El Barroco

GEORG FRIDERIC HANDEL

Uno de los más grandes representantes de este movimiento es sin duda, el gran maestro Handel. Este gigante de la música nace en Halle, Sajonia en 1685. A diferencia de otros músicos que heredaban la afición musical, su familia no tenía ningún nexo con ella, se cuenta que fue una tía materna la que le inició en este arte, y a los ocho años ya estaba en una escuela de música, donde estuvo tres años. Pero su padre, al que no le gustaba nada de esto, le hizo inscribirse en un instituto, para ser jurista. El padre muere, y a la corta edad de 12 años, por lealtad al progenitor prosigue en el instituto, pero no abandona la música. A los 17 años ya era asistente organista y un poco después, el titular de la catedral.

Hombre inquieto y con grandes aspiraciones, se va a Hamburgo, con puesto inferior al que tenía, pero en esos momentos una de las más importantes ciudades, musicalmente hablando.

A pesar de los éxitos y disgustos que tuvo, en 1706 parte para Italia. Aceptó la invitación de uno de los Médici, pero tuvieron que pasar dos años antes de hacerse realidad, ya que al no contar con los medios suficientes, tuvo que trabajar duramente, para mantener a su madre y poderse pagar el viaje.

Después va a Florencia y de ahí a Roma, pero no se pueden ejecutar sus obras, ya que un terrible terremoto había destrozado los alrededores de la ciudad y los romanos, renunciaron inmediatamente a carnavales, teatro y toda clase de representaciones por un período de 5 años, en acción de gracias por haber sido milagrosamente salvada. Empieza un momento importante para la música sacra.

Handel recorre varios lugares de Italia y conoce a los mejores compositores de esa época como Corelli o Scarlatti, pero con miedo a la guerra que se avecinaba, se va primero a Sajonia y después a Londres. Es en esta hermosa ciudad donde desarrolla una impresionante labor, óperas, oratorios y música para toda clase instrumentos y orquesta. La cantidad y calidad de sus obras, no ha sido nunca igualado, salvo por el gran Johan Sebastian Bach, otro gigante del cual hablaremos más adelante.

Este sensacional compositor escribe un oratorio, seguramente conocido por todos vosotros, pero si alguno no lo ha oído, prendan sus ordenadores y disfruten del Aleluya del maravilloso, “El Mesías”; no hay palabras para describirlo, escúchenlo y disfruten de una de las más grandes obras musicales de todos los tiempos.

Pretender dar una idea ligera de la vida de un gigante como este, es imposible, quiero simplemente invitarlos, a que ustedes lo descubran y les muestre una forma maravillosa de enriquecer la vida.

La música sacra había renunciado rápidamente a la polifonía, la sinfonía llamaba a la puerta y la música de cámara se estaba afirmando. La Gran Música. Carlo Bologna, Asuri Ediciones

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