La revolución que causó Edouard Manet con su forma de pintar, abandonando el estudio e irse a “pleine air”, fue un movimiento de gran fuerza, que abrió los ojos de muchos artistas y con ellos a una sociedad conservadora, que no tenía ganas le cambiaran su forma de ver y pensar; pero esto, a pesar de las diferentes épocas, por las que han pasado el arte y la sociedad, se ha dado y esperamos se siga dando, pues indudablemente hay seres dotados que pueden cambiar nuestra forma de mirar y percibir la realidad. Manet fue el precursor de este movimiento y ahora veremos que el impresionismo inundó el mundo moderno de luz, color y atrevimiento. Una verdadera revolución en todos aspectos. Uno de estos extraordinarios pintores es Claude Monet.
Él fue quien inicia una verdadera campaña en contra de pintar dentro de recintos e insta una y otra vez a sus amigos, a que se animen a salir, a no dar una sola pincelada, que no sea directamente del natural.
Esto parece fácil, pero imagínense la incomodidad que representaba, tener que cargar con pinturas, caballete, telas etc.., pues la naturaleza y sus colores cambian en minutos. Un rayo de sol, una nube que opaca cierta parte del panorama, los reflejos del agua, en fin tantas cosas que no se pueden enumerar; había que estar ahí, observando y viendo los cambios, que normalmente nosotros no vemos.
Esta forma de pintar requería de rapidez, ya que al cambiar la luz, las pinceladas tenían que ser diferentes, más fuertes, más pintura, más directas. Una forma de mirar que iluminó el mundo con colores y sensaciones nunca antes imaginados.
Esto implicaba trabajar directamente el color sobre la tela, no había tiempo de suavizarlo y hacerlo cómo se suponía que debía ser y aunque Monet ya había alcanzado cierto nombre, en una exposición a la que acudieron varios críticos de arte había un cuadro suyo, que se llamaba impresión al amanecer, esto causó escándalo y risa entre críticos, los cuales se refirieron al grupo de pintores como, “ja, ja, ja los Impresionistas”, palabra totalmente peyorativa, ya que comentaron no sabían pintar. Acordémonos que anteriormente ya se habían despreciado y criticado ciertos movimientos como el gótico, el barroco etc. Después fueron estos mismos y criticados pintores, los que adoptaron el término de impresionistas y con este nombre es que los conocemos actualmente.
Claude Monet fue sin duda la figura más sobresaliente de un grupo entre los cuales se encontraban personajes de la talla de, Degas, Pissarro, Renoir, Berthe Morisot, Cezanne, etc., Para sufragar los gastos que implicaba una exposición habían constituido una “ Societé Anonyme des Peintres, Sculpteurs et Graveurs”. Fueron 30 los que se unieron a esta causa, contando además con los socios fundadores y simpatizantes del movimiento.
Corpulento a pesar de su imponente barba de patriarca, Monet no fue un idealista soñador, sino hombre muy pragmático, generoso, sincero, un trabajador infatigable, lleno de fe en su labor y con pleno sentido de su responsabilidad. Salvat Historia del Arte.
Tuvo que pasar algún tiempo para que el público aprendiera a ver un cuadro impresionista, retrocediendo algunos metros y disfrutando del milagro de ver esas manchas embrolladas colocarse súbitamente en su sitio y adquirir vida ante nuestros ojos. Conseguir ese milagro y transferir la verdadera experiencia visual del pintor al espectador fue el verdadero propósito de los impresionistas. E.Gombrich. Historia del Arte.
Merece la pena darse una vuelta por este precioso movimiento y ver las obras grandiosas que estos extraordinarios maestros dejaron, para disfrute de la humanidad.
Ma. Teresa Gaos
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