El mejor regalo de Navidad: Enseñar a nuestros hijos a vivir al servicio de los demás

El pasado fin de semana, nos desplazamos a la comunidad Mazahua de TOXI, en Atlacomulco Estado de México para unirnos a la campaña de la Fundación Mazahua «Por un invierno menos frío». Dicha campaña tuvo como objetivo entregarle cobijas y leche en polvo a los adultos mazahua que se acercaran al Centro de Salud Guadalupe Mazahua.

Fue una mañana muy emotiva, viendo cómo cientos y cientos de indígenas con la sonrisa de oreja a oreja se acercaban a nosotros a recibir su regalo de navidad. La mayoría de ellos, que recibieron su presente, son asiduos asistentes a las pláticas de formación que se imparten en el Centro de Salud, asimismo hacen uso de las instalaciones de los juegos recreativos para los niños que esperan a sus padres. Se benefician del centro de salud, con medicinas, cardiólogo, dentista y pediatra.

Recientemente se inauguró una pequeña biblioteca en donde hay un cuenta cuentos y los niños también pueden asistir mientras su padres hacen alguna otra actividad. A parte a las madres mazahua las están preparando para que puedan contar cuentos ellas mismas y así ser parte del trabajo comunitario. Lo que es hacerlas sentirse útiles y claro está, que suban su autoestima. Es impresionante ver la organización que tiene la Fundación Mazahua, lo identificada que está la comunidad con dicha ONG y lo comprometidos que están, puesto que la mayoría de ellos hacen trabajos por su comunidad, lo que lejos de ser una Fundación asistencialista, es una Fundación que promueve el trabajo en equipo. Y haciendo mención al equipo, cabe mencionar que gracias a que muchas personas compraron sus boletos de $50.00 para poder así adquirir cobijas, se pudo cumplir la meta de entregarlas con éxito.

Los niños que nos acompañaron, estoy segura cambiaron a partir de esa mañana su perspectiva de lo que la vida es, se dieron cuenta de la miseria e inequidad, y de lo importante que es la generosidad. Fomentar vivir al servicio de los demás es un deber de los padres de familia, para así lograr hacer un mundo equitativo, sin envidias, caritativo y por ende mucho mejor. Hagamos el esfuerzo de enseñarle a nuestros niños a ayudar y sobre todo a hacer la diferencia a su alrededor.

Empecemos por nosotros mismos, y veremos que todos saldremos beneficiados.

 

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