Los 30 graves problemas a los que hoy se enfrentan los hijos

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Los padres realistas:

Son los que quieren estudiar los hechos que están ahí, delante de todos, para poder trasmitir a sus hijos las mejores soluciones. Detrás de los hechos, están las opiniones, que suelen variar en función del tipo de educación que tienen los padres y de la que quieren dar a los hijos. Estos padres nunca dicen: Eso no va con mis hijos, jamás voy a consentir que les pase eso que dicen.

Las cosas que no hay que hacer, y que los padres no enseñan a sus hijos, se las enseñarán otros, sin escrúpulos morales ni sociales, o las aprenderán a golpe de errores, algunos de ellos con consecuencias irreversibles.

Los padres pesimistas:

Son los que se dicen a sí mismos, muchas frases preparadas para auto justificarse, por ejemplo: Déjales que hagan lo que quieran, pues por mucho que les digas, no te van a hacer caso. Todos lo hacen igual, no tiene remedio y la sociedad sigue. Todos hemos hecho lo que hemos querido y podido. El mundo no tiene solución. Educar a los hijos cada día se hace más difícil, etc.

Los padres optimistas:

Son los que ven y sienten, que hay una gran juventud maravillosa, que lo demuestra en muchas cosas y continuamente. Tenemos el gran ejemplo de los miles de voluntarios, que están presentes en muchas actividades, asociaciones y lugares de compromiso social. Esa es la formidable juventud que no mete ruido, pero que trabaja intensamente para los más necesitados.

Los 30 graves problemas a los que hoy se enfrentan los hijos. Los padres deben elegir la forma de educar en cada uno de estos asuntos y explicar sus soluciones.

1. Convivir con la profusión de armas de fuego existentes, para defensa y ataque, cuya posesión, legal o ilegalmente, está en manos de personas irresponsables y peligrosas. El que posee un arma de fuego, tiene muchas más probabilidades de morir a causa de ella, que el que no la tiene.

2. Desafiar el importante reto de estar bien preparado, para realizar los trabajos que todavía no se han inventado.

3. El enorme consumismo, aparejado con el despilfarro, la falta de ahorro y el desprecio a los demás. Mucho más desprecio hacia los que menos tienen, menos saben o más descolgados están, en esta sociedad de la opulencia. Aprender a discernir, entre las necesidades y los deseos.

4. El nefasto porvenir profesional, de los que no tiene la formación que exige el mercado laboral. Formación que algunos no la adquieren, por no querer esforzarse, prefiriendo seguir los dictados del consumismo y con su vida cómoda, a corto plazo. Mientras los padres les mantengan. Los hijos NiNi.

5. El no saber rectificar los errores o faltas cometidas, debido a la falta de conocimiento y práctica, si es que los padres o maestros, no se han sentido con la obligación, ni la necesidad de educar a los hijos.

6. El racismo y la xenofobia, extendidos en la sociedad, muchas veces preconizados por los medios de comunicación y las redes sociales, e incluso desde las amistades y dentro de las familias, para autojustificar el miedo a perder lo que se tiene.

7. El tener que elegir entre tener cosas materiales, que supongan estatus social, o tener conocimientos personales.

8. El tener que realizar, casi por obligación, los hechos y las ideas que únicamente sean “políticamente correctas” para la sociedad, para no quedar como desplazados socialmente.

9. Enfrentarse a la cultura del Yo, en el funcionar de la vida: Primero Yo, después Yo y siempre Yo, sin pensar en el tú.

10. Estar muy atentos a los cambios de nombres a las cosas importantes, hechos para disimular con falacias y sofismas, su verdadero significado, y así ocultar los problemas que estos cambios encierran.

11. Estar muy atentos al sistemático ocultamiento de la acción moral de la conciencia, realizado a través de un combate institucionalizado, contra los mecanismos de defensa de la persona.

12. Ignorar la firmeza de los cuatro principios no negociables: Vida, familia, libertad de enseñanza y bien común.

13. La ausencia del verdadero concepto familiar, debido al enorme número de tipos de uniones, denominadas familias, y su corta duración, así como su rotación sin límites.

14. La dañina publicidad, permisividad, aceptación social y legalización del consumo de drogas.

15. La esclavitud que suponen para estar a la moda, algunas redes sociales y pantallas electrónicas, consumidoras de tiempo, energías y dinero. Detrás de cada una de ellas, suele estar el principio de un fracaso escolar, profesional o social.

16. La falta de asunción de las responsabilidades que les corresponden a los padres, para lograr la educación de los hijos, con vistas a su futuro profesional, familiar y social, para que estos puedan ser independientes y libres.

17. La falta del convencimiento de los padres, de la necesaria educación en las prácticas religiosas, sus razones y sus beneficios.

18. La falta legal del rigor y jerarquía en las escuelas, en las familias y en la sociedad, lo que origina que algunos padres y maestros, no pueden ejercer su autoridad, por miedo al castigo de las leyes.

19. La falta o escasa educación facilitada por los padres, relacionada con el equilibrio físico, educacional y psicológico que necesitan sus hijos.

20. La falta por parte de los padres, del ejemplo y enseñanza de las virtudes y valores humanos, aplicados según las edades físicas y mentales de los hijos.

21. La gran brecha existente, entre los que más tienen y los que menos tienen, la cual cada vez se agranda más, produciendo segmentos de poblaciones descartables para el futuro.

22. La ineludible necesidad de utilizar el perdón, la reconciliación y el propósito de la enmienda.

23. Los peligros de los noviazgos prematuros, y sus consecuencias, aunque en algunos segmento de la población, sean muy normales y bien vistos,.

24. Luchar contra la permisividad, que justifica que todo está bien, debido a que lo hace todo el mundo. Aprendiendo a discernir la verdad de la fácil manipulación de las mentes, en los engañosos conceptos pseudo religiosos, morales, políticos y comerciales.

25. Soportar las consecuencias a corto y largo plazo, de la poca calidad de la enseñanza, que está soportada por el monopolio estatal, el adoctrinamiento y la falta de responsabilidad de padres, alumnos y docentes, lo que origina la cautividad por la mala enseñanza.

26. Tener claro lo que es la educación sexual, en una época en que la sexualidad, tiende a banalizarse y a empobrecerse.

27. Tener la conciencia educada a que “Lo mío es mío es mío y lo ajeno, de todos”, y cuanto más, mejor.

28. Tener la obligación o necesidad de rotar, por hogares diferentes y sus consiguientes formas de vida, conviviendo periódicamente con padres, hermanos y otros familiares, no consanguíneos, provenientes de las nuevas formas de familia, debido a los divorcios, separaciones matrimoniales, uniones de hecho y gaymonios.

29. Tener que convivir con leyes civiles impuestas, por encima de las leyes morales.

30. Tener que desafiar las nefastas consecuencias legales, de la imposición de las múltiples variantes de la ideología de género, patrocinadas por las asociaciones LGTB, soportadas por las leyes injustas y utilizadas, agresiva y obligatoriamente por sus seguidores.

31. Pero hoy más que nunca existen muchas posibilidades, para llevar una vida plena desde la juventud. La sociedad pone al alcance de la mano, muchísimos medios de superación personal, que antes no había, o no estaban tan disponibles, para la mayoría de las personas. Tenemos que estar muy contentos de poder disfrutar de este mundo, de la situación en la que vivimos y de la futura sociedad que podemos preparar.

Resumen final: (Aviso a los navegantes) Si tienes unos padres, que te dan todo lo que les pides, si no te ofrecen ninguna educación espiritual, si nunca te regañan, si te hacen todo lo que tu puedes hacer y además, se ponen de tu parte cuando tienes un conflicto con tus profesores o con la sociedad, amárrate el cinturón, pues vas a aterrizar en picado.

francisco@micumbre.com

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