Desde aquel día de la tragedia ocurrida el 19 de septiembre apareció la imagen del puño levantado, que se dice, significa «silencio» ante un posibilidad de hallar a alguien con vida. Diversos medios divulgaron esto al lado de la frase «México está de pie» o el ya conocido «Fuerza México».
No sin que me envíen al gulag, diré que jamás en la historia de la humanidad el puño cerrado ha tenido el significado que ahora en mi país se le da. La verdad es que escuchar aquel día que estábamos de pie me resulto un poco soberbio, por favor, no me mal entiendan, pero que ni abatidos pudiéramos decir que estábamos de rodillas, significa mucho, nada bueno. Y esto no tiene que ver con ser positivo o negativo, no se trata de un estado de ánimo.
Los que son observadores saben que el puño levantado significa violencia, más no fuerza, egoísmo más no hermandad, protesta más no esperanza. Algunos me dirán que lo que importa es la intención con la que se hace, vamos, lo que viene del corazón, qué si aún yo tuviera razón, ésta es la mejor oportunidad para cambiarle el significado,… creo firmemente que esto es imposible, la historia misma nos lo dice, cuesta trabajo ser objetivos, pero este gesto es bien conocido por los comunistas, masones, el feminismo radical, izquierdismo, indigenismo.
Y Vittorio Messori hablaba con toda verdad y razón sobre ello: «Muchos no saben lo que significa el grito con el puño izquierdo cerrado levantado hacia arriba. Es el gesto adoptado por los comunistas y socialistas. Este gesto era bien conocido en la cultura antigua como símbolo de Prometeo que, en nombre del hombre, se rebeló contra los dioses. Por eso, levantar el puño cerrado contra el cielo era para las culturas antiguas, y no sólo para la cultura grecorromana, amenazar al cielo; era como señal de la lucha del hombre contra Dios. Era una blasfemia a la cual el hombre religioso contraponía, como exorcismo, el puño cerrado para abajo como para amenazar a los infiernos. Por eso, como dan testimonio los frescos de las catacumbas, la señal del cristiano era levantar las manos abiertas hacia lo alto para estar disponibles a acoger al Espíritu Santo, es decir, aceptar la voluntad de Dios… Que Dios perdone a aquellos que levantan el puño cerrado a lo alto, porque muchos no saben lo que hacen»
Ahora bien, si a este gesto le agregamos el conocido minuto de silencio, tenemos todo menos una expresión cristiana, desde el mutismo absoluto hasta el gesto externo.
¿Y si invitamos a rezar el Santo Rosario? Los que puedan, hacerlo de rodillas, otros de pie según las posibilidades físicas. ¿Parece difícil? No todos somos católicos me dirán… pero entonces ¿Cuándo habremos de llevar nuestro cristianismo al mundo? Tenemos el ejemplo de Polonia, un país de mayoría católica (como México) que este 7 de octubre, en la celebración de la Virgen del Rosario, un millón de polacos rezó el Santo Rosario en sus fronteras, las imágenes son elocuentes e inspiradoras. Polonia sabe y tiene claro lo que el Papa San Pío X expresaba: “Dénme un ejército que rece el Rosario y vencerá al mundo». Cuan contrastante es el puño levantado y el silencio con el tomar entre nuestras manos el Rosario y empezar a rezarlo, encomendando a Dios nuestra patria, nuestras familias, nuestros difuntos y pedir por aquellos que en la tragedia del 19 de septiembre lo perdieron todo.
Recordemos que el cristiano no es de este mundo, su patria es el cielo y que con cada gesto podamos decir: “Non nobis Domine non nobis sed Nomini Tuo da gloriam” Salmo 113b (115)
Alexa Tovar alexatovar2017@yahoo.com.mx
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