Animalismo: Peter Singer y la degradación del hombre

“Tras el ideal de tratar a los animales como si fuesen seres humanos, se esconde el secreto anhelo de tratar a los seres humanos como si fueran animales”. Gilbert Keith Chesterton

La principal característica del animalismo es elevar a los animales al nivel de los seres humanos, dotándolos de “derechos” inexistentes que no han hecho sino rebajar al género humano a la condición de tiranos y bestias. Este movimiento existe desde hace décadas y ha contaminado a la sociedad, el cual se ha erigido sobre la premisa de “protección y amor” a los animales. Peter Singer, hijo de judíos austriacos, profesor de derecho y filosofía en la Universidad de Monash, escribió en 1975 “Liberación animal”, a la cual se le adjudica el comienzo del “movimiento en defensa de los derechos de los animales”. En el aniversario 30 de su libro, Singer habló de que incluso en España que tiene una cultura alrededor de las corridas de toros, muchos animales son mejor cuidados que en EEUU, mostrando con ello que en Europa se ha adquirido mayor “consciencia” del cuidado animal, (esto desde luego a la par de la prohibición del espectáculo taurino en ciudades españolas). Pero el animalismo es el desprecio por la vida humana, tan solo mirar a Peter Singer.

Entre sus principales ideas Singer ve un paralelismo en los derechos de la mujer y los derechos de los animales. Expone el abandono de consumo de “animales no humanos”; se opone al especismo que es la discriminación de un ser vivo, dado que para él, “la diferencia entre especies no es una base éticamente defendible para tener menos consideración por los intereses de un ser sensible que los que damos a intereses similares de un miembro de nuestra propia especie”. Singer, un utilitarista que opina que los argumentos a favor del aborto deben estar basados en el cálculo utilitario que sopese preferencias de la madre por sobre las preferencias del feto, advirtiendo que los recién nacidos carecen de características esenciales para ser considerados humanos. Defiende que los padres deban tener posibilidad de matar a los bebés con discapacidad grave “El infanticidio debe ser excepcional y estrictamente controlado de forma legal pero no se debería excluir, como no se excluye el aborto”. Defensor del infanticidio eugenésico, ni más, ni menos.

Es preocupante encontrar gente bienintencionada que comulga con el animalismo, afirmando al mismo tiempo el no tener nada qué ver con ese movimiento. Y si no ven problema alguno en coincidir es por el desconocimiento de sus raíces y las ideas que se erigen a la par de “la defensa de los animales” que dicen defender y toda la agenda eugenésica que conlleva. Por tanto, dada la gravedad del tema, es preciso respetar a las personas pero no las ideas que promueven y que son contrarias al bien común. James Jarper, escritor y sociólogo, afirmó que los filósofos sirvieron de parteros para los movimientos por los derechos de los animales en la última parte de la década de 1970, el caso de Peter Singer sin duda. Pero estas ideas absurdas expuestas por “filósofos y gente intelectual o científica” no encontrarían eco en la sociedad y en sus leyes si las personas estuvieran atentas a todo el panorama, porque, lo que se necesita para que tales ideas permeen es: profunda ignorancia y políticos legislando para introducir leyes antinaturales.

Por ejemplo, en la Ciudad de México cuya nueva constitución entro en vigor en 2018, su artículo 13, Inciso B, reconoce a los animales como “seres sintientes”, debiendo recibir trato digno. Por su naturaleza son sujetos de “consideración moral”. Indica que la ley determinará medidas de protección a los animales en espectáculos públicos, así como en otras actividades de acuerdo a su naturaleza, características y vínculos con la persona. Sintiente significa tener experiencias positivas o negativas de algo, equivale a decir que es consciente de ello, algo que no tienen los animales. Los animales no sufren, tienen dolor; el sufrimiento es un tema inherente al ser humano, dado que se debe tener raciocinio, consciencia, algo de lo que carecen los animales. La decadente legislación actual pregona –lea usted bien- que el derecho ha evolucionado hacia “entender lo que sienten los animales”, por ello son “seres sintientes” y tienen derechos. Adviértase el lenguaje introducido y las premisas falsas. 

Y así, vemos a legisladores en contubernio con ONG animalistas como Animal Héroes, AC., logrando la prohibición de animales en circos que jamás contempló el trato posterior que recibirían, muriendo en su mayoría. Esta asociación asesoró a la bancada animalista que presento iniciativas para prohibir las corridas de toros, algo que lograron el mes pasado cuando se ordenó la suspensión definitiva del espectáculo taurino en la Monumental Plaza de Toros México. Animal Héroes AC se presenta en protestas y performances de la mano de PETA Latino, de la cual Peter Singer es integrante en su estatus internacional. Este miserable “filósofo” utilitarista dio también dio su flamante opinión respecto a la zoofilia al decir que mientras el sexo entre especies no es normal, ni natural, no constituiría una transgresión de nuestro estatus como seres humanos, porque “somos animales, más específicamente grandes simios”. Nauseabundo.

Es entendible la ignorancia, pero no es disculpable en ciertos temas que atañen al bien común. No importa cuánto aluda usted al bienestar de los animales, observe que quienes lo promueven son gente que promueve el aborto, la zoofilia, el infanticidio, la eugenesia, la ideología de género, todo, absolutamente todo en un mismo frente. De tal suerte que aunque usted se diga provida, si comulga con las ideas de los animalistas, créame, ya ha perdido. Porque ¿acaso cree que todo terminara con la prohibición de animales en circos y las corridas de toros? No, seguirán las charrerías, la regulación de mascotas, la prohibición de ganaderías o el consumo de carne, su venta y distribución. El impacto es brutal en todos los aspectos y en ninguno de ellos importó jamás el animal y, usted y su familia, tampoco. Estamos en una espiral descendente que no tiene fin, por las ideas inmundas paridas de las mentes más viles que causan estragos en el mundo. 

Así que, permítame no respetar su ignorancia vencible (y que por holgazanería no ha vencido) cuando manifiesta horror a las corridas de toros, cuando manifiesta su adhesión al veganismo o su apoyo al feminismo, lobby homosexual o al aborto en ciertos casos o aborto libre, entre otros ejemplos; porque ello es aprovechado por gente como Peter Singer, Margaret Sanger, John Money e infinidad de políticos que usan esa ignorancia para contaminar a la sociedad e impulsar las leyes más insultantes. Ordene su sensibilidad y permita que la razón tome las riendas. Conozca sus raíces culturales, absténgase de apoyar lo que esta de moda, antes bien infórmese y fórmese en aquello que dude. No hay tema secundario. En lugar de seguir la corriente al mundo, forjemos hombres y mujeres sensatos que puedan hacer frente a la aplanadora de la ideología de género, que protejan la vida y la familia en cada aspecto.

Ya lo decía Chesterton: “Todos nosotros vamos en un mismo barco sobre un mar borrascoso. Nos debemos los unos a los otros una enorme lealtad”…

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