Intervencionismo o no

Si se meten, malo; si se salen, malo. El caso es que Estados Unidos con la política intervencionista era muy criticado y ahora el retiro paulatino de tropas de muchos países, en su momento Irak, y ahora Afganistán también está siendo criticado. Y es que, ¿quién puede arreglar o enderezar lo que, desde su punto de vista está bien? -hablo del Talibán o ISIS-. ¿Cómo puede Biden solucionar lo que pasa en estos regímenes extremistas? Lo cierto es que el plan de 20 años fracasó.
No logran quitar a los Talibanes y no solo eso, los aliados afganos no llevan a cabo el plan y arman y ceden el poder al régimen que quería quitar Estados Unidos. El retiro de tropas empezó con Obama, siguió Trump y lo terminó Biden. ¿Solo el último cargará con la culpa? Pero esto no me toca analizarlo a mí, porque va mucho más allá de lo económico y su repercusión en mercados.
Estos son temas complejos, con mucha historia y que difícilmente un tercero podrá conciliar. Lo que repercute en mercados es si esta situación en ese país afecta y cómo a los diferentes países del mundo. Hoy China y Rusia manifiestan apoyo y simpatía por razones económicas y estratégicas. Afganistán tiene un gran territorio, muchos recursos naturales, una buena posición geográfica y con puertos y salidas al Golfo Pérsico, que eventualmente pueden conectar con oleoductos.
El comercio internacional y las exportaciones de los países del mundo han elegido dos destinos naturales, Estados Unidos y China. Y como se dice coloquialmente, China le ha comido el mandado muy fuerte a Estados Unidos: muchos países que antes solo trataban con la potencia americana, hoy lo han cambiado por China; es el caso de Brasil, Argentina, casi todo África, España, Suecia y Noruega, entre otros. Y no es que ya no exporten o importen a EE.UU., es que el volumen de su comercio internacional con el gigante asiático es mucho mayor.
Hasta hoy lo que estamos viendo en mercados financieros y el desempeño negativo de las bolsas, desde mi perspectiva hoy no incorpora el tema. El fortalecimiento del dólar y el comportamiento errático del mercado obedece más bien a la tercera y cuarta ola de la variante Delta, que conlleva consigo preocupaciones de una desaceleración económica, a la baja de los precios del crudo, que después de haber llegado a $75 el WTI, regresa a $63 -esto le pega duro al peso- y a la posibilidad de que la FED retire los estímulos monetarios antes de lo previsto.
Va a ser muy interesante lo que se verá en la reunión tradicional de Banqueros Centrales en Jackson Hole, Wyoming, del 26 al 28 de este mes. El tema principal a tratar es el grave problema inflacionario que enfrentan muchos países del mundo en un entorno muy complicado de recuperación económica. Dicho de manera simple, inflación cuando apenas estamos asomando la nariz.
La política monetaria lo que manda en estos casos es un endurecimiento a través de alza de tasas de interés, algo muy doloroso para empresas y empresarios que requieren de financiamiento y éste se tiene que encarecer. Por otro lado, los ahorradores dejan recursos invertidos ante la mejora en los rendimientos y le bajan al gasto, promoviendo un menor dinamismo económico.
Desde mi perspectiva este momento no es propicio para comprar dólares y ante la mejora de este escenario incierto podríamos volver a ver el tipo de cambio debajo de $20 y un buen desempeño de acciones selectas hacia adelante. Aún incorporando un endurecimiento de las bancas centrales y un impacto negativo por la variante Delta, hay oportunidades, y más aun después de los recientes descuentos.
@juansmusi

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