Evidencia sobre cifras de aborto sobreestimadas en México enciende debate científico en revista médica

Una detallada carta titulada «Deficiencias en la estimación de aborto en Latinoamérica: Respuesta de los autores a Singh y Bankole» fue publicada hoy en Ginecología y Obstetricia de México, una revista mexicana revisada por pares y especializada en Obstetricia y Ginecología. La carta es una respuesta de los investigadores del Instituto de Epidemiología Molecular (MELISA) a investigadores del Alan Guttmacher Institute (AGI), respecto de fallas metodológicas que conllevaron a una sobreestimación significativa de las cifras de abortos inducidos en el Distrito Federal de México (Mexico DF) antes y después de la legalización del aborto en ese estado. «Nuestra carta es parte de un intenso debate científico en Ginecología y Obstetricia de México que evalúa los argumentos planteados en un artículo previo por Susheela Singh and Akinrinola Bankole, en representación del AGI, respecto de nuestra evaluación de la metodología empleada para estimar cifras de aborto; proveemos información adicional que sustenta las conclusiones de nuestro estudio multinacional colaborativo publicado hace dos semanas en el International Journal of Women’s Health, demostrando que las cifras de aborto y las tasas de mortalidad materna fueron largamente sobreestimadas en México» dijo Elard Koch, el epidemiólogo chileno que lideró la investigación.

Un intenso debate académico entre Koch et al e investigadores del AGI se inició luego de un primer artículo original publicado en Mayo de este año en la misma revista titulado «Sobreestimación de aborto inducido en Colombia y otros países latinoamericanos», incluyendo una revisión profunda de la metodología empleada por el AGI para estimar cifras de aborto en ocho países latinoamericanos. El estudio mostró que las encuestas de opinión subjetiva usadas para obtener las cifras de aborto estaban fuertemente expuestas a sesgos de memoria y selección, y se aplicaron a una pequeña muestra de individuos no seleccionados al azar. Koch explicó que «contrario a las encuestas de opinión subjetiva que sobreestiman a lo menos 10 veces el número de abortos, la estimación de cifras de aborto usando estadísticas vitales objetivas e información fácilmente disponible permite a cualquier persona interesada el reproducir y/o corroborar los datos, lo cual es esencial para toda investigación científica; más aún, ofrece la ventaja de cuantificar el error potencial del método de estimación, como fue recientemente ilustrado en el caso de México DF» dijo Koch.

El nuevo artículo publicado esta semana en respuesta a los autores del AGI, también provee datos adicionales ilustrando la contribución relativa de diferentes causas de muerte materna en México durante la última década, cuando se emplean los códigos adecuados de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Los datos reavivan el debate de aborto actualmente en curso en México debido a la sobreestimación de tasas de mortalidad materna mexicanas por investigadores del IPAS-México. De hecho, nueva información complementaria muestra que sobre 96% del total de causas de muerte materna no tuvo relación con el aborto inducido durante la última década. Koch además indicó que «las discrepancias que surgen del uso de numeradores y denominadores inapropiados para calcular razones de mortalidad no sólo han conllevado a sobreestimar tasas de mortalidad materna en México, sino que también han resultado en la conclusión errónea de un progreso nulo en salud materna durante las últimas dos décadas en este país.»

Los últimos estudios acerca de salud materna en México han probado ser muy controversiales desde que Koch et al detectaron que Rafaella Schiavon y colegas del IPAS-México, emplearon números ficticios de nacidos vivos para calcular las razones de mortalidad materna y por aborto en lugar de las cifras oficiales de nacidos vivos registrados. Las discrepancias surgen cuando existe una diferencia significativa entre las cifras proyectadas (ficticias) y observadas (reales). Koch et al encontraron que las cifras proyectadas de nacidos vivos eran entre 300.000 y 700.000 menos que los nacidos vivos registrados para el periodo entre 1990 y 2010. «Es muy difícil tratar de comprender por qué Schiavon et al usaron denominadores ficticios cuando el número real de nacidos vivos está disponible en México. Claramente, dividir un número cualquiera de muertes por una cifra de nacidos vivos (proyectados) sustancialmente menor que la de nacidos vivos registrados (oficiales) inevitablemente conllevará a un gran error y a la sobreestimación de razones de mortalidad materna.» explicó Koch.

Interesantemente, esta nueva comunicación también proveyó una comparación entre las tendencias de la razón de mortalidad materna (MMR) basada en datos oficiales de los EEUU y de Chile durante las últimas dos décadas. Mientras que la MMR chilena muestra una tendencia a la disminución, desde 39,78 a 16,96 por cada 100.000 nacidos vivos entre 1990 y 2009, la MMR estadounidense mostró una tendencia al aumento, desde 8,95 a 23,24 por cada 100.000 nacidos vivos durante el mismo periodo. «Estos datos sustentan aún más la noción que las restricciones legales del aborto no tienen, necesaria y unívocamente, un efecto deletéreo sobre las tasas de mortalidad materna, en concordancia con las conclusiones del experimento natural chileno publicado en Mayo de este año en PLoS ONE. Considerando esto y nuestro más reciente estudio en mortalidad materna, es muy poco probable que la salud materna pueda ser significativamente mejorada mediante cambios en la legislación de aborto, simplemente porque no existe una relación causa-efecto entre el estatus legal del aborto y la mortalidad materna. Además, debido a que la contribución del aborto inducido ilegal a las causas de mortalidad materna es marginal en comparación con otras causas, estrategias más integrales tales como aumentar el acceso al cuidado obstétrico y al cuidado especializado obstétrico y perinatal se requieren urgentemente» concluyó Koch.

###

Koch E, Bravo M, Gatica S, Stecher JF, Aracena P, Valenzuela S, Ahlers I (2012) Deficiencias en la estimación de aborto en Latinoamérica: Respuesta de los autores a Singh y Bankole.&n
bsp;Ginecol Obstet Mex 80(11):740-747

Koch E, Bravo M, Gatica S, Stecher JF, Aracena P, Valenzuela S, Ahlers I (2012) Sobreestimación de aborto inducido en Colombia y otros países latinoamericanos. Ginecol Obstet Mex 80(5):360-372.  

Koch E, Aracena P, Gatica S, Bravo M, Huerta-Zepeda A, Calchoun BC (2012) Fundamental discrepancies in abortion estimates and abortion related mortality: A reevaluation of recent studies in Mexico with special reference to the International Classification of Diseases. Int J Women Health4: 613-623.  

Koch E, Thorp J, Bravo M, Gatica S, Romero CX, et al. (2012) Women’s Education Level, Maternal Health Facilities, Abortion Legislation and Maternal Deaths: A Natural Experiment in Chile from 1957 to 2007. PLoS ONE 7(5): e36613. doi:10.1371/journal.pone.0036613

* Para más información acerca de este tema o para solicitar una entrevista con el Dr. Elard Koch y/o el Dr. Byron Calhoun, por favor contáctese con Lea Parks, Oficial de RRPP del Instituto MELISA, a lea.parks@melisainstitute.com ó al +56 41 234 5814 . También puede visitar www.melisainstitute.com«

 

Deja una respuesta