Por: Mónica Ortiz Otárola Fuente: Entrevista al doctor David Isaacs, revista ARBIL No.61
¿Dónde existen los cauces adecuados para recoger el deseo del hombre de hacer algo grande, de esforzarse en función de un ideal? En esta entrevista al David Isaacs, doctor en educación y profesor en la Universidad de Navarra (España) en la que fue vicerrector y director del Instituto de Ciencias de la Educación, éste se toma su tiempo al responder
«Uno como padre puede tener muchos proyectos de vida y no tener ninguna seguridad de que lo va a lograr por la existencia de un montón de influencias externas y negativas que afectan hoy a la familia», asegura experto europeo.
¿Dónde existen los cauces adecuados para recoger el deseo del hombre de hacer algo grande, de esforzarse en función de un ideal?
«La respuesta es sencilla, se trata de hacer de las pequeñas cosas de cada día una suma de esfuerzos, que puedan ser algo grande, una muestra de amor. Los hijos necesitan saber que su vida sirve para algo. Que es necesario superarse personalmente para trabajar mejor. Si no enseñamos a los niños a ser mejores solo estamos formando a futuro seres egoístas, incapaces de resistir y soportar las molestias a la que nos vemos enfrentados diariamente. Con situaciones ambientales perjudiciales, rodeados de un sinfín de pequeñas y falsas necesidades; de influencias nocivas creadas por el hombre, pareciera que no quedan posibilidades de encontrar aventura…»
Al Dr. David Isaacs, consultor en centros educativos de más de una treintena de países europeos, africanos, americanos e incluso de lugares tan remotos como Finlandia le han llamado para dictar conferencias. Autor del libro «La Educación de las Virtudes», texto que ha sido reeditado ya 13 veces, se le han sumado una serie de videos en que aborda el mismo tema. Casado, es padre de siete hijos.
La familia ante todo
Isaacs defiende una educación en la virtud vivida de forma personal en el marco indispensable del núcleo familiar. Este pedagogo defiende el valor de la familia: «la que hemos palpado desde nuestra niñez debería ser sometido a una consideración intelectual para juzgar si es válido o no. Y para valorarlo es necesario poseer -afirma- información completa y saber distinguir hechos y opiniones, lo importante y lo secundario».
– P. Está usted de acuerdo usted con la frase «la familia hoy está en crisis». – R. La familia como institución no lo está. Lo que pasa es que hay familias concretas, una a una que si viven serios problemas ya sea de comunicación, convivencia, relaciones personales. Ahora, como se generaliza, se dice que la familia que es la base de toda sociedad civilizada, está en crisis. No hay que olvidar que es la primera célula necesaria para la sociedad, porque depende de ella. Hay una confusión en ese sentido, porque si uno va enumerando los problemas que se viven cotidianamente y que por lo demás, son los que nos hacen sentirnos vivos, no vamos afirmar que la institución ya no sirve. El hombre nace, crece, se desarrolla y muere en una familia, sin ella no puede vivir.
– P. Entonces, es el individuo el que sufre o provoca esas crisis? – R. El hombre entra en crisis cuando no consigue una congruencia entre su actuación diaria y los valores que vive en su vida. Además si no consigue plantear valores auténticos y se deja llevar por contravalores como por ejemplo el placer como una constante en su vida, terminara buscando las bajas perversiones del instinto para satisfacer ese deseo de placer. Nunca encontrándose a gusto, la persona vive con un vacío existencial que lo hace tocar fondo y a veces destruirse asimismo. El problema que se da es que muchas veces el hombre sabe y conoce lo que es bueno para él, pero lo sustituye por valores negativos. Es aún más grave cuando desconoce totalmente los valores, porque vive en una ignorancia permanente.
Escuelas para padres
– P. Una de las novedades de este siglo que comienza es que para educar a los hijos hay que estudiar. Nace el concepto de «Escuela para Padres», pues parece que no basta ya la antigua idea de que para ser padres solo es necesario tener hijos y que lo demás vendrá por añadidura? – R. Eso es verdad, hoy es necesario estudiar. Hace cincuenta años uno podía decir que es lo que uno quería para un hijo y lo más probable es que se conseguía. Hoy uno como padre puede desear muchas cosas, tener muchos proyectos de vida pero no se tiene ninguna seguridad de que lo va a lograr por la existencia de un montón de influencias externas y negativas que hay sobre la familia. Y esto significa que los padres necesitan aumentar la intencionalidad en la educación de los hijos para que en un futuro cercano sepan enfrentarse de manera inteligente y responsable con las influencias negativas que rondan a su alrededor.
– P. ¿Cuáles son a su juicio esas influencias negativas? – R. Uno lo ve a diario en los medios de comunicación masivos. En las primeras páginas o en los noticieros, muchas veces se destacan diariamente contravalores como guerras, violencia, odio y sexo desenfrenado. La persona se va acostumbrando a estas conductas y las encuentras normales. Hay un paso muy pequeño entre considerar algo normal y que ello sea correcto Ahí tenemos una influencia. Pero también, hay otros tipos de conductas que no son en sí negativas sino que son valores aceptables como el dinero, la eficacia técnica, el prestigio, el poder, lo que sucede que si los colocamos en primer lugar en nuestras vidas lo más probable es que se termine siendo una persona terriblemente egoísta. En cambio, no hay nada de malo de ganar dinero lícitamente por ejemplo, para mejor servir a los demás. Hay que saber compensar estos valores con la comprensión, la generosidad, la solidaridad así la persona estará encaminando su vida hacia la felicidad.
– P. ¿La tarea y responsabilidad de hacer de los hijos hombres y mujeres de bien ya no es tarea exclusiva de los colegios, como se pensaba en el pasado?. – R. Hay que tener claro que, la escuela fue pensada para instruir, para capacitar, adiestrar, entregar conocimientos a los alumnos, pero no se puede habla de una auténtica educación integral una formación total de la persona. Es evidente que los padres son los primeros educadores de sus hijos. Son ellos los que deben colaborar con los profesores para entregar una formación integral de los niños. A veces los colegios no están acostumbrados a y hay casos en que no están en condiciones de contar con esta colaboración ya que los padres están reticentes por cansancio, porque les falta tiempo o simplemente porque no saben cómo hacerlo. Nadie duda que enseñar hoy no es fácil. Hay que educar para el amor porque es en la familia donde se es aceptado por lo que uno es, y no tanto por lo que uno hace. El error que cometen muchos padres es gastar su esfuerzo en lograr que sus hijos aprendan más idiomas, hagan más deporte, que tengan más actividades extra programáticas, olvidando la necesidad de crear ese clima de aceptación incondicional donde cada miembro puede expresarse sabiendo que nadie lo va a encasillar. Nunca hay que perder la confianza del hijo así podremos ayudarlo a que utilice lo que posee de la mejor manera posible.
Padres dispuestos a escuchar
– P. ¿Con los tiempos que corren, la invasión de las nuevas tecnologías en los hogares, televisión, Internet, chat; todo bonito y ligh que se promociona de manera fácil, cómo conseguir entonces que los hijos sean responsables, generosos y sinceros?. – R. Esos valores o virtudes se logran inculcar en la infancia. Primero insistiendo en el desarrollo de hábitos, aunque no entiendan el porqué de los mismos. Ya a los siete u ocho años los chicos son conscientes de sus actos y que un niño pase horas mirando televisión, o jugando en la computadora es muchas veces comodidad de los padres. Que cuesta tener un baúl con disfraces hechos con vestidos o ropa que ya no se usa; o una pizarra donde los niños puedan escribir, hacer dibujos, a veces un simple globo entretiene horas. Inculcar la afición por la lectura, desde pequeño llevará a tener adolescentes que se entretengan con un buen libro o enseñar a escuchar música. En la adolescencia hay que lograr que los jóvenes participen en actividades que les ayude a encontrar satisfacción en ayudar a los demás. Enséñales a cuidar el medio ambiente, a disfrutar de él sanamente. Ahora es importante que la figura del padre y de la madre siempre esté dispuesta para escuchar, aconsejar, acompañar, y también retar si es necesario. Los padres olvidan su rol, y la tremenda responsabilidad que tienen, un papá es siempre papá no es un amigo ni el cómplice de «mentirillas blancas». Uno educa con el ejemplo día a día.
– P. Hoy se afirma que el concepto Familia es cualquier unión afectiva y que no es posible definirlo, que la sociedad moderna debe dar paso a la familia pluri-modelal ¿ qué opinión le merece esa afirmación? – R. No está bien que se use un término que ya ha sido definido claramente dándole otra intención. Se le está aplicando para otro tipo de relación entre personas que no tienen nada que ver con el concepto de familia. Una familia siempre ha sido y lo será un hombre, una mujer comprometidos para toda la vida y abiertos a los hijos. Otro tipo de relaciones es otra cosa y no tienen nada que ver con la familia.
Generación ye-ye
– P. ¿Cree usted que hoy se vive la «generación YE-YE, una sociedad adolescéntrica, donde la referencia amorosa es la «pareja juvenil» siempre jóvenes, bellos, que no acepta la adultez y se cansan de educar a sus hijos? , como lo afirma el psicoanalista francés y especialista en psiquiatría social Tony Anatrella. – R. Creo que hoy, hay una situación muy extendida en muchos países todavía en que la juventud cree que lo más importante para vivir son los sentimientos. Una de las características de los tiempos que corren es que lo único importante es sentir. Y todo sentimiento que provoque algún tipo de placer es lícito y en cambio cualquiera que provoque sufrimiento, se le puede evadir. Comprometerse con alguien o algo es sinónimo de dolor a posteriori, por eso no quieren casarse y si lo están, no desean tener hijos. Quien quiere causarse molestias a futuro. Ahora, hay que destacar que también hay un buen número de matrimonios jóvenes que se la «juegan» por los hijos y la familia.
– P. ¿Porqué la modernidad busca resaltar la autorealización del puro individuo, eliminando toda mediación entre la sociedad y el individuo?. – R. Hoy en el mundo muchas personas viven un individualismo de corte liberal sin compromiso con la sociedad y efectivamente lo que busca el hombre es la posibilidad de sentirse bien, muchas veces sin considerar al otro. Entonces, nunca tenemos tiempo para conversar con la esposa, con los hijos o con los amigos. Siempre soy yo primero, segundo y tercero.
Libros de Isaacs
La Dirección y Organización de los Centros Educativos, Eunsa, 1970. Padres y adolescentes, Eunsa, 1972. Casos de Educación familiar, Eunsa, 1972. Cómo mejorar la dirección de los centros educativos, Eunsa, 1974. Re-unión familiar, Ed. Fert, 1974. La educación de la virtudes humanas, Eunsa, 1974. Cómo evaluar los centros educativos, Eunsa, 1977 Dinámica de la comunicación en el Matrimonio. Eunsa, 1998 Familia contracorriente. Ed. Palabra 1994 Teoría y práctica de la dirección de los centros educativos, Eunsa, 1998.
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