El entorno externo

Cuando el entorno global favorece, un gobierno puede darse el lujo de administrar medianamente bien las cosas y las condiciones externas contribuyen a mejores datos y aportan cierta estabilidad. En el caso de México la primera condición externa favorecedora es EEUU creciendo a buenas tasas. Nuestro socio comercial y economía más poderosa del mundo nos demanda muchos bienes y productos alimentando la industria exportadora y contribuyendo a una derrama benéfica que aporta casi la mitad del PIB nacional.

En este sentido las noticias no son malas, pero ya no son muy buenas. La razón, EEUU va a crecer al 2.3%-2.5%, pero ya no al 3%. Otro asunto que puede aportar estabilidad es la FED. Si es que ya llegó al techo el aumento de tasas, pues ya no habría tanta volatilidad ocasionada por la Banca Central, también más influyente del mundo. NO se puede ignorar que el actuar de este poderoso banco, determina el destino y flujo de muchos de los recursos del mundo.

Si aumentan, se beneficia el dólar y debilitan las monedas, si bajan los países nos beneficiamos con inversión financiera y recibimos recursos que fortalecen nuestra moneda. Es el caso ahora, la diferencia tan grande de tasas, hace que la inversión en México sea atractiva, así como en otras economías emergentes, el dólar se debilita ante una FED que no aumenta o restringe la política monetaria.

El petróleo es otra variable determinante para un país productor, y más en nuestro caso, para un país cuya empresa petrolera está  en tan delicada situación. Pues ahí las noticias tampoco son tan malas. Resulta que en los últimos días el precio internacional de la mezcla mexicana ha subido y ya supera los $62 dólares por barril. Esto es bueno para PEMEX y para el país, siempre y cuando se siga repercutiendo esta alza en los precios de la gasolina. Si se cae en la tentación de subsidiar o bajar el IEPS que se recauda por litro, puede ser contra producente.

La parte negativa es que  será inflacionario y por otro lado la población lo resentirá y el gobierno federal perderá popularidad ante el aumento. Esto será culpa de aquellos que en campaña prometían quitar algo que de momento luce difícil, el gasolinazo.

Por otro lado es importante que no haya crisis o episodios de volatilidad de países con quienes México tiene muchos lazos o economías emergentes que puedan a su vez contagiar a la nuestra.

En resumen, el entorno externo es de bajo crecimiento global y local, una FED que parece hace ya pausa en cuanto a su Política Monetaria, pero en 2.5% y no en 0%, vemos un precio del petróleo más caro, pero que dista mucho de los $120 dólares  que estuvo en el pasado  y finalmente parece no se avecinan crisis importantes en el corto plazo.

Tenemos que restablecer la confianza en México, buscar que la iniciativa privada vuelva a abrir la llave de las inversiones. Si no hay confianza y el apoyo del gobierno federal, así como estado de derecho, no podemos salir de tasas de crecimiento del 1% o 2%, insuficiente para sacar a México de la pobreza y al 50% de la población de condiciones de atraso.

Estamos a tiempo de detonar proyectos de inversión de infraestructura en donde el gobierno federal invite y concesione a la iniciativa privada. No más división y confrontación,  sí a  más seguridad y certeza sobre la inversión que genera bienestar.

Seguimos estables en materia cambiaria porque es muy atractiva la tasa de interés local y porque la disciplina fiscal se mantiene. Sigo pensando que lo correcto en materia de inversión financiera es 70% pesos y 30% dólares.

@juansmusi

  Abril 23, 2019

Deja una respuesta