Contar cuentos: la batalla por la inocencia de los niños

“La única educación posible es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para atreverse a decírsela a un niño». Gilbert Keith Chesterton

Cuando fuimos niños, alguna vez escuchamos historias, cuentos y anécdotas que nos fueron contados por lo regular por nuestros padres o abuelos, algunas veces descansando en su regazo o simplemente sentados en el suelo, prestando atención. En las fiestas de cumpleaños suele verse a los payasitos contando chistes y organizando juegos y concursos para los pequeños. Gran parte de estas vivencias se quedan grabadas en nuestra memoria de una manera muy nítida aun habiendo transcurrido muchos años. Durante esa primera infancia se forman millones de conexiones neuronales por segundo, es la etapa decisiva de desarrollo integral de los niños; lo que viven en los primeros años, da forma al resto de su vida.

A este respecto, se llevó a cabo del 7 al 15 de octubre la Feria Internacional del Libro de Monterrey 2023, anunciada con un “programa cultural para todo público: desde el pabellón de la niñez para la primera infancia hasta encuentros y congresos para los profesionales del libro”. Fue anunciada como una apuesta por la cultura, por impulsar y promover la lectura. Todo fluía con normalidad hasta que el comité organizador canceló de último momento un evento en el que Drag Queens leerían 4 cuentos al público infantil. El grupo Percha LGBT+ convocó a una “protesta pacífica para hacerse ver, luchar por sus derechos para que ya no exista censura y tampoco se discrimine el arte drag” señaló Roberto Santana, Coordinador de Arte y Cultura de dicha agrupación.

La cancelación de Cuenti-Drag en la FIL 2023 dio pie a que escritores declinaran su participación en el evento, éstos fueron: Verónica Roth, autora de “Divergente”, Tracy K. Smith, autora de “Vida en Marte”; Marie Lu, autora de “Legend”; así como el actor y youtuber Alan Estrada conocido como “Alan x el Mundo”. Uno de los cuatro libros que serían leídos era “Nosotras/Nosotros” de Ana Romo y Valeria Gallo, editado por el Fondo de Cultura Económica; dicho libro trata el tema de equidad de género mediante pequeñas frases e ilustraciones, he aquí el inconveniente: las frases son una rotunda falacia, como aquella de “Algo tan simple como escribir se nos ha prohibido. No podíamos ensartar una palabra con otra para formar frases”, una mentira evidente para cualquier persona de mediana formación que sabe la existencia de escritoras a lo largo de la historia. Ello es tan solo una muestra.

Por otro lado, el tema de los Drag Queen son hombres que se visten como mujeres, muy maquillados y hacen espectáculos sensuales y eróticos; esto no es una opinión, es un hecho expresado por un hombre que se dedica a ello: “Una Drag Queen actúa en un club nocturno para adultos. Situaciones sexuales ocurren ahí y detrás del escenario hay mucha desnudez, sexo y drogas. Así que no creo que esto sea un camino que quieras que tu hijo explore. Hacer que se interese en el Drag Queen es extremadamente irresponsable”. Así que la cuestión es muy simple: la hora de cuentos de Drag Queens jamás se ha tratado de leerle a los niños, sino de corromperlos para acercarlos a su mundo desordenado.

Debe tener claro que un Drag Queen no es un payasito de las fiestas infantiles que tan sólo se maquilla para contar chistes, no es un súper héroe, tampoco es la abuela que cuenta anécdotas; los Drag Queen suelen centrarse en la homosexualidad y la fluidez de género a través de cuentos cortos, o rimas clásicas reescritas. Debe decirse que su espectáculo no es ni siquiera para adultos, sino para pervertidos, diferencia abismal. Cuando los ideólogos de género dijeron que iban por los niños, hablaban en serio y para ello se han valido de todo: usan recursos públicos, manipulan las leyes; tienen por aliados a los medios masivos de comunicación, a editoriales, a eventos internacionales de literatura, y todos se prestan a blanquear conductas abiertamente desordenadas e inmorales. Y los únicos que se interponen entre ellos y los niños, son los padres de familia.

Cuanto más desorden vea en el mundo, más presente debe tener esto:

Un hombre vestido como mujer, no es una mujer.

Un hombre maquillado como mujer, no es una mujer.

Sólo existen dos sexos: hombre y mujer

Los cuestionamientos que debe hacerse son:

¿Por qué permitiría usted -o peor aún, por qué querría usted- que el estiércol que se vierte en un club nocturno se vomite ahora en un espacio de lectura para niños?

¿Permitiría que un alcohólico le dijera a sus niños que está bien probar las bebidas embriagantes? ¿No? Entonces ¿por qué permitir que un hombre vestido de mujer –y aunque no estuviera disfrazado- le diga a sus niños que el estilo de vida de un Drag Queen está bien?

Cuando usted se manifiesta en contra de tales espectáculos no coarta la libertad de expresión, antes bien protege a sus niños y no hay nada más preciado en un hogar que esas pequeñas perlas que son los niños. Cada día que se enseña a sus hijos a diferenciar lo bueno de lo malo, a diferenciar a un hombre de una mujer, a amar a su familia y a sentirse amado, más difícil será para los ideólogos de género y para el mundo arrebatarles su inocencia y su integridad. Quien quiera que sea usted, (padre de familia, doctor, abogado, barrendero, maestro, estudiante, escritor, organizador de eventos culturales, político, publicista): lo único que ellos necesitan para corromper a los niños es que usted no haga absolutamente nada.

Y la pregunta ahora es: ¿Qué es lo que hará por los niños?

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