Diferentes visiones, misma preocupación

Biden encontró apoyo en el G-20 y prospera la idea de gravar a las empresas grandes que tienen su domicilio fiscal fuera de Estados Unidos. Esta es una medida que busca recaudar billones de dólares que hoy no se pagan y que deberán pagar por lo menos el 15% a partir del 2023.
Esta, es solo una de las medidas de la presente administración que busca también regresar la tasa corporativa al 30% después de que Trump la bajara al 21%. Por último, también buscarían subir la tasa a las personas y familias con grandes ingresos. Desde luego que para financiar su plan de infraestructura y no seguir aumentando el gigantesco déficit, son medidas que urgen.
Hubo un contraste muy interesante la semana pasada con las minutas del Banco Central norteamericano y mexicano. La FED, siguió con un tono optimista. Reafirmando que la inflación es transitoria y uso un lenguaje más suave que en minutas anteriores.
Siguen hablando de subir las tasas hasta el año 2023, cosa que me cuesta trabajo creer. Lo que me asombra es que no le bajen al programa de recompra de bonos, que al final es impresión de dinero que contribuye a los procesos inflacionarios.
Los seguros por desempleo, los cheques de ayuda por COVID, en muchos casos se están utilizando para comprar artículos de moda o lujo y no para comprar necesidades o bajar las deudas. En el caso de Banco de México, las minutas fueron más pesimistas, se utilizó un lenguaje más duro y que deja ver preocupación.
Derivado de lo anterior hay muchos analistas que pensamos que la tasa de referencia este año podría rebasar el 5% desde el 4.25% que actualmente se encuentra. Hay quienes ven que podría llegar a 5.50% a finales de año.
Esta semana será de nuevo muy interesante porque se publicará hoy la inflación en Estados Unidos y veremos que tan creíble es esta baja preocupación de Jerome Powell y la FED, y también es la semana en la que empiezan a reportar las empresas que cotizan en bolsa. Esta semana destacan las del sector financiero.
De nuevo, se espera una temporada de reportes favorable, que seguirá promoviendo máximos en los índices y que superaría las expectativas en su gran mayoría.
También, el día 15 veremos la llegada del nuevo Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que sustituye a Arturo Herrera, quien ocupará a partir del 2022 la Gerencia General del Banco de México. Lo he comentado anteriormente y lo ratifico, los cambios no me preocupan siempre y cuando:
1.- Las finanzas públicas sigan siendo sanas y ordenadas, cosa que en su momento hizo bien Carlos Urzúa, luego Herrera y deberá continuar de la O.
2.- Que nuestro Banco Central mantenga su carácter de autónomo y que no se vulnere su institucionalidad y su ley. En ambos casos me mantengo optimista porque al que más le conviene que estas cosas no cambien es al Presidente de la República. Cualquier alteración en estas variables podría descomponer lo macro y que incluso con la agenda altamente social, desordena y desestabiliza.
De nuevo el tipo de cambio rebasa los $20 y con tranquilidad vuelve a los $19.80, una volatilidad ocasionada por el diferencial tan grande de tasa entre Estados Unidos y México y que sigue manteniendo un equilibrio gracias a este orden que refiero, a las remesas, a las exportaciones y también al alto precio del petróleo, que, por cierto, sigue la OPEP sin alcanzar acuerdos y por ende sigue subiendo hacia los $80 dólares por barril.
@juansmusi ​​​​​​​

Deja una respuesta