DEMASIADAS INCÓGNITAS

La semana pasada hablaba yo de lo conveniente que sería comprar dólares por debajo o cerca de $21. Vimos como muy fácilmente puede rebotar por razones internas y externas. Tan pronto como el viernes pasado perdió 20 centavos, el lunes otros 40 centavos y el martes anduvo sobre $21.69.
Así como también comenté que el dólar se había debilitado contra todas las monedas, desde el viernes, se ha fortalecido. ¿Qué está pasando ahora? Veo dos cosas pesando mucho. Un resurgimiento de casos de COVID en Europa y escándalos sobre algunos bancos muy importantes que recibieron dinero de posible procedencia ilícita.
El resurgimiento del COVID trae consigo preocupaciones de mayor incertidumbre y daño económico. Además de que los ensayos para la vacuna han encontrado complicaciones en el camino.
En cuanto a los bancos, la preocupación de que estos recursos sean “sucios”, provocan la caída del precio de la acciones del sector y agudizan la baja del sector tecnológico que hoy pesa tanto.
Frentes de incertidumbre global hay muchos: la guerra comercial y de propiedad intelectual entre EEUU y China, las elecciones en EEUU, la falta de aprobación de un nuevo paquete económico también en EEUU, el fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg que pospone ciertos temas de la agenda nacional y que están a la espera de una nueva nominación por parte del presidente.
El BREXIT, tema que pasó a segundo plano a partir del surgimiento de la pandemia y que está latente la posibilidad de una salida sin acuerdo que sería desastrosa, ese posible escenario se llama “Hard Brexit”.
La semana pasada los cuatro bancos centrales en sus respectivas juntas decidieron no hacer nada, la tasa se queda igual y sin cambios en EEUU, Japón, Brasil y Reino Unido. El común denominador es que todos sus comunicados expresan un lenguaje muy acomodaticio y suave y una gran preocupación por la evolución económica ante las difíciles circunstancias.
En México hay junta mañana del Banco Central y coincide con que más temprano conoceremos la inflación de la primera quincena de septiembre. Lo que se espera es que la tasa de referencia que actualmente está en 4.50% podría bajar a 4.25%. No hay que olvidar que la inflación está por arriba del 4% y también por arriba del rango que quisiera el Banco, por lo tanto, bajar 0.50% lo veo muy poco probable.
En conclusión, veo un escenario volátil que pone temporalmente al dólar fuerte y que los ajustes en las bolsas pueden ser sanos y sigue sin haber una razón fundamental que pueda agudizar este comportamiento negativo. La semana pasada hubo ofertas primarias de nuevas empresas tecnológicas que acapararon recursos y atención.
Veo muy positivo los contrapesos políticos y si bien hoy ningún partido político lo puede lograr, este frente y la sociedad empiezan a manifestarse. El problema que veo es que se tienen que unir para verdaderamente hacer oposición y contrapeso. Si surgen líderes de la IP, ex candidatos, políticos de otros partidos y cada uno de ellos por su cuenta, no se va a lograr nada.
La participación de la sociedad y la empatía por salir a votar en las intermedias puede ser una buena noticia para la segunda mitad del término presidencial. Mi mayor preocupación sigue siendo la ausencia de crecimiento económico y la nula visión y planeación por tenerlo. Esta situación de prolongarse vulnera las finanzas del país y eventualmente la calificación crediticia. Sigo pensando que proteger el patrimonio es imperativo y que se tiene que actuar en consecuencia.
@juansmusi

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