Gabriela Mistral

Escribir sobre mujeres que dejaron huella en el mundo de la poesía y escritura, es tema difícil, ya que desgraciadamente aún en este siglo, no son muy conocidas, ni siquiera en sus propios países. Eso también pasa con los escritores pues ahora, con los medios actuales cada vez se lee menos.

Gabriela Mistral fue una escritora y poetisa chilena que recibió el premio nobel de literatura en 1945. Cosa casi impensable en esa época, pero siempre ha habido seres que han seguido su vocación y se entregan a ella, a pesar de los avatares del momento.

Su nombre era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy, pero todos la conocemos como Gabriela Mistral.

Colabora en una revista de Rubén Darío y con sus sonetos de muertos y obtiene el premio nacional de Chile, después se traslada a México y trabaja con José Vasconcelos, ahí publica lecturas para mujeres y en Barcelona sus mejores poesías.

Unos años después en 1925 es nombrada Secretaria General del Instituto de Cooperación Internacional, en Ginebra, Suiza. Luego trabajó en Madrid y en Roma y el primero de diciembre de 1945 recibe el Nobel de Literatura.

Como siempre digo cuando hay verdadera vocación e interés, no hay ni habrá forma de detenerlos. Hemos visto a través de estos pequeños artículos como a pesar de tradiciones, épocas donde las mujeres solo tenían que ser madres y cuidar familia, la educación no importaba, pero como hemos visto, cuando hay vocación y talento, nada ni nadie las puede detener, se lanzan al mundo con la esperanza de poder alcanzar o simplemente dedicarse a lo que les apasiona, afortunadamente para todos nosotros.

Hoy tenemos la facilidad de poder adquirir alguno de sus libros y maravillarnos al ver que verdaderamente lo que hace falta es tener talento y luego valor para entrar a un mundo, que en aquellos momentos era muy difícil para ellas.

Lean algo de este extraordinario personaje y como ya he comentado en diferentes ocasiones, cuando hay inteligencia interés y valor, nada las pudo detener y fue maravilloso el legado que nos dejaron.

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