10 Valores universales para que los empresarios tengan éxito.
1.Ética. Es un conjunto de normas morales, que están en el interior de las personas y rigen la conducta humana, sobre lo que está bien y lo que está mal, en las personas y en las empresas. La propia sociedad es la que se encarga de transmitirlas de generación en generación. 1. La ética está relacionada con la honradez, la justicia, la rectitud, la objeción de conciencia y la decencia. La ética es muy rentable, pero donde falta, siempre entran los problemas. Lo contrario a la ética es la corrupción, la inmoralidad y la maldad. 2. Hay grandes y rentables negocios, que no son éticos, aunque las leyes les amparen, no les persigan o les ignoren. Es muy difícil para los empresarios, mantenerse fuera de la línea que separa la corrupción, abierta u oculta, la del lobby y las leyes.
2. Puntualidad. Es el valor humano, que representa el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Es un signo de consideración, hacia las personas que están esperando. 1. Está relacionada con el orden, la eficacia, el carácter, la buena educación y el respeto al prójimo. Se construye con esfuerzo, voluntad y sacrificio, para empezar y terminar a tiempo las tareas u obligaciones. 2. Normalmente los más puntuales, son los que están más ocupados, pues tienen que organizar mejor sus obligaciones y no se pueden permitir el llegar tarde, ni que nadie llegue tarde a visitarlos. 3. El tiempo es oro, para uno mismo y para los demás. Nadie tiene derecho a robar impunemente el tiempo ajeno. El que crea que no podrá llegar a la hora acordada, que intente llegar antes, haciendo un horario a la inversa, poniendo la hora acordada, al principio de la lista de cosas a hacer. 4. La puntualidad, es una forma de hacer a los demás la vida más agradable, primero es costumbre, después hábito y más tarde virtud. La satisfacción de la puntualidad, se produce sin importar lo que hagan los demás. 5. Lo contrario a la puntualidad es desconsideración, desprecio, informalidad, insulto y abuso No existe el “elegantemente tarde”, sólo existe el “maleducadamente impuntual”. 6. La puntualidad inglesa, la precisión suiza y la disciplina alemana, son conceptos a imitar.
3. Perseverancia. Significa mantenerse firme y constante en la prosecución de objetivos, opiniones o actitudes auto propuestas. Puede empezar con la firme decisión de hacer algo, aunque no se tenga ganas de hacerlo, ni placer en obtenerlo y continua hasta el final, mientras se hace. 3.1.La perseverancia está relacionada con la constancia, la paciencia, la voluntad, la disciplina, el orden, la resistencia, la insistencia, la entereza y la tenacidad. Lo contrario es abandono, flaqueza e inestabilidad.
4. Disciplina. Es hacer las cosas siempre de acuerdo con el orden establecido por la jerarquía, la cortesía o el reconocimiento. 4.1 La disciplina de la propia voluntad, es un medio y no un fin en sí misma, para conseguir más fácilmente los objetivos propuestos, dominar el carácter y tener una mejor calidad de vida. 4.2 Está relacionada con el orden, el control, el rigor, el auto dominio y la autodisciplina, de la propia vida. Es uno de los principales cimientos, donde se asientan muchos otros valores y ayuda a la voluntad, en el esfuerzo de hacer bien las cosas. Lo contrario es desorden. 4.3. La disciplina también es saber escuchar, para no caer en la arbitrariedad del deseo inmediato, sin cuestionarse las dificultades y problemas que se presentarán, si no se hacen las cosas de acuerdo a las normas establecidas. 4.4. Con la disciplina, se saben las cosas que son o no negociables, y la flexibilidad y el sentido del deber.
5. Orden. Son las normas, mínimas, lógicas, necesarias y jerarquizadas, para lograr los objetivos de la empresa. Está relacionado el control de los actos internos y externos del negocio, debiendo estar desarrollado en todos los niveles, para evitar que las cosas se vayan de las manos. Lo contrario es negligencia o descuido. 5.1. El orden también se relaciona con la obediencia y la sobriedad, pues es hacer o tener las cosas en el lugar o tiempo que les corresponde, tanto en la distribución del tiempo, como en la realización de actividades. 5.2. Para que haya orden, las instrucciones tienen ser claras, concretas y concisas, para que todos sepan lo que tienen que hacer y no hacer. Debe estar cada cosa en su sitio y haber un sitio para cada cosa. Para el orden es más eficaz, un lápiz pequeño que una memoria grande. 5.3. Hay que tener una estructura mental ordenada, pero irla acomodando en función de los resultados que se obtengan, además de un espíritu de superación. Distinguiendo lo que es importante y lo que es urgente, para ordenarlo por prioridades. 5.4. Lo contrario del orden es anarquía, comodidad y pereza.
6. Tiempo. Hay que buscar un equilibrio entre el dedicado al negocio, a la familia, al esparcimiento y a la formación profesional y social. Todos tenemos 24 horas, no 23 horas y las podemos administrar. La buena administración del tiempo, tiene que permitir intentar mantenerse en perfectas condiciones físicas y mentales, para poder realizar con plenitud, todas las tareas necesarias para el negocio. Lo contrario es desarreglo, desorden, ruina, descontrol o egoísmo.
7. Familia. El principal objetivo de un negocio, es la obtención de beneficios, pero no puede ser un motivo de destrucción, ni explotación de la familia del empresario, ni la de los colaboradores. El empresario, tiene que equilibrar muy bien el tiempo dedicado al negocio, en relación con la familia, de él y la de sus colaboradores. La empresa no puede convertirse, en una máquina trituradora de las relaciones familiares, amistades y salud de nadie. El empresario y los colaboradores, que tiene detrás una familia feliz, rinden mucho más. Lo contrario es abandono y destrucción familiar.
8. Objeción de conciencia. Es el derecho irrenunciable que tienen todos los empresarios, para no realizar negocios, que vayan en contra de la de la ética, de la moral, de las leyes o de las buenas costumbre. Lo contrario es aprobación o consentimiento.
9. Liderazgo. Demostrándolo continuamente, dando ejemplo para persuadir a los accionistas, empleados, clientes, proveedores y a la sociedad, hacia la consecución de los objetivos de la empresa. Lo contrario es subordinación, sumisión o dependencia.
10. Responsabilidad. Asumiéndola en las duras y en las maduras, principalmente en las acciones realizadas voluntariamente, aunque hayan salido mal. Lo contrario es inmadurez, imprudencia o insensatez.
Hay muchas y muy buenas universidades, escuelas de negocios, libros y profesionales que enseñan las mejores formas de iniciar los negocios, mantenerlos y hacerlos crecer. Cada empresario, debe aprender a hacerlo. Pero hay muy pocos sitios, donde se enseñan a practicar los valores universales, que tienen que conocer y practicar los empresarios que quieran triunfar.
Ser empresario es una noble vocación, que crea riqueza a la sociedad. Empresarios son todos los que tienen un negocio grande (que se coticen en bolsa) o pequeño, (casi desconocidos, desde jardinería, pequeñas tiendas y un largo etc., que al final sustentan la economía del país). El beneficio de los empresarios tiene que estar acorde, con el riesgo asumido, la inversión realizada y la retribución esperada.
La forma de hacer el beneficio, es lo que hay que analizar, en función de estos valores universales, inscritos en la conciencia, que definen a un buen empresario y deben ser analizados en profundidad, uno por uno, para encontrar cuáles son los que tenemos, medio tenemos, no tenemos y cuáles necesitamos conocer y practicar, para tener éxito en los negocios.
Los valores, primero tienen que convertirse en costumbres y después en hábitos. Hay que aprenderlos por la razón o por la fuerza. Siempre ha sido y hoy es muy difícil, hacer negocios sin tener muy claros y practicar continuamente esos valores. Hay que tenerlos impregnados en la filosofía de la empresa y su cultura corporativa, para transmitirlos con el ejemplo, a todos los colaboradores, clientes y proveedores.
Es muy difícil remontar un problema empresarial, donde hayan salido a relucir, la falta de valores éticos de la empresa. El que no practica continuamente esos valores, a plazo corto, se verá desplazado por la competencia, si es que ellos los utilizan, en sus modelos de negocios.
La forma de hacer negocios últimamente, ha cambiado mucho, pero lo que no ha cambiado, desde los tiempos de los fenicios, son los valores morales aplicados a los empresarios. Estos valores a través de los tiempos, se han ido manteniendo y afianzando.
Una cosa es un negocio rápido, una oportunidad pasajera, y otra es la preparación de un negocio, para que continúe a plazo largo. Es muy difícil sacar un negocio adelante, si no ponen en práctica estos valores universales, pues siempre tiene que estar preparado para cuando llegue “la tormenta perfecta”, que es cuando se juntan varios problemas a la vez y con gran intensidad.
Ser empresario es una noble vocación, que crea riqueza a la sociedad. Tiene riesgos y tiene beneficios. Esos valores hay que llevarlos inscritos en el ADN o aprenderlos por la razón o por la fuerza. Hacer negocios es como tener un pajarito en la mano. Si se aprieta mucho se le asfixia, si se le tiene flojo, se escapa. Tenerlo en la mano de forma equilibrada, para que esté a gusto y se quede, es muy difícil.
La idea de ser empresario es estupenda, pero tienen que saber, que para tener su propia empresa, grande o pequeña, hacen falta muchas cosas, por ejemplo: Preparar con mucha anticipación, un plan personal de formación interna y externa, que permita navegar en las procelosas aguas de los esfuerzos, riesgos y beneficios empresariales. Casi todos queremos poner nuestro talento y nuestro dinero, si lo tenemos, a trabajar para nosotros mismos, y tener nuestra propia empresa y así no depender de nadie. Muchas veces no quieren pensar que el ser empresario, supone tener muchísima más responsabilidad, sacrificio, entrega y asunción de riesgos, que la de los que trabajan por cuenta ajena.
Unos dicen que para ser empresario se nace. Otros, los más acertados, dicen que el empresario se hace. Tienen que tener mucho talento, determinación y un trabajo duro para formarse, empezar, construir, expandir y mantener su negocio propio.
Ser empresario es un proceso, que empieza casi siempre desde la niñez, con un gran esfuerzo en aprender, y poniendo mucha práctica de las virtudes y valores humanos. De la misma forma que se prepara desde niños, a los atletas de élite, así preparan a los hijos de los empresarios, para que el día de mañana, puedan sustituir a los padres, en llevar las riendas del negocio.
Una vez que ha estudiado lo que quiere y puede ser, debe pedir consejo, declarando con detenimiento y sinceridad, cuáles son sus facultades y posibilidades, para ser un determinado tipo de empresario, en función de sus capacidades físicas, intelectuales, económicas, mentales, familiares, académicas, sociales y de experiencias aplicadas, específicamente, a cada tipo de empresa que quiere realizar.
18 Actitudes de los buenos empresarios:
1. El empresario ahorra y no derrocha, cuando hay vacas gordas, para tener cuando lleguen las vacas flacas.
2. El empresario dice: Me equivoqué, otros dicen, no fue mi culpa.
3. El empresario escucha y respeta a los que saben más, tratando de aprender algo de ellos y no solamente, para sacarles los defectos.
4. El empresario escucha, comprende y responde, otros hablan, hablan y hablan, no entendienden lo que no quieren oír.
5. El empresario lucha para hacer que lo imposible, sea posible.
6. El empresario manda, reprende, corrige y castiga, pero también aprende, enseña, premia y hace prosperar al equipo.
7. El empresario piensa: Soy bueno, pero no tan bueno, como a mí me gustaría ser, otros piensan, no soy tan malo, como los demás.
8. El empresario prosperará, si también ayuda a hacerlo a sus colaboradores, clientes y proveedores.
9. El empresario que se auto ensalza, será humillado por el mercado y más dura será su caída.
10. El empresario se compromete, otros sólo hacen muchas promesas.
11. El empresario se enfrenta a los problemas para superarlos, otros les dan vueltas y vueltas, y nunca logran superarlos.
12. El empresario se reinventa periódicamente, él y su negocio.
13. El empresario se siente responsable de su trabajo y del de su equipo, otros siempre responsabilizan de sus propios errores, a los demás.
14. El empresario siempre busca la excelencia, en la forma de hacer las cosas, otros se conforman con seguir haciendo invariablemente lo mismo, sin intentar innovar, aunque vayan hacia el fracaso.
15. El empresario tiene que aprender a desaprender los resabios, que vayan en contra de su nueva actividad, y que tenía cuando era empleado.
16. El empresario trabaja muy fuerte y tiene mucho tiempo para todo, otros siempre dicen que están muy ocupados.
17. El empresario usa más y mejor un lápiz pequeño, que una memoria grande.
18. El empresario es el que de las cosas ordinarias, las hace extraordinarias.
francisco@micumbre.com
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