CUIDADOS PALIATIVOS: CUIDAR CUANDO NO ES POSIBLE CURAR

México, D.F. Octubre, 2011.- Luego de celebrarse el Día Mundial de los Cuidados Paliativos (el pasado 10 de octubre), impera la necesidad de fomentar una cultura de cuidados paliativos en la que se garantice la protección de los derechos de los enfermos terminales, así lo señala la Dra. Rocío Guillén, paliativista del Instituto Nacional de Cancerología.

En este sentido, manifiesta que la intención de fortalecer el conocimiento y uso de los cuidados paliativos, en nuestro país, es la de salvaguardar la dignidad de las personas en situación terminal y evitar la práctica de métodos que atenten contra su vida.

De acuerdo a la especialista, los cuidados paliativos son aquellos recursos que le permiten al enfermo sobrellevar su padecimiento evitando el dolor en la medida de lo posible, lo que origina que su calidad de vida se incremente al disminuir el sufrimiento causado por su enfermedad.

En palabras de la Dra. Guillén, para que estos recursos respondan plenamente a las necesidades de los enfermos, es también indispensable que las instituciones de salud cuenten con los recursos y la capacitación médica, además de ofrecer la atención no sólo a los enfermos sino también a sus familias.

Cabe señalar que los cuidados paliativos no aceleran ni retrasan el curso de la enfermedad, únicamente disminuyen los síntomas dolorosos y su aplicación ayudaría en gran medida a que los enfermos en la situación terminal vivan de la mejor forma posible.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los cuidados paliativos como el cuidado activo y total de los pacientes en el momento en que su enfermedad no responde a las medidas curativas. El principal objetivo es el control del dolor y otros síntomas, así como los problemas sociales y espirituales.  Con los cuidados paliativos, el paciente mejora su calidad de vida considerablemente.

El objetivo del apoyo paliativo es ofrecer la más alta calidad de vida posible al paciente y a su familia, por lo que consiste en:

  • Afirma la vida y considera como normal el proceso de morir…No acelera, ni atrasa la muerte.
  • Provee alivio del dolor y otros síntomas.
  • Integra los aspectos psicológicos y espirituales del cuidado del paciente.
  • Ofrece un sistema de ayuda a la familia para afrontar de la mejor manera la enfermedad del paciente y el duelo.  

En el marco de su celebración, es fundamental que los pacientes y sus familiares conozcan este tipo de atención, en el que se acaba con el dolor y no con el doliente, puntualiza la paliativista.

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