El habitante 7 mil millones está por nacer

En tan solo unas semanas, nacerá el bebé siete mil millones del mundo. El habitante del planeta que logre esta cifra, ha sido proyectado por el Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de las Naciones Unidas. El Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés) mencionó que existen varios retos así como también oportunidades que se desatarán a raíz de la gran población que habita hoy por hoy al mundo. Principalmente se habla de 1.7 mil millones de jóvenes entre los 15 y 29 años de edad, cuya energía e ideas frescas van a contribuir en la mejora del futuro de este planeta.

Así como se estima que en cualquier día nacerá el habitante 7mm también se ha proyectado que para el año 2043 seremos 9 mil millones de habitantes y 10 mil millones para el 2083. Sin embargo y a pesar de estas cifras, yo recuerdo que cuando redactaba e investigaba mi tesis de licenciatura en economía, en 1999 las proyecciones para el 2015, que está a la vuelta de la esquina, eran muy distintas. Se preveía que para dentro de tres años seríamos ya 9 mil millones, no obstante, según las cifras mencionadas al inicio de este escrito, seremos dos mil millones de habitantes menos que lo esperado hace poco más de diez años.

Y muchos dirán que “qué bueno, porque ya somos muchos y no alcanza para tanto”, pero yo pensaría dos veces antes de decir dicha frase, puesto que hay que analizar varias cuestiones. ¿En realidad somos menos y eso nos beneficia como género humano? Vamos viendo a los países que han repercutido en que este fenómeno se esté dando; Alemania es un país que vive uno de sus inviernos demográficos más crudos. El costo económico que está padeciendo viene a colación de que no hay ya habitantes que vivan en edificios que cuestan y están vacíos. A parte de que el país germano se está llenando de inmigrantes de países árabes que están poblando su tierra. Lo cual de manera irónica pero nada alejada de la realidad, está dando como resultado que esa raza pura, aria tan anhelada a mitades del siglo pasado, permanezca en una simple ideología que no llegó a ser. Sino que más bien terminó con su propia raza.

En este sentido, existen muchos otros países denominados como desarrollados que están padeciendo situaciones similares por los programas de control de población que han manipulado a sus sociedades haciéndolas creer que la familia pequeña vive mejor y que si no tienes hijos serás exitoso. Cuando en realidad lo que está pasando es que “no hay ningún problema de población. El crecimiento de la población es el resultado de la caída de la mortalidad y del incremento de la esperanza de vida en el mundo. Esto es progreso.” Sheldon Richman – Cato Institute.

Cabe señalar que desde los años 70 a partir del Plan Kissinger (que ya mencionaré brevemente) se ha confundido la Paternidad Responsable con el Control de Población, siendo que esta última obliga a delegar dicho control al gobierno y a las agencias internacionales. Asimismo, promociona el ideal de una familia pequeña, manipulando impuestos, sobornando a la gente para que tengan familias pequeñas y castigando a las que tienen varios hijos. Ejemplo de ello es Singapur, en donde los niños de las familias no numerosas tienen prioridad en las admisiones escolares.

¿Porque este afán en controlar a la población? Bueno la Secretaría de Estado comandada por Henry Kissinger, en 1974 entregó a la Casa Blanca el National Security Study Memo 200, un extenso análisis de la situación demográfica mundial y soluciones para la estabilidad de los intereses de Estados Unidos relacionados con los recursos naturales que alimentaban las industrias norteamericanas. Kissinger, identificó el crecimiento de la población en los países del tercer mundo (Lesser Developed Countries – LDCs) como «un asunto de máxima importancia» y alegó que tal situación ponía en peligro el acceso a minerales y a otras materias primas que los EE.UU. necesitaban y que, por lo tanto, constituía una amenaza para su seguridad económica y política.

A raíz de dicho estudio comienzan a crecer estos programas y sobre todo los de “sexualidad responsable
” en los que se promueve el aborto como un método de regulación poblacional dicho por el propio Kissinger: “Mientras las agencies que participan en este estudio no tengan recomendaciones específicas que propongan sobre el aborto, en las discusiones siguientes serán importantes y deberán considerarla en el contexto de una estrategia global poblacional”. “Ningún país ha reducido su población sin recurrir al aborto” “de hecho, el aborto, legal e ilegal, se ha convertido ahora en el método de control de fertilidad más difundido en uso en el mundo de hoy”. Una actitud pragmática, eugenésica que nadie parece percibir más que los beneficiados directamente como son los organismos internacionales que auspician programas de desarrollo con la condición de que adopten los programas de control poblacional que impone nuestro país vecino del norte.

Entonces finalmente, podríamos decir, que a pesar de su gran esfuerzo por acabar con los habitantes de nuestros países “en vías de desarrollo” han logrado lo contrario puesto que quienes han reducido su población son precisamente los países que ya son desarrollados, como Alemania. Estados Unidos ya alcanzó la cifra de los 50 millones de hispanos y parece ser que quienes proponen estas medidas inhumanas no se dan cuenta que el principal problema radica en la falta de generosidad.

Nos leemos la semana que entra para no quedarnos atrás y ver hacia delante.

 

 

 

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