Lucas y el Greco

Entrevista a El Greco

El Greco recibe a La Revista de Sotogrande en su casa-palacio de Toledo para hablarnos de la celebración del IV centenario de su muerte. En el jardín, entre rosales, y con el sonido del agua de fondo, comenzamos la entrevista.

Antes de empezar quisiera agradecerle que nos haya recibido. Sabemos que no es usted amigo de las entrevistas.

[Sonríe] Gracias a usted por el interés. No es cuestión de amistad, dese cuenta que nací y viví en el siglo XVI y por aquel entonces un artista, por reconocido que fuera, no dejaba de ser un artesano. Aunque soy plenamente consciente que para nada soy un artesano, me sorprende la repercusión tan enorme que tiene mi pintura.

Permítame decirle que tiene usted una casa preciosa. Una gran casa.

Bueno, realmente esta no es mi casa. Mi casa-taller está muy cerca de aquí, pero es mucho más modesta. Desde que fallecí en 1614 se empeñaron en recrear en esta gran casa la mía propia.

[Interrumpo] ¿Y le molesta?

No, para nada. Ésta es mucho mejor y más grande. Aquí puedo recibir todas las visitas que quiera, que además este año están siendo muchas. [Ríe a carcajadas]

casa-museo-El Greco
Casa Museo de El Greco

Hablemos de su pintura: Nació en Creta, donde se dedicó a los iconos de estilo posbizantinos. A los 26 años marchó a Venecia, Italia, donde se imbuyó en el renacimiento e influyeron en usted las pinturas de Tiziano y Tintoretto. Además, por si fuera poco, estudió en Roma el manierismo de Miguel Ángel. Finalmente, en 1577, se estableció en Toledo donde vivió el resto de su vida. ¿Cómo influyen en su pintura todas estas etapas y vivencias?

Pues de una manera total, como puede usted imaginarse. Alguien dijo una vez que somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos, y no hay nada más cierto. Todos somos un reflejo de nuestras propias vivencias y experiencias. La vida es un aprendizaje continuo, y ese aprendizaje lo reflejamos en aquello que hacemos.

¿Cómo un cretense acaba en España?

Por casualidad. En aquel momento el Monasterio de El Escorial estaba en construcción y Felipe II, que en paz descanse, hizo a un llamamiento a artistas italianos para decorarlo y, por este motivo, me contactaron para que viniera a pintar a España. Pese a no ser italiano de nacimiento, lo soy de formación. No quisiera parecer presuntuoso pero, como sabrá, por aquel entonces los artistas italianos estábamos a la vanguardia mundial. [Levanta el mentón y me mira de reojo]

Hablemos de Toledo, ¿De qué manera ha influido esta ciudad en su obra?

[Se esfuerza en hacer memoria. Entorna los ojos] Pintando en El Escorial conocí a Luis de Castilla, hijo de Diego de Castilla, Deán de la Catedral de Toledo. Le debió gustar lo que hacía y me encargó algunas obras. De esta manera, en 1576, me trasladé a Toledo. Yo tenía por aquel entonces 35 años, y fallecí a los 73. La mayor parte de mi obra la realicé en Toledo y mentiría si dijera que esta ciudad no me ha influido. Mi etapa de madurez, mi mejor etapa creadora, es plenamente toledana. Podría decir que la ciudad de Toledo ha sido, en gran medida, mi musa.

Toledo según El Greco
Toledo según El Greco

¿Qué opina de la celebración del IV centenario de su fallecimiento?

Hombre, que celebren el fallecimiento de uno puede no sentar bien a todo el mundo… Pero lo cierto es que a mí me ha sorprendido gratamente. Pese a no conseguir ser pintor de la corte de Felipe II, fui consciente de que mi pintura gustaba y tenía cierto éxito, pero lo que estos meses está pasando en Toledo me tiene completamente impresionado. Por lo visto han traído cuadros míos de muchas partes del mundo, hasta de Nueva York, ¡que ni existía cuando yo pintaba! Estoy muy contento y muy agradecido por este homenaje que se me ha hecho.

Don Doménikos, ha sido un placer. Espero que nos volvamos a ver pronto.

El placer ha sido mío. Nos vemos cuando quieran, ya saben donde tienen su casa. Tal vez me deje caer por Sotogrande una vez acabe el aniversario de mi muerte y esté un poco más libre. Me han dicho que es digno de pintar [Sonríe].

Le recibiremos con los brazos abiertos.

Nuestro agradecimiento al artista Pablo García Martínez por ilustrar esta entrevista. Lucas Montojo para La Revista de Sotogrande

Texto: Lucas Montojo Fotos: Varios

Fuente: www.indiasoccidentales.wordpress.com

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