De prostituta a activista

Siempre escuché que el trabajo más antiguo de la historia de la humanidad, era la “prostitución” y te lo hacen ver desde que eres niña como si fuera algo muy normal y algo digno, desde como te lo pintan las películas, en los programas gubernamentales, desde como le llaman; un “oficio de sexoservicio.” Una vez más se utiliza un eufemismo, un término inadvertido que hace creer que la prostitución es un trabajo real.

La prostitución aunque sea “legal” no es un trabajo, las mujeres que viven de la prostitución quieren ser otra cosa, quieren un trabajo de verdad, quieren ser enfermeras, secretarias, la prostitución es una forma de esclavitud. Rodeada de mujeres que alguna vez fueron prostitutas, asistí a un encuentro de organismos que luchan en contra de la prostitución y tráfico de mujeres. En dicha reunión dí cuenta del problema tan grave que representa esta confusión que ha hecho creer a generaciones enteras que el “sexo servicio” es un trabajo milenario.

Mujeres de todas las edades de todas las nacionalidades, reunidas en una sola voz, abriéndonos los ojos para que como sociedad detengamos tan lamentable situación. Vednita Carter de la Organización “Coalition against trafficking in Women (Coalición en contra del tráfico de mujeres” encabeza un grupo de personas que va contra de la compra y venta de mujeres. www.brakingfree.net , son activistas que buscan reivindicar a la mujer, y evitar que se siga considerando a la prostitución como si fuera algo normal.

Por otro lado, Sigma Huda, quien fuera prostituta argumentaba: “no creo en la prostitución, no es un trabajo, aunque los gobiernos quieren hacernos creer que lo es”. Escuchándola constataba yo cada vez más y corroboraba, que la perspectiva de persona humana se ha perdido, se ha olvidado que estas mujeres son seres humanos antes que nada, que no deben de ser utilizadas como objetos, que tienen derecho de vivir en su casa, con su familia, en un trabajo formal. ¿Por qué el tráfico de mujeres no se detiene?

Existen tantas asociaciones que me planteaba varias veces la misma pregunta, y saliendo de esta ponencia me quedó claro, que como en todo mercado, es cuestión de oferta y demanda, pero también de decisiones; hay una pobreza lamentable en muchos países a nivel mundial. Promover que el hombre es el que transmite la descendencia y que la mujer no es nada, hace que se subestime a las mujeres y no importa a lo q se dediquen. La cultura que en países subdesarrollados con respecto al papel que representan hombres y mujeres, es también un factor determinante en que este hecho se dé. Según las panelistas, los mismos gobiernos promueven la prostitución, tal es el caso de Tailandia. Y aseveraron estas mujeres activistas que “lo niegan y es un hecho que lo encubren y lo legalizan.” Y aseveraron que lo que en realidad se hace es “regular la inmigración y no la prostitución.” ¿Por qué no se debe de considerar la prostitución como trabajo? Porque las prostitutas se encuentran en una situación de desventaja, porque se aprovechan de sus cuerpos como si fueran objetos. Las expositoras afirmaban que cuando te encuentras en una forma de explotación, no es un trabajo y la prostitución es explotación.

Lo que es una realidad, es que si en tu trabajo tienes dignidad, es un trabajo digno, estas mujeres testimoniaron que en la prostitución la pierdes. No tienes dignidad porque no tienes derechos, ni prestaciones, no tienes ningún tipo de relación con un verdadero trabajo, no eres más que un commodity. Diez mujeres eran las que frente a un auditorio lleno de hombres y mujeres expresaban su pesar, con desesperación en la voz argumentaban que los gobiernos las quieren asistir para que continúen así, ofreciéndoles condones, y eso lo dijeron muy claro “no es lo que queremos, en realidad queremos un verdadero trabajo.” Trabajo me retumbaba en los oídos, y concluí que la prostitución es una forma de violencia en contra de las mujeres. No dieron cifras académicas, ni estadísticas numéricas, dieron sus testimonios basados en experiencias, hablaron mujeres que han sido usadas como objetos para el beneficio económico de algunos sectores. “No somos sexoservidoras, somos prostitutas, utilizadas, ¡¡No es un trabajo!! Somos humanos que no queremos que nos violenten.” Repitieron esta realidad infinidad de veces, conforme hablaba una nueva expositora, de una u otra forma lo decía, lo que evidentemente demuestra que hay una inequidad en esta situación, se pone el beneficio por encima de todo, a cualquier costo.

El clímax de la conferencia fue cuando CHERRY SMILEY, una mujer aborigen de Canadá comenzó a hablar en su dialecto nativo y después continuó en inglés diciendo: “Consideren mi vida valiosa, no soy un objeto, no promuevan la prostitución, no necesitamos condones, necesitamos trabajo digno. Alto al tráfico de blancas.” La piel se encrespaba al escucharla hablar, te estremecía ver los ojos de una mujer de apenas unos veinte años hablando de su madre, de su hermana, de ella misma siendo degradadas y minimizadas. Con la voz entrecortada continuaba: “Nos meten a la prostitución para utilizarnos como objetos sexuales, para violarnos y exterminar a nuestras minorías.” Cherry afirmaba que la situación de prostitución no es cuestión de salud, ni de condones, ni de querer reducirla, sino afirmó “queremos que la erradiquen.” Cabe destacar que después de escucharla quedó muy claro el mensaje, la prostitución no es lo correcto ni la pornografía ni el tráfico de personas. (Checa el testimonio en el video)  Asimismo, la conferencia puntualizó que hay necesidades de verdad, que lo que quieren los sectores desfavorecidos es comer, estudiar, hablar en su propio idioma, vivir en familia, crecer y envejecer.Y finalmente Ruchira Gupta, quien es una voluntaria que trabaja ayudando en burdeles de la India y otras psicólogas y voluntarias que conviven con mujeres que se prostituyeron, aseveraron que la baja autoestima de estas personas no les permite distinguir entre lo que es violencia y lo que no es. Puesto que estas mujeres consideran que como les pagan, hay derecho para que les peguen, eximen a los clientes de su responsabilidad y les permiten todo tipo de violencia, justifican hasta los mismos asesinatos, porque “hay dinero de por medio”. Una experiencia por mucho muy ilustrativa, cruda, real, que deja qué pensar y claro está, una tarea muy ardua por lo que debemos trabajar. La prostitución no es una “opción de vida” es una forma de esclavitud y violencia que hay que erradicar.

Nos leemos pronto para no quedarnos atrás y ver hacia delante.

 

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