Por: Maricarmen Alva
Fundadora y Presidenta de IRMA ac (Instituto para la Rehabilitación de la Familia y la Mujer A.C.
¿Que piensas de que haya cuotas de mujeres y personas con discapacidad en empresas y partidos políticos?
Es otra forma de discriminar a ambos. Las mujeres y las personas con una discapacidad tenemos muchos parecidos: somos especiales. Somos guerreros, trabajamos mas que los demás, nos las arreglamos para resolver las cosas sin tirarnos al suelo y sin decir «no puedo». Las mujeres porque muchas tenemos el regalo de ser mamás y de ser esposas, de tal forma que si además de esta tarea tan completa hemos optado por contribuir a la familia y a la sociedad con nuestro trabajo, digamos que nos las ingeniamos para hacer rendir el tiempo sin descuidar ninguno de nuestros compromisos. ¡Y lo hacemos bien! Tanto que llegamos a ser muy bien cotizadas y aquilatadas como mamás, esposas y trabajadoras. La historia ha reconocido que la mujer vino a aportar a la humanidad más que ternura, más que belleza; una manera distinta y complementaria de hacer las cosas. La visión de la mujer para el mundo implica el hacer mejores ciudadanos, más humanos. Atender varios asuntos a la vez es más que una característica, es una cualidad para no descuidar el detalle en lo importante, en las formas que llegan a desarmar a cualquiera mas que a convencer. ¿Hay necesidad de que tengan que pedir un mínimo de mujeres en un partido político? ¡Cómo si fuera una carga tenernos en sus filas!
Lo mismo sucede al solicitar una cuota de personas con alguna disfunción orgánica o mental para trabajar en determinado lugar; un acto discriminatorio. Quizá no en intención, pero si en el mensaje que se da y que recibimos todos sin analizar que al «obligar» mas que a promover pareciera que están recalcando que somos unos y otros incapaces de mostrar nuestra valía o de desquitar un determinado sueldo.
Unos y otros con mayor dificultad, eso si, para realizar un trabajo (porque trabajamos doble: en casa o x carecen de un miembro o talento) podemos ganarnos el aprecio en tanto resultados demos.
La calificación o evaluación previa a contratar a cualquier persona es fundamental para revisar si esta es apta o no para ejecutar la tarea solicitada. ¿Porqué no continuar con esa medida? Resulta retante para todos, estimulante para demostrar lo que podemos.
No hay acto más discriminatorio que etiquetar, juzgar o considerarnos «vulnerables» todos somos especiales y tenemos talentos especiales a descubrir y ser potenciados. Nos necesitamos unos a otros y ahi esta la gran oportunidad que tenemos frente a nosotros si trabajamos hombre y mujeres juntos haciendo lo que mejor sabemos hacer. Hombres y mujeres con disfuncionalidades o no, porque todos tenemos una forma distinta de ver, sentir y resolver los retos que cada época nos plantea.
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