La música

Escribir sobre un arte que nos ha enriquecido, conmovido y lo sigue haciendo a través de los siglos, es como en el caso de la pintura, ardua pero fascinante tarea.

Este se desarrolla en Grecia a niveles insospechados, pues poesía y música se unían para alabar el misterio de la vida; acuérdense de Orfeo que baja al inframundo para recobrar a Eurídice cantando con su lira. Su canto es tan seductor que le conceden la vida de su amada, siempre y cuando no se vuelva a mirarla, así continúa la marcha, pero al final cuando ha llegado a la luz, se vuelve para ver si le sigue, y en ese momento ella que no había todavía alcanzado el rayo de sol, desaparece y se pierde para siempre, con el desconsuelo de su amado.

Sus dioses y poesía, tienen un impacto tremendo en el mundo antiguo, pero al llegar a Roma se banaliza y se utiliza sobre todo como diversión, esto desde luego hace que su valor intelectual y espiritual decaiga, pues hay una gran diferencia con sus predecesores que eran músicos y poetas, acuérdense de Homero. En Roma son dos actividades completamente diferentes.

Después guerras y saqueos acabaron con el país y la música que a pesar de todo seguía, aún en la barbarie de las épocas, encontró en la cristiandad, una nueva forma de manifestarse. Se cuenta que, en los cerrados y obscuros laberintos de las catacumbas, los cristianos entonaban cantos para para celebrar los misterios. Después y gracias a la iglesia, acuérdense del Papa Gregorio VI y el comienzo de la música monofónica, los famosos cantos Gregorianos, la música empieza a ganar profundidad y belleza, llegando siglos después al descubrimiento del contrapunto y a la maravilla de la polifonía.
En el año 314 gracias a la intervención del Papa Silvestre se establece en Roma la primera escuela de canto.

Empezaremos este recorrido por el Barroco, eligiendo algunos maestros, qué por su importancia, evolución y variedad enriquecieron, al mundo de manera extraordinaria y nos acompañarán, en este fantástico y largo camino que es el de la música.

Igual que hice con la pintura, mencionaré a los músicos más sobresalientes de cada período, aunque por supuesto, tendré que dejar a varios, pues el legado que hemos recibido es inmenso.

Es un tema difícil en estos tiempos, pero ojalá estas breves líneas, sirvan de inspiración y curiosidad, para descubrir una de las formas, más bellas, dentro del arte y una de las más grandes manifestaciones artísticas del ser humano.

El humanismo que había marcado con su impronta todas las artes, influyó también en la música. A finales del siglo XVI el grupo de músicos y poetas que se formó en Florencia y que conocemos con el nombre de Camerata Fiorentina, se proponía un fin humanístico: hacer resurgir la música griega, tal como acompañaba las antiguas tragedias de Eurípides, Esquilo y Sófocles. Gigantes de la Música. José Repollés, Bruguera Mexicana de Ediciones, S.A.

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