poco fructíferas que lejos de ayudar a quienes nos leen nos alejan de ellos, pero a veces vale la pena utilizar otras vías como puede ser esta que es la epistolar.

Me encanta escuchar a los demás, entenderlos y a partir de ahí reflexionar sobre los temas de relevancia. De ninguna forma ha sido mi intención ofender, lastimar o molestar a nadie, a veces usamos expresiones que no a todos les gustan y que algunos pueden asumir como ofensivas, afortunadamente vivimos en un país libre y está en nosotros y en nuestra capacidad de diálogo el que siga siéndolo y con ello construir una nación que busque siempre el bien común, que como su nombre lo dice no es el bien particular de nadie. Para buscar el bien común a veces implica ceder ante aspectos accesorios de la vida sin perder de vista lo esencial que es el ser humano.

A partir de esta reflexión y entendiendo que estamos en un diálogo abierto, me gustaría compartirte, porque considero de suma importancia, una visión centrada en la persona humana al abordar como bien lo señalas los grandes problemas que vivimos y no sólo lo referente a la mujer sino a cada ámbito de la vida social.

En particular el flagelo de muchas mujeres que sufren a causa de la violencia, de ser violadas, abusadas psicológica y económicamente e incluso hasta ser degradadas sexualmente por no tener alternativas y vivir en un total abandono, son hechos que no podemos ignorar y por el contrario debemos de tender la mano para ayudarles. Pero esta ayuda no puede ser en detrimento de otros. Debemos alejarnos de una visión de confrontación como la “lucha de clases” o de sexos, de los “buenos” contra los “malos”, porque si no lo hacemos no podremos tener objetivos conjuntos como nación. La clave para buscar el bien común verdaderamente está en ver de forma integral al ser humano, a la persona humana, conocer a fondo nuestra naturaleza y a partir de ello proponer aspectos concretos y prácticos para ayudar a quienes más lo necesiten, como por ejemplo a las mujeres que sufren del abandono y la soledad en casos de violación o de violencia.

En este sentido el aborto bajo ningún pretexto o situación extrema es una alternativa ya que lejos de ayudar a la mujer profundiza aun más su soledad y su problema. El aborto “seguro” es una falsa salida de corto plazo para resolver un problema que tiene raíces más profundas. El aborto está generando un verdadero problema de salud pública, ya que la mujer que aborta padece trastornos mentales que las lleva incluso hasta el suicidio (Association between parity and risk of suicide among parous women. Chun-Yuh Yang PhD MPH www.cmaj.ca), mujeres que no puedan hacerse cargo de sus familias o que ni siquiera puedan continuar con sus vidas a causa del trastorno ocasionado por este drama de la eliminación de un ser humano en su vientre.

Por otra parte no podemos terminar a un miembro de la especie humana en “beneficio” de otro miembro de la especie humana. Estamos hablando de ayudar y proteger a la mujer, no olvidemos que hay muchas mujeres en el vientre de sus madres pidiendo tener la oportunidad de afrontar la vida como todas las demás lo hacemos. Una oportunidad que no les debemos negar porque aun ante las peores circunstancias de vida los seres humanos hemos demostrado que podemos sobresalir y muchas veces de manera notable. Me viene a la mente la experiencia terrible de Víctor Frankl que logra sobrevivir en las circunstancias más adversas gracias a tener un sentido de vida.

Por eso la salida no es la muerte, por más problemática que sea una situación particular, es la ¡vida!, al respecto la clave es ayudar a los demás a que tengan un sentido de vida, eso les dará trascendencia. En innumerables ocasiones mujeres que han decidido tener a sus hijas producto de una violación o situación adversa, han sido la razón de su existir y han salido adelante sobradamente.

Por eso considero aberrantes y lejos del bien común todas esas políticas públicas que se alejan de la auténtica ayuda a las mujeres. Como bien dices debemos buscar dar salidas verdaderas a los problemas verdaderos de forma integral. Es una responsabilidad del Estado velar por el bienestar de las mujeres, como también por todos los seres humanos.

Coincido plenamente que no se debe incriminar a nadie y mucho menos torturar ni física ni psicológicamente. Pero a la luz de este problema tampoco podemos justificar la muerte de otro ser humano. Por eso la salida tiene que ser más innovadora, más creativa y nos tiene que evidenciar que hay un Monstruo de la Comodidad que a veces no nos deja ver con claridad.

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CARTA ORIGINAL DEL INTERCAMBIO EPISTOLAR

El Monstruo de la Comodidad
CARTA ABIERTA a @AleDiener

Querida Alejandra Diener,

La primera vez que te ví pasar por alguna línea temporal, fue en un tuit sobre pornografía en la que asegurabas que la pornografía denigra a la mujer, o algo parecido. Sin duda, creo que podemos estar de acuerdo en que la industria pornográfica lastima a las mujeres. Mi respuesta fue en forma de pregunta: ¿Y la pornografía entre hombres? Tú no contestaste nada, tan sólo me bloqueaste. Evidentemente no sólo no pude contrastar las visiones de la pornografía y la postpornografía, sino también nos negaste la posibilidad de discutir en torno a la pornografía feminista y la representación del placer. Optaste por la opción más cómoda: no escuchar.

Entonces fue cuando me di cuenta de quién eras y de lo que haces.  En tu entrevista para la cadena Maria Visión ya de hace unos años, bajo el título “El valor de la maternidad”, dices una cosa que me aclara perfectamente tu error. “En cuestión del feminismo, en México empezó un poco después que en Estados Unidos y empezó en una manera muy agresiva, que las mujeres son primero y que los hombres son una cochinada”. ¿Quién dijo eso? ¿Cuándo lo dijo? ¿Dónde lo escribió? No importa, desde la comodidad de la certeza absoluta y de estar rodeada de mujeres con la misma opinión, desvirtuaste una escuela de pensamiento para que a través de referencias difusas “unas mujeres” en algún lugar de “Estados Unidos” demuestres el argumento de tu tesis (que me encantaría leer): Las mujeres deben quedarse en casa para cuidar a los hijos para beneficio de la sociedad.

Este 31 de Enero escribiste en Twitter sobre la fundadora de GIRE y actual presidenta del consejo: “Marta Lamas que ha abortado la dirige para no ser la única”.  El argumento no sólo es pobre, es esencialmente una falacia ad hominem que, como sabrás, consiste en rechazar un argumento no por sí mismo, sino por las cualidades (reales o imaginarias) de la persona que esgrime dicho argumento. Imagina que desestimo tu trabajo académico debido a que te tiñes el pelo, o a que decidiste seguir una fe, o a que decidiste ejercer tu derecho a decidir libremente tu número de hijos e hijas. Tal pobreza argumentativa no merece respuesta sino un elegante silencio, pensé.

Una revisión mínima del pensamiento de Marta Lamas te llevará a encontrar la frase que resume su pensamiento y su labor cristalizada en GIRE: “El aborto es un problema de salud pública, un problema de justicia social y un problema de la democracia”. A través de estos tres ejes es posible considerar la lesividad de la penalización total de la interrupción voluntaria del embarazo, basta mirar a Chile: mientras que las mujeres ricas abortan fuera del país, las mujeres pobres abortan clandestinamente con consecuencias para su salud o su vida, todo porque la herencia de la dictadura ha sido prohibir hasta el aborto terapéutico,  razón para abortar que apoyan una mayoría del electorado chileno.

Tal vez te quede más claro si abundo con el motivo de esta carta. El 22 de Julio compartí el texto “El demonio del aborto” de la periodista María Luisa Paulín, un texto que narra el caso de Hilda, una de las mujeres que GIRE ha acompañado en su proceso judicial. La organización de la que eres fundadora y presidenta ejecutiva retomó el mensaje para agregar “Prisioneros d #ElmonstruoDeLaComodidad”, etiqueta que utilizas para promover tu más reciente libro donde atacas “el engañoso bienestar que producen el alcohol y las drogas, las depravaciones sexuales, la búsqueda obsesiva del egocentrismo, la compulsiva adquisición de bienes materiales”, utilizando una mala fábula catequista a manera de metáfora.

Es claro que no conoces a Hilda, de la que ya hemos hablado en este espacio. Tu promoción me parece un insulto a la condición de Hilda, que es resultado de un clima de persecución que tus ideas fomentan. Podría haber ignorado el hecho, como lo hice en relación a tu bloqueo por hablar de pornografía y a tu lamentable comentario sobre Marta Lamas, sin embargo creo que es momento para decir que ya basta de apilar leña verde y esperar por la hoguera. Es a la vez un llamado a todas las fundamentalistas que han impulsado las reformas constitucionales estatales que han creado un malentendido sobre el derecho a la vida y los derechos fundamentales de las mujeres.

En San Luís Potosí 15% de las muertes maternas ocurrieron en la vía pública. ¿Así se protege la vida desde la concepción? Pensar en el derecho a la vida en forma negativa (como “legislación antiaborto”) lo vacía de contenido: ¿qué obligaciones positivas tiene el estado hacia las mujeres gestantes para proteger la vida? No muchas al parecer, lo que sí han propiciado estas reformas constitucionales estatales ha sido un malentendido por parte de las autoridades sanitarias y de procuración de justicia que ha derivado en casos como el de Hilda. Sabemos de más de 200 mujeres que enfrentan situaciones similares a las de Hilda desde que se aprobaron estas reformas tras la despenalización en el Distrito Federal.

Lo que enfrentó Hilda al llegar a su clínica comunitaria fue el estigma contra el aborto fustigado por nociones tradicionales sobre la maternidad y el pánico moral que ha acompañado la aprobación de estas enmiendas constitucionales. Basta ver Aguascalientes, por ejemplo, donde el Obispo fustiga al legislativo local para presionar por la aprobación de una enmienda similar. Hilda se incriminó a sí misma al confesar al personal de salud que le condicionaba la atención médica, ¿Sabes que esto es una forma de tortura, verdad? ¿Sabes que tenemos derecho a no incriminarnos? A esto me refiero con derechos fundamentales de las mujeres, no sólo al derecho a decidir sobre su maternidad.

Hay un imperativo ético no sólo alrededor del caso de Hilda, en el que no apelaré a tu compasión pero sí al de justicia, sino en cada uno de los 227 casos de criminalización que han reportado los estados. Esto va más allá de las etiquetas pro o anti que usamos en nuestras respectivas esquinas de esta batalla cultural. Estoy seguro de que puedes salir de la monstruosa comodidad de negarse a escuchar al otro, opinar sin leer y citar sin referir. Y sí, agradecería una copia de tu tesis. Gracias de antemano Alejandra.

* Omar Feliciano, Medios Digitales

Fuente: http://www.animalpolitico.com/blogueros-punto-gire/2013/07/29/el-monstruo-de-la-comodidad-carta-abierta-a-alediener/#ixzz2arxy4Zpp

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1 thought on “El Monstruo de la Comodidad no deja ver con claridad”

  1. Excelente respuesta Alejandra, me alegra que muchas mujeres como Tú, defiendan lo que usan correctamente y el sentido común.
    Y aqui desde Chile, en nombre de los que si elijen la Vida, y esta persona que dice que está de acuerdo un electorado para eliminar seres humanos obviamente los que apoyan ciegamente sin ver y son los menos, pero obviamente meten mucho ruido y confunden las muerte con terapia es decir sanarse con vida no matando. Y ostentamos el mejor record de casi 0 muerte por problemas en embarazos, y los que se hacen abortos inducidos son los que no tiene amor a su vida y no conocen las consecuencias. Pero el deseo no es lo mismo que el derecho. Por eso en Chile, donde hay dinero para meter este negocio del aborto por frases como salud publica o mejorar a la mujer,es una falacia. Y seguiremos en la lucha para que la vida y defender a nuestra patria sea la mejor. Gracias.

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