A través de ella, la mujer aprende a confiar en su capacidad natural, atendiendo las necesidades de su cuerpo.
Respetar la libertad de la mujer, promover la participación activa de su familia y brindar al bebé un nacimiento amable son algunos objetivos.
México D.F., Septiembre, 2011.– Proteger la salud, aumentar la confianza de las mujeres en su capacidad natural de dar a luz, preparar a las mujeres y a sus parejas para el nacimiento, prepararlos para la paternidad, desarrollar redes de apoyo social, estimular la seguridad de los padres y contribuir con la reducción de la morbilidad perinatal y la mortalidad son algunos de los objetivos de la educación perinatal, así lo informó la especialista Gabriela Oria.
Y es que hoy ante la industrialización del parto, contar con la debida información para vivir este trascendental episodio de la vida, como lo es el embarazo, resulta fundamental para hacer que la experiencia sea lo más confortable.
De ahí la importancia por promover la educación perinatal, en tanto son medidas educativas y de apoyo que ayudan a los futuros padres a comprender sus propias necesidades sociales, emocionales, psicológicas y físicas durante el embarazo, el trabajo de parto y la paternidad.
De acuerdo a Gabriela Oria, doula y educadora perinatal, es indispensable que la mujer embarazada conozca los síntomas propios de la gestación, el tipo de nutrición más adecuada para ella y su bebé, las prácticas para efectuar una lactancia adecuada y lo que enfrentará durante el parto. “Sobre todo es impulsar que la mujer aprenda a confiar en su capacidad natural para parir, atendiendo las necesidades de su cuerpo”, enfatiza la directora de Mujeres Independientes en Acción (MIA).
Sin duda, parte fundamental es reconocer que el embarazo no sólo es la formación de un bebé, también es la formación de una mamá, razón por la cual hay que aprender a atender el lenguaje del cuerpo, respetar la libertad de la mujer en todo momento, promover la participación activa de la familia y brindar al bebé un nacimiento amable.
Otro asunto relevante es el referente a promover que el parto sea natural y no medicado. En este sentido, Gabriela Oria indica que se trata de confiar en las reacciones del cuerpo para que el parto natural sea una experiencia de tranquilidad promoviendo que la mujer embarazada cuente con preparación física y emocional así como acompañamiento. Así, “se busca reducir el número de cesáreas que en nuestro país lejos de disminuir conforme a las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS), va en aumento”, finaliza.
Cabe mencionar que el porcentaje sugerido de la OMS en cuanto a cesáreas es del 15%, mientras en México se tiene el dato de que la práctica se da en alrededor de un 40%, con sus respectivas variaciones del sector privado o público.
Fuente: TAD / Lucía Rincón: lrincon@1tad.net
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