La combinación de ver a la inflación bajar en muchas regiones del mundo, la posibilidad de una recesión moderada o un “aterrizaje suave” y los reportes corporativos de empresas públicas mejor a lo esperado, le han devuelto algo de rendimiento a los mercados bursátiles. La semana pasada, en Estados Unidos conocimos la inflación de marzo, y el dato fue bueno, aunque en la subyacente hayamos visto una cifra ligeramente mayor a la esperada.
La inflación en el mundo parece bajar, aunque todavía, en prácticamente todas las regiones, se encuentra muy por arriba de la meta de los bancos centrales. Esto lo sabíamos. Si el año pasado la inflación excedió la meta 5 o 6 veces, este año debemos ver todavía cifras al doble. Esta es claramente una buena noticia, pero todavía se encuentra lejos de lo deseable. Será hasta el 2024 que podamos regresar de manera global a los objetivos.
La información económica en Estados Unidos y México también ha sido mejor a la esperada. Hay desaceleración; pero la actividad manufacturera, los servicios, el consumo, la confianza de los consumidores y la creación de empleo han seguido siendo consistentes, y de momento apuntan a una recesión moderada. Tampoco podemos afirmar en este momento que así será, pero ya cerrado el primer trimestre, podemos decir que no fue malo.
Arranca la temporada de reportes corporativos. De hecho, empezó el viernes con algunos bancos que también excedieron las expectativas, y fue muy bueno ver que los temores sobre la frágil situación de algunos no fuera un tema de todos. La crisis que desataron Silicon Valley Bank, Signature, First Republic y algunos otros, no es necesariamente la situación de los grandes bancos.
Esta semana reportan sesenta empresas, y será muy importante ver una desaceleración generalizada, al tiempo que las utilidades vuelvan a ser mayores a las esperadas. Esta situación ha prevalecido en los últimos trimestres que, sin ser extraordinarios, simplemente exceden las expectativas de analistas e inversionistas. Algo que no se puede aislar es que después del reporte, vienen las perspectivas hacia adelante de cada una de ellas. El mercado estará muy atento a esos comunicados.
Todo parece indicar que a pesar de lo relativamente favorable que parece este entorno, en mayo los bancos centrales podrían volver a subir la tasa 0.25%, en el que para muchos podría ser el último incremento. La FED y Banco de México así lo han expresado en sus comunicados. La tasa techo o terminal en México podría llegar a 11.50%, mientras que en Estados Unidos a 5.25%, y así quedarnos el resto del año. Las bajas en las mismas serían hasta el 2024.
Mientras todo esto ocurre, el peso sigue fuerte frente al dólar y no parece haber un catalizador de que esto cambie en el corto plazo. Dicho lo anterior, para inversiones de corto plazo, los cetes son una extraordinaria opción; pero a largo plazo, sigo pensando que un portafolio diversificado en dólares es una mejor alternativa.
@juansmusi
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