Cuando la tasa ya no es suficiente

Debo decir que me sorprendió lo que hizo Banco de México la semana pasada bajando las tasas de interés, siempre he respetado sus decisiones y me parece que ya son muchos años haciendo un gran trabajo, bajó la tasa porque atendió a su mandato y función principal que es la del control de precios. Hoy la inflación está por debajo de su límite superior, y el Banco consideró conveniente bajar la tasa, abaratar el costo del dinero y con ello apoyar a la economía.

¿Por qué me sorprendió? Porque el flujo de inversión financiera en el año, en valores de deuda, ya es negativo; es decir, se nos han ido más de $2,000 millones de dólares por varias razones, siendo la principal que ya no somos un atractivo o no les gusta México. Al bajar la tasa de interés los inversionistas tendrán menos premio, aunque todavía es grande comparado con EEUU, pero al final es menos rendimiento y el riesgo es que más dinero se vaya, si esto ocurre el tipo de cambio se presiona, y si el dólar sube por un periodo prolongado puede presionar a la inflación; recordemos que las materias primas cotizan en dólares, y es por eso que los precios se pueden contaminar.

La tasa de interés de referencia en EEUU está en un rango del 2.25% al 2% y en México de 8%, la diferencia son 5.75%, sigue siendo muy grande; esto nos hace pensar que si la FED baja en septiembre 25 puntos, Banxico podría también bajar a 7.75% y el diferencial de 5.75% se mantiene intacto. Lo anterior siempre y cuando no siga habiendo malas noticias o sorpresas negativas que le pudieran impedir a nuestro Banco bajar la tasa.

No es del todo malo que temporalmente el tipo de cambio esté alto porque nos abarata, nos hace competitivos en las exportaciones; de hecho eso es lo que Trump quiere con el dólar pero los chinos hábilmente se adelantaron a devaluar el Yuan, y con el conflicto comercial el dólar se convirtió en refugio ante la adversidad, fortaleciéndose en contra de lo que hubiera querido el mandatario norteamericano.

Actualmente, para mantener la estabilidad macroeconómica (tipo de cambio, inflación, tasas, etc.) en México ya no es suficiente la disciplina fiscal (orden en las finanzas públicas) y las altas tasas de interés; hoy, ya no alcanza con esas dos variables para retener el dinero y ser atractivo en el exterior, la tasa ya no alcanza si no hay crecimiento y desarrollo. Tenemos que apuntalar al peso con otros catalizadores, fundamentalmente económicos, y el primer paso para detonar ese crecimiento es mandar señales positivas que abonen a la confianza de los inversionistas.

Para no únicamente ser crítico y no aportar, sugiero tres medidas de muy fácil y rápida implementación, que puedan cambiar la perspectiva de PEMEX y del país en un momento clave; no puedo enlistar el NAIM, porque esa, ya es imposible:

1.- Plan de negocios de Pemex orientado al uso de los recursos para exploración y explotación, no a hacer refinerías. Usar el dinero del Tren Maya también para la paraestatal. Tener un equipo de personas con más experiencia y preparación en el sector.

2.- Iniciar procesos de licitación para concesionar infraestructura con la iniciativa privada, hay una necesidad enorme por caminos, vías férreas, puertos y aeropuertos en el país; si el gobierno no tiene los recursos –con reglas claras– la iniciativa privada sí, es un ganar/ganar.

3.- Una reforma fiscal integral, con la amplia mayoría que se tiene en las cámaras se antoja muy probable y factible que se mejore la estructura fiscal del país; impopular y contrario a la agenda populista, pero indispensable. Con la poca cantidad de contribuyentes en un país en donde pocos pagan mucho y la economía es mayormente informal, creciendo a tasas inferiores al 1%, ya no alcanza la recaudación, ni con el gasolinazo.

De momento a tranquilizarnos, ver pasar esta nueva tormenta en los mercados y no tomar decisiones de pánico; si algo viene al caso ahora es comprar barato y vender caro, no al revés, como típicamente actuamos en crisis.

@juansmusi Agosto 21, 2019

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