#HablemosAlGrano/Será suficiente con vivir nuestra realidad

Por @galindoenlinea

Todo surge por la película Ready Player One, el filme de ciencia ficción más reciente del director Steven Spielberg, que vale la pena señalar, fue escrita por Zak Penn y Ernest Cline, basada en la novela escrita por Cline y que lleva el mismo nombre.

A ratos, sobretodo al inicio, pareciera una extraña película para cierto público seguidor de filmes un tanto basados en exagerados argumentos de ficción y con la clásica historia «romántica» ya contada en otras ocasiones.

Sin embargo, siendo Spielberg el responsable de su destino, la historia toma rumbos que nos llevan a reflexiones precisamente muy ‘ac doc’ con la crisis que vive el multicitado y muchas veces visitado Facebook, a propósito de uno de los escándalos más recientes sobre robo de datos que presuntamente fueron utilizados para las elecciones en Estados Unidos y las graves pérdidas millonarias de la empresa, luego de que dicho escándalo todavía no nos queda claro, aún cuando la información insiste en un análisis de comportamiento y consumo que en el mundo «alguien» está haciendo desde Facebook.

Pero volviendo a Ready Player One, en donde la historia habla de avatares (esos como los que vimos obvio en Avatar) pero ya aplicados a un mundo «más real», ya desde una historia que plantea algo cotidiano para los personajes aunque ya con «nombres diferentes» o «NIC NAMES» demasiado realistas, nos plantea esa tentación de tener una vida virtual y esa otra tentación de «los avances tecnológicos» para generar una especia de «mundo paralelo», del que vemos día a día más ejemplos cotidianos.

Y es que hace falta, cuando uno deja por minutos también, de clavarse para «actualizar nuestras redes sociales» y/o contestar el tan recurrente WhatsApp, encontrarnos con esa vista cada vez más común de «estar pegados a la pantalla» como dicen algunos, clásicos «estando cerca del mundo» y lejanos del de al lado.

Alguien, más consciente que yo, me alcanzó a decir, «caramba pareces zombie», sin embargo el consumo de videos, de información, la resolución del problemas de la oficina, y otros «usos adoptados» nos han vuelto verdaderamente propensos a «estar conectados».

Sin embargo y solo haciendo un repaso de lo que yo mismo subo a las redes, habrá que echarnos un clavado a lo que hemos permitido que sea público y forme parte de las redes sociales, que por cercanas y recurrentes en ocasiones nos borra casi de manera inconsciente la cada vez más delgada línea de lo que hasta hace un tiempo identificábamos como vida privada, para mezclarse con lo que «literal» todo mundo puede ver, a partir de nuestros comentarios, nuestra cada vez más «ocurrente» idea de «compartir» reflexiones, frases, no se diga imágenes, vídeos, etc, etc.

Conste que no estoy en contra de las redes sociales, plataformas que tendrían que cumplir con una mejora y hasta la transformación de la manera en la que interactuamos con el mundo y «vamos contando nuestra historia» virtual, ideal, sumamente realista o qué se yo.

Cada quien hemos ido personalizando lo que hacemos y/o decimos en las redes, aunque esa realidad es «usada» por expertos en el manejo de lo que se conoce como DATA y que han permitido por ejemplo que Facebook interprete o nos ofrezca curiosamente temas, links, grupos y hasta anuncios y/o videos relacionados con lo que consciente o inconscientemente hemos «publicado» en esta red, y ya ni hablamos de las diversas aplicaciones del «dios» google, al que le hemos (hablo por mi) confiado prácticamente cualquier duda, cual bola de cristal…. lo peor de todo es que con cada vez más precisión perfecciona sus posibles respuestas.

Esta «vida virtual» en el fondo no deja de sorprenderme por los alcances de respuestas o de alcances en los beneficios que ha traído en temas como generar información, sin embargo y creo que será también tu caso, estimado lector, no nos queda muy claro lo que estos «eruditos» del DATA han hecho, hacen y seguirán haciendo, créeme que no será la primera vez que nos demos tiempo de seguir entendiendo y compartiéndote por supuesto lo que encontremos, con el fin efectivamente de darle un mejor uso a esas plataformas.

Con todo y creo que el filme de Spielberg me ayudó a retomar todavía, que siempre la realidad, lo real lo auténtico sigue siendo mejor, ojalá te des la oportunidad de darte una vuelta al cine para ver si coincidimos con ésta y más reflexiones que puede arrojarnos películas como Ready Player One.

Deja una respuesta