Falsa liquidez

Seguimos viviendo circunstancias extremadamente complicadas. La inflación sigue alta en todos lados, la escasez de algunos insumos y la demanda post pandemia pone en una situación muy difícil a muchos sectores de la economía global y local. La pérdida en el poder adquisitivo es el mayor golpe a la población.
Estábamos acostumbrados a que después de una crisis el despertar y evolución solían ser mejores y menos adversos. Salir y sobrevivir la pandemia para ahora enfrentar escasez, inflación y problemas de suministro, suenan a la peor pesadilla post encierro. Así es como fabricantes no logran resistir todos los aumentos y complicaciones logísticas, y de aquí que el proveedor y el cliente -hasta llegar al consumidor final-, tengan que poner de su parte y sacrificar margen.
En muchos casos es el consumidor final quien paga todo completo, ya que en el punto de venta final el precio termina por absorber dichos sobrecostos. La paradoja es que hay mucha liquidez, mucho dinero nuevo en el mundo: una situación provocada por los principales bancos centrales que permite que se viva una situación “falsa” en cuanto a la situación real de la economía.
Con tanto estímulo, apoyos, programas de recompra y seguros por desempleo, existe una condición artificial que ha provocado, desde mi punto de vista, el alza desbordada de muchos activos nuevos e incluso de algunos inventos que me parece que en algún momento pueden reventar. La liquidez de dinero es como el agua, que siempre encuentra caminos nuevos.
Los precios de los artículos y ropa de lujo, los buenos restaurantes y hoteles y el esparcimiento no hacen más que subir, y la gente los sigue pagando. La creatividad en los mercados financieros ha encaminado liquidez a cosas sin sentido; desde empresas quebradas que a través de plataformas digitales y redes sociales suben como la espuma, hasta otro tipo de activos que mucha gente ni entiende y otros que no saben explicar, también han escalado de manera desproporcional.
Habrá quien me diga (por la misma razón) que han subido muchas acciones del mercado de valores, y sí, hay muchas que tampoco justifican su precio actual. De ahí la importancia de seleccionar muy bien los activos que uno quiere tener en su portafolio para cuando llegue la siguiente crisis que, cuando llegue, todo se va a ajustar y todo podría incluso bajar de manera exagerada. Lo recomendable es aguantar con esa selección en donde sí hay valor, solidez en su situación financiera, y una mejor perspectiva.
Es importante que esta falsa situación no se siga prolongando. Aunque a todo el mundo (literalmente) le duela, se tiene que dejar de imprimir tanto dinero, disminuir y acabar con apoyos a gente que lleva mucho tiempo desempleada (sobre todo en el primer mundo, donde se ha generado una situación de confort y la gente no busca empleo porque no tiene incentivos para hacerlo), así como los bancos centrales tienen que disminuir su hoja de balance, o sea, reducir la base monetaria o circulante. Todo esto debe hacerse de manera paulatina, pero se tiene que empezar ya.
Mejora en algo el contexto global. Primero por la situación de Evergrande que de momento ha podido cubrir algunos pagos de intereses, pero vienen más. La empresa parece decidida a realizar ventas de activos para hacerse de liquidez y con ello hay una percepción de mejora en el escenario de riesgos.
En Estados Unidos la temporada de reportes del tercer trimestre vuelve a ser muy buena –esta semana es crucial, pues reportan muchas grandes que pesan mucho en los índices. Sigue atorado el plan de infraestructura de Biden. El gasto de gobierno se autorizó hasta diciembre, o sea que en breve volveremos a oír negociaciones sobre el techo de la deuda.
En México se vino una fuerte desaceleración en el IGAE (Indicador Global de Actividad Económica) y en el empleo, explicado por esta complicada situación que he descrito y a la cuarta ola de COVID.
@juansmusi

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