Con la participación de varias naciones, incluida México, se lleva a cabo en estos días la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018.
En torno al evento tenemos la situación peculiar del llamado grito “homofóbico” que tanta indignación ha causado a varios comunicadores y jugadores de nuestro país. FIFA declaró que no toleraría ningún tipo de comportamiento discriminatorio o racista, incluido por supuesto, el grito “homofóbico” de los aficionados.
Si bien la palabra es una evidente grosería, también es cierto que debe ser tomada en su contexto. Si a FIFA y a los comunicadores les importará tanto el respeto en los estadios, entonces buscarían erradicar todo tipo de groserías que se gritan en esos lugares.
Uno de los que critican este grito es Luis Roberto Alves “Zague”, que ha dijo que no le gustaba el grito y que no desea que su hijo fuera a un estadio a gritar tal palabra. Hace días se dio a conocer un vídeo comprometedor de este jugador y sin embargo fíjese la peculiaridad de la situación: varios comunicadores deportivos han hecho bromas al respecto, minimizando todo, dicho vídeo ha sido motivo de nuevas “porras” entre aficionados. Es terriblemente indignante el grito “homofóbico” pero es completamente comprensible la conducta de “Zague” al tomarse un “vídeo erótico”. Irrisorio ¿no lo cree?
Y varios jugadores de nuestra selección han pedido a la afición no gritar más aquella palabra. Pero ¿qué decir de la fiesta que algunos de ellos organizaron, que terminó al día siguiente y en la que estuvieron invitadas “escorts VIP”? ¿no le parece que tendrían que empezar por darnos ejemplo y corregir su conducta antes de indignarse por una palabra que ellos mismos han dicho cientos de veces?
Días después de este último hecho, hasta el escritor Héctor Aguilar Camín les aconsejo en un tuit: “Espero que los seleccionados se busquen hoy unas danesas de aquéllas y que se relajen y se olviden de su entrenador, de los medios y de los aficionados que se creen dueños de ellos y de su vida privada”; un letrado recomendando esto, bueno es de una falacia impresionante, ¿Dígame si no nos merecemos semejantes personalidades?
Esto no se trata de defender el consabido grito en los estadios (que ha sido sacado de contexto), se trata de la hipocresía que empapa a nuestra Federación Mexicana de Fútbol, a nuestros comunicadores y jugadores actuales, que no tienen problema en recordarle la mamá a alguien, en exclamar “…uta madre”, en tomarse “vídeos eróticos”, en pagar por la compañía de mujeres en una fiesta, (en una clara falta de respeto a sí mismos, a sus esposas, a sus familias y a la mujer en general), pero le dicen a usted que ya no haga el grito “homófobico”. Favor de timar a alguien más.
Aunque no lo crea, ahora es motivo de sanción a una federación el gritar “…utooooo!!!”en los estadios, pero si usted ofende a la madre de alguien, eso es broma o un chascarrillo de lo cual no importa ocuparse, así que ¿de qué clase de respeto nos hablan? ¿lo ve?, somos unos verdaderos genios y no dude que la ideología de género se esté colando en todo esto.
Disfrute la Copa Mundial de Fútbol, pero hasta lo que hay en torno a este evento debe identificar lo absurdo…
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