El matrimonio por encima de todo
Se dice en el Génesis que habiendo el Creador hecho a Adán, dijo; “no es bueno que el hombre esté sólo. Haré pues un ser semejante a él para que le ayude”. Entonces Yahvé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Y le sacó una de sus costillas, tapando el hueco con carne. De la costilla que Yahvé había sacado formó una mujer y la llevó ante el hombre… Por eso el hombre deja a sus padres para unirse a una mujer, y son los dos una sola carne.
Se dice en la misma Biblia que “Dios los bendijo diciéndoles; “sean fecundos y multiplíquense”. Según lo dicho, esa unión del hombre y la mujer para multiplicar la especie humana es una institución por Dios establecida.
La iglesia busca promover la permanencia de los cónyuges en un matrimonio, para ello está una breve preparación para quienes pretenden contraer matrimonio, lo cual puede resultar útil para quienes carecen de carácter y de profundo sentido de la responsabilidad.
Aquellas personas que asisten a dichos cursos prematrimoniales además de adquirir las experiencias, de la educación tanto en lo religioso como en lo ético y en lo jurídico, deben de salir de la preparación con la convicción de que el matrimonio, además de la belleza y fuente de sanas satisfacciones que representa, ha de ser una época de superar posibles propios errores y perdonar ajenos, ya que todos somos susceptibles de incurrir en ellos.
Es importante no olvidar que un matrimonio es origen de obligaciones, éstas se cumplirán sin pena si realmente existe un amor de novio que se conserve y se cultive para hacerlo más hermoso en el matrimonio.
Hagamos de la decisión de casarse una elección responsable en la que estemos dispuestos a ceder y a tolerar, pero sobre todo a amar y a querer hacer feliz a nuestra pareja primero, y después a nosotros mismos.
El divorcio es un enemigo acérrimo, pero conciliador en casos extremos.
Hemos de ser enemigos del divorcio, pero no en los casos justificados (golpes, engaños, otras familias,…) que señalan las leyes, ya que ha venido a resolver problemas humanos que sin tal institución no tendrían solución satisfactoria. La Iglesia no permite un divorcio, ya que lo que Dios une no lo separa nadie más, sin embargo, está la separación física en la que vivir se hace más llevadero. Sin volver a contraer matrimonio con nadie más y dedicarse a sus hijos. Por ello el divorcio en cierta forma es amigo del hombre, pero enemigo de la institución del matrimonio, ya que como podemos constatar en los datos y hechos, el divorcio ha venido a ser un medio de evasión de responsabilidad en la que los hombres y mujeres se lavan las manos y dejan de luchar por cualquier razón.
Y para no quedarnos atrás y ver hacia delante
Les comento que esta semana tuve en entrevista al Dr. Elard Koch responsable del experimento chileno que demuestra que entre otros factores, la prohibición total del aborto reduce el índice de mortalidad materna. Lo pueden escuchar en iTunes http://itunes.apple.com/us/podcast/elard-koch-en-entrevista-explica/id535373682?i=116799341&mt=2 y escuchen cómo claramente nos dice que “el tema del aborto ya no puede seguir siendo un tema de opinión pública, sino que debe de regresar a la gestión de políticas públicas con evidencias contundentes”.
Nos leemos la semana que entra para no quedarnos atrás y ver hacia delante.
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