“Es la sensación de contacto. En una verdadera ciudad se camina, ya sabes, pasas muy cerca de la gente y ésta choca contigo. En Los Ángeles nadie te toca. Siempre estamos detrás de metal y vidrio. Creo que añoramos tanto ese contacto que chocamos unos contra otros sólo para sentir algo.” Detective Graham Waters (Don Cheadle)
Era agosto del año 2005, se estrenaba en México la película “Alto Impacto” (“Crash”), cuyo elenco encabezado por Sandra Bullock daría vida a una estupenda producción de la década pasada, ganando el premio Oscar a la mejor película, mejor guion y mejor edición en 2006.
A partir del asesinato de un hombre se entrelazan varias historias: el detective Graham a quien su madre le reprocha haberse olvidado de ella y de su hermano que termina siendo delincuente, un matrimonio de raza negra que sufre la humillación en una detención injusta, un policía veterano que no consigue ayuda médica necesaria para su padre enfermo, un vendedor iraní cuya tienda es asaltada y culpa de ello a un cerrajero, un policía novato idealista que un día hace lo correcto y al siguiente en una terrible confusión mata a un hombre, la esposa del fiscal que vive constantemente enojada.
Algunos de los personajes tienen la oportunidad de redimirse, otros habiendo intentado todo no consiguen cambiar su panorama. Hay que decir que parte del contenido es vulgar sin ninguna necesidad pues la película se bastaba sola.
Aunque hay otras producciones que son promocionadas por ser “realistas” y manejan el formato de entrelazar historias terminan siendo películas muy mediocres. A mi parecer “Alto Impacto” es la que mejor retrataría las complicadas relaciones humanas, se convertiría en el espejo cóncavo en que la mayoría podríamos vernos reflejados: la crudeza de las vivencias cotidianas, los defectos y virtudes de las personas, cómo es que reaccionan ante situaciones ordinarias o situaciones que los llevan al límite; como un día pueden estar confiados en quienes son y al día siguiente caer sin previo aviso, como estando en el suelo pueden levantarse y continuar… o jamás retornar.
El personaje de Jane Cabot que interpreta Sandra Bullock con estupendas escenas y que aunque no es tan caótico como los otros, es con el que me gustaría cerrar la nota: le ha dolido darse cuenta del tremendo vacío en que vive, de la falta de amistades reales y por consiguiente de afectos sinceros, alguien que le escuchase sin medir su tiempo. El ama de llaves hace por ella lo que nadie más hizo, así que Jane pone su orgullo a un lado y le abraza diciéndole:
-“Te quiero… ¿Quieres saber algo gracioso? Eres la mejor amiga que tengo”
El abrazo y la confidencia son finalmente ese contacto al que se refieren al inicio y que en su ausencia el caos se desata. No era casualidad que ganara en categoría de mejor guion. De fondo la canción “In the deep” de Bird York no podía ser menos que excelente. De las últimas producciones que realmente merecieron el premio Oscar y que no estaría contaminada por la ideología de género.
Inteligente, cruda, emotiva e intensa, como la vida misma…
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