CDMX: El asesinato en el vientre materno se extiende a las 20 de semanas de gestación

En 1984 el Dr. Bernard Nathanson grabó por medio de ultrasonido el aborto de un bebé de 12 semanas de gestación, demostrando que éste siente dolor y hace movimientos violentos para evadir la punta de succión. Al percibir la agresión, su corazón se acelera a 200 latidos/min; el cuerpo es desmembrado y el bebé abre su boca en un grito de dolor que el doctor describió como “El grito silencioso”. Ahora bien, la madre puede sentir a las 20 semanas el movimiento del bebé en su vientre; 20 semanas significa poco más de la mitad del embarazo, el bebé mide entre 16 y 20 cm de largo y pesa entre 250-300 gramos aproximadamente.

Lo anterior viene a colación por lo sucedido en nuestra ciudad en recientes días: con 45 votos a favor, 12 votos en contra y cero abstenciones, el 29 de abril del presente año los congresistas de la Ciudad de México abrogaron la Ley de Salud del Distrito Federal y en su lugar expidieron la Ley de Salud de la Ciudad de México. La diputada Lourdes Paz Reyes indicó: “Esta nueva ley sienta las bases para una transformación de los servicios de salud. Su finalidad será que toda persona cuente con un sistema que garantice el acceso al servicio de manera gratuita, universal, equitativa y con perspectiva de género”.

La legisladora no miente, una de las transformaciones está en haber aprobado el aborto hasta las 20 semanas de gestación, siempre y cuando el embarazo sea consecuencia de una violación sexual. La gran particularidad es que al acudir al «centro de salud» no importará si la mujer denunció o no la violación; el personal médico tampoco está obligado a verificar si la mujer fue violada o no. ¿De qué hablamos? De una flagrante mentira, de acceso al aborto hasta las 20 semanas a cualquier mujer que afirme haber sido violada, puesto que ella puede inventarlo y solicitar el aborto. Sí, en efecto hay mujeres que mienten sobre el origen de su embarazo.

Esta además el hecho insultante de la impunidad otorgada implícitamente al violador al indicar que no importa si su crimen fue denunciado o no, lo mismo aplica a los tratantes de blancas. Curiosamente el personal médico que debe reportar de inmediato a las autoridades si hay un herido de bala, no esta obligado –léase bien- a corroborar en modo alguno la violación de la mujer, es decir a ponerla en entredicho, cuando lo que realmente sucede es que esta ayudando al violador a quedar impune. Todo ello significa una serie de fallas deliberadas de la ley en cuestión. Así que, llegados a este punto deberíamos preguntarnos ¿A quién conviene esta nueva ley? Algo es seguro: no a la mujer.

Por lo que se refiere al aborto provocado, es asesinato en el vientre materno, no importa si la concepción fue a causa de una infidelidad, de una violación, durante el noviazgo o en pleno matrimonio. El aborto es asesinato en el vientre materno, no importa si se lleva a cabo a la semana 1, 12, 20 o 9 meses, es el mismo ser humano en una etapa diferente. Y desechar vidas humanas por motivo de su concepción, por algo de lo que no son culpables es una aberración porque implícitamente decimos que unas vidas valen más que otras.

En la era de los derechos humanos, se comete frente a nuestros ojos el crimen más execrable de todos, se legisla sobre ello sin que apenas opongamos resistencia y después nos sorprendemos de la violencia que vivimos en las calles, esa que nos hace sentir temerosos cuando ya hemos colaborado en llevar a cabo el aborto con nuestro cobarde silencio. Pero tengamos por seguro que si nosotros calláramos, las piedras gritarían. Los que han decidido callar ya han tomado partido por las injusticias que se viven actualmente. Y huelga decir que hay una diferencia abismal entre el grito silencioso de los inocentes y el silencio de los cobardes, motivo de censura.

Todo aquel que apoya el aborto debería avergonzarse. Pero todo aquel que no hace algo por la defensa de la vida sabiendo el crimen que se comete, merece una reprobación mayor. Los hay quienes piensan que no hacen daño al opinar de manera favorable al aborto; nunca piensen que una opinión no hace daño a nadie, se hace y mucho; no es respetable en modo alguno. Debe combatirse, más aún si se trata de su propia familia y amigos. La sola pregunta de Dios  ¿DÓNDE ESTÁ TU HERMANO? debería llevarnos a actuar en pro de los más indefensos, so pena de convertirnos en un verdadero Caín…

Deja una respuesta