Es muy pronto

La paradoja que vivimos de nulo crecimiento aunado a estabilidad en las variables macroeconómicas, es una situación insostenible de largo plazo; de prolongarse esta situación de cero crecimiento, probablemente alcance para 12 o 14 meses más… No hay una situación real de bajo crecimiento ni mejor distribución del ingreso; lo que hay es un presupuesto social, un programa clientelar que alcanzó para este año y que probablemente alcance para uno más.

Las finanzas públicas se han mantenido sanas –y es éste quizá el único logro o dato positivo de la presente administración–, y si me olvido de uno o hay algo que esté mejor o menos peor que hace un año, con mucho gusto lo reconoceré aunque pido me lo recuerden o señalen. En términos generales, los indicadores económicos de todos los sectores han enfrentado una desaceleración y un año muy complicado, ¿por qué ha caído tan poco la popularidad de nuestro presidente?, porque hay un sector muy amplio de la población que hoy recibe ayudas y asistencias muy importantes y que ha permitido también que el consumo no caiga dramáticamente.

Pero si nos mantenemos con cero crecimiento, muy pronto va a faltar dinero y consecuentemente algo muy importante tendrá que pasar; o se disminuyen los programas sociales y con ello –de manera significativa– la popularidad del gobierno o nos endeudamos más, asumiendo una baja en la calificación crediticia por el deterioro de las finanzas públicas, o bien se habla de que ya se cocina una miscelánea o reforma fiscal. En este contexto y en esta administración no veo una reforma estructural, una intención de ampliar la base de contribuyentes; más bien veo que nos vuelvan a pegar a los que ya contribuimos con mayor carga, por lo que sería insólito que si no hay crecimiento y derrama económica se pretenda incrementar el Impuesto Sobre la Renta.

Actualmente en las redes sociales en donde predomina el resentimiento, la polarización y las descalificaciones, muy a menudo me preguntan: ¿Por qué esta el dólar a $19.50?, porque de no haberse cancelado el aeropuerto, el haber pospuesto la reforma energética y establecido iniciativas así como nuevas leyes que promueven desconfianza provocando una salida en estampida de funcionarios públicos de todas las dependencias debido a una estrategia equivocada de disminuir sueldos quitando prestaciones e inactivando las áreas en las que son expertos, y en su lugar tener una cantidad importante de funcionarios con un alto grado de responsabilidad pero que no dominan el tema de su cargo ni tienen experiencia, etc., etc., entonces el dólar valdría menos de $18.50. Hasta hoy, tampoco hay pruebas contundentes de que bajó la inseguridad, el huachicoleo y la corrupción.

No me voy a cansar de decirlo, o viene un cambio de estrategia y medidas drásticas que promuevan tanto la inversión como el crecimiento, o vamos a ver consecuencias negativas en el futuro cercano. El discurso de darles más a los que menos tienen, bajar la corrupción y frenar los abusos de los funcionarios, no está peleado con hacer grandes obras por y en México; es más, es un circulo virtuoso que se puede activar a pesar de que se tenga un impacto o costo político de corto plazo. Pero si todo y todos los que generan son Fifís y neoliberales y seguimos polarizando, nos vamos a seguir dividiendo y satanizando provocando que el país lo resienta.

Pueden seguir anunciando planes de infraestructura y compromisos de la Iniciativa Privada por más de $50 billones de dólares, pero si no hay seguridad, certeza jurídica y confianza, únicamente se van a seguir tomando fotos con el presidente en vez de colocar esas primeras piedras tan importantes de las que se habla.

Deseo fervientemente que nuestro presidente decida bien, y con ello, que le vaya muy bien a México.

juansmusi
Diciembre 4, 2019

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