Héroes empresarios

Ser empresario siempre ha sido una labor difícil, emprender es atreverse y en la mayoría de los casos, arriesgando capital. La tasa de supervivencia de nuevos negocios y empresas después de 2 o 3 años de operación es baja, y la recuperación de la inversión inicial muchas veces tarda más de 5 años.
Ser empresario en cualquier parte del mundo es admirable por todo lo que esto implica. Primero por tener la visión, segundo, por arriesgar patrimonio y también por todo lo que requiere ser un líder: armar el equipo, reclutar, definir funciones y lograr que todos trabajen como, y en equipo, ya que también muchas veces existe rivalidad entre sí.
Los empresarios del mundo han lidiado ya con casi 2 años de pandemia. Primero se trató de sobrevivir el encierro, muchos no lo lograron. Después, poco a poco salir de una situación de muy poca venta y con todos desde casa para poder empezar a reactivar.
Una vez que vino la reactivación trajo grandes problemas con los insumos y las materias primas, con una inflación desbordada y haciendo muy difícil costear en un mercado en el que los aumentos eran válidos para una semana, pero la próxima ya no. Hoy el petróleo cotiza en su nivel más alto desde hace 7 años y con él, muchos productos derivados.
De la mano con esta situación vinieron serios problemas de logística y los costos de los fletes subían también como la espuma, ¡más de 5 veces su valor original! Al aumento de materias primas y fletes le siguió un problema de desabasto. No solo era carísimo poner en México los insumos, ahora ya no hay.
Además de todo lo aquí descrito, vino una política monetaria en muchos países restrictiva, o sea que los bancos centrales empezaron a aumentar tasas de interés para responder a la inflación y con ello el empresario comenzó a pagar más por los créditos.
También en este proceso muchas monedas se han depreciado frente al dólar y con ello el costo de muchos de estos insumos que cotizan en dólares, se encarecen. Muchos dirán que es tan fácil como repercutir en el precio todas las variables que lo afectan, pero no es así: no siempre el consumidor final puede absorber todo el impacto y lo que acaba ocurriendo es que muchos empresarios reducen su margen.
Hasta aquí la problemática ha sido global, pero en México hay que agregar algunas más. Muchos de los contenedores “caros” por producto y flete llegan a México y no pueden llegar a su destino final porque las vías del tren están bloqueadas, o bien, tienen que ir resguardados por carretera porque se los pueden robar; otros tienen que pagar cuotas al crimen organizado para que su vida no corra peligro, y otros tantos tienen que lidiar con sindicatos exprimidores.
La falta de estado de derecho y todo lo aquí señalado son más costos para el empresario mexicano. Al final la mayoría del empleo en nuestro país es generado por pequeñas y medianas empresas que cada vez encuentran más difícil hacer negocio. Hoy los empresarios necesitan del apoyo del gobierno para poder garantizar su supervivencia y con ello millones de empleos. Mi más amplio y admirado reconocimiento a todos los que hacen empresa en México.
Esta semana lo principal es estar atentos a la situación de Evergrande en China que pronto deberá pagar intereses de la deuda emitida, y en Estados Unidos los reportes trimestrales de las empresas que cotizan en bolsa. Empezaron bien y se espera que sea una buena la temporada, sin embargo, esta difícil situación de empresa que describo podría manifestarse en los reportes de muchas de ellas.
En México, el viernes tenemos la publicación de inflación de la primera quincena de octubre. En la agenda local seguirá el ruido y discusión de la reforma eléctrica y la legalización de los autos “chocolate”.
@juansmusi​​​​​​

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