El «problema» de ISIS. Incansable oración por nuestros hermanos.

*Dr. Carlos Leite Poletti

Es notorio que esta aparición súbita en Medio Oriente de ISIS es consecuencia de una fuerte disgregación estatal, tanto en Siria como en Irak.

No solo consecuencia de la invasión norteamericana de 2003, etc., sino también de la desarticulación de los regímenes políticos de estos países, que eran regímenes políticos con características bonapartistas, y que tenían aglutinados bajo la forma de un Estado policial a sectores sociales y étnicos diversos y a veces muy antagónicos (algo medianamente similar a la ex Yugoslavia)

Hubo también un agotamiento político, un viejo agotamiento político del nacionalismo árabe. Un nacionalismo que tenía al principio pretensiones laicas, que luego fue abandonando, y que surgió en los años 50 en Egipto con el gobierno de Nasser, Y que luego se extendió a Libia, Irak, etc. Gobiernos de tipo nacionalista que tomaron medidas nacionalistas; en Egipto por ejemplo, se nacionalizó el canal de Suez y también a compañías petroleras importantes. Todo esto comienza a quebrarse como consecuencia de sus contradicciones y comienza a aparecer un nacionalismo de tipo islámico.

Por lo tanto esto es consecuencia de una desintegración política en Medio Oriente, y esto se manifiesta ahora, en que el nacionalismo de este movimiento tiene características tremendamente malignas. No solo por el asesinato salvaje de miles de cristianos, sino porque convirtió a esa zona del mundo en un gigantesco polvorín. Tanto que EEUU y la OTAN, no pueden resolver este problema enviando tropas, para eso precisa el concurso y apoyo de las tropas de los países aliados en Medio Oriente, pero los países aliados en Medio Oriente, tienen contradicciones entre sí; y quienes sí estarían dispuestos a combatir contra este mal, tienen contradicciones con los aliados de EEUU. Por lo tanto Estados Unidos armó una coalición que es poco viable, y nada menos que para ir a la guerra, donde lo fundamental, es la claridad de los propósitos.

Pero dejando de lado los aspectos geopolíticos. Esto ha estallado terriblemente para los cristianos, que comenzaron a ser víctimas de atroces atropellos. Algo inimaginable hasta hace pocos años.

En este tiempo de persecución Dios demanda que más gente ore y aclame al Señor por las almas de nuestros hermanos asesinados con tanta malicia endemoniada.

Más que nunca la palabra de Dios se hace presente. ¿Por qué? Porque la Biblia nos habla de estas y otras persecuciones:
Mateo 5:10-12
“Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros”.

«Por el bien de Cristo, entonces, me complazco en las debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y angustias. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.» 2 Corintios 12:10

“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo. Sin embargo, debido a que no son del mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece…. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros… porque no conocen al que me envió. “Juan 15:19-21

De más está, pedir cadenas de oración, por tantos inocentes asesinados, que hoy están junto a Cristo y a la Santísima Virgen en el Paraíso, y en una paz que no tuvieron terrenalmente, pero que supera con creces todo lo imaginable por nosotros.

Benditos sean nuestros hermanos mártires de ayer, de hoy y de siempre.

*Dr. En Derecho Uruguayo y católico
Asesor en Bioética de la Universidad de Montevideo

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