Entre el metal y el chantillí

El metal es transformado por el herrero al ser calentado a altas temperaturas, a base de duros golpes e introducirlo más tarde en agua fría, obteniendo con ello la dureza necesaria.

La fe católica en infinidad de ocasiones será puesta a prueba como el metal que el herrero forja.

A partir del 1° de febrero entro en vigor en China una nueva Normatividad para Asuntos Religiosos que prohíbe a menores de edad el acceso a lugares de culto católicos. Aunado a ello se ha solicitado a sacerdotes colocar carteles indicando que se prohíbe la entrada a menores si el lugar quiere continuar funcionando.

Faltar a Misa es por desgracia algo cada vez más común en nuestros días. El seno del hogar es el primer lugar donde la fe católica debe ser transmitida. Sin embargo, son los adultos los que muestran reticencia a inculcarla y practicarla. Y así, de una generación a otra vemos como se pierde lamentablemente.

Y no es casualidad que esto suceda en un tiempo en el que ha permeado entre los católicos la idea de que lo importante es lo que sentimos, de pensar que como se es buena persona no hay necesidad de practicar los sacramentos. El amor a Dios se ha vuelto una cuestión de sentimentalismo o relación “directa”. Nos encontramos cómodamente viviendo en un país occidental en el que somos libres de asistir a Misa y llevar a nuestros hijos, pero no lo hacemos.

Cuanto bien nos haría recordar que asistir a Misa es uno de los mandamientos de la Santa Madre Iglesia. Un deber que jamás debe malinterpretarse como una pesada losa que haya que cargar o confundir con las obligaciones pasajeras de este mundo, no, el amor a Dios nos impele a dedicarle el tiempo debido. Tampoco debe sorprendernos que el hecho de faltar a Misa dominical y de precepto es pecado (esa palabra que tanta repulsa causa a varios padres de familia, catequistas, teólogos y sacerdotes progresistas y que evitan para no “asustar” a las nuevas generaciones). Olvidan que el amor a Dios comporta un compromiso.

Mientras nos damos el lujo de faltar a Misa y peor aún arrastrar en ello a nuestros niños, en China los católicos fieles a Roma sufren persecución, dando solo libertad de culto a los que pertenecen a la Asociación Patriótica de Católicos Chinos controlada por el Estado. En la China comunista ser católico ha sido siempre difícil. ¿Amas a Dios? Seguramente tu respuesta será afirmativa, entonces:

“Sepan, oh Cristianos, que la Misa es el acto de religión más sagrado. No pueden hacer otra cosa para glorificar más a Dios, ni para mayor provecho de su alma, que asistir a Misa devotamente, y tan a menudo como sea posible “. (San Pedro Julián Eymard)

Reforcemos en el seno del hogar la formación católica, reforcemos la catequesis, dar alimento sólido que produzca una fe sólida.

La catequesis y el catolicismo edulcorado son como el chantillí, aunque es dulce al paladar no puede producir nada sólido, antes bien, embarrado en el suelo hace resbalar a cualquiera que lo pise.

Alexa Tovar alexatovar2017@yahoo.com

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