Johannes Brahams

El romanticismo sigue en Europa y otro de sus más grandes representantes es sin duda Johannes Brahams.

Este dotado músico romántico, nace en Hamburgo, Alemania un 7 de mayo de 1833. Su padre era músico, tocaba el contrabajo y fue el que inició a su hijo en la música. Su madre una apasionada lectora de poesía y de ella heredó su sensibilidad y la atracción, que siempre sintió por la naturaleza.

En 1853, se presentó ante uno de sus más admirados compositores, Robert Schumann, llevándole algunas de sus recientes composiciones. El gran músico queda impresionado con la obra y escribe sobre él, que será uno de los más grandes músicos del futuro.

Schuman que cómo seguramente recordarán, escribía en una revista musical, al mencionar al joven músico, hizo que público y críticos se interesaran por este desconocido personaje.

Después de este encuentro con Schuman, el joven Brahams conoce a otro gran músico y virtuoso del piano Franz Listz, con el cual después de chocar seriamente, se convierte en uno de sus grandes amigos.

En 1886 escribe su famosísimo, Réquiem Alemán, una obra verdaderamente asombrosa y diferente, que constituyó toda una revelación en su época, ya que su forma fuerte y atrevida, representaba un verdadero reto, cuando fue escrita.

Fue nombrado profesor de la Academia de Viena en 1862, pero renuncia ya que en esos momentos y gracias a su reputación de excelente pianista, se dedica a viajar y a dar conciertos, pero esto también le cansa y decide abandonar su carrera de intérprete y ponerse a estudiar composición y músicos clásicos.

Escribir sobre un personaje como Brahms siempre será difícil, ya que abarca toda clase de géneros y aunque económicamente hablando, tiene una vida tranquila, no consiguió uno de sus grandes anhelos casarse. El aceptó su destino, pero vivió como ermitaño. Una de sus amigas era Clara Schumann, la viuda de Robert Schumann, a la cual admiraba y por la que sentía profundo respeto y admiración. Ella fue la primera en interpretar públicamente gran número de sus obras, Brahms agradeció este gesto ayudándola económicamente, cuando lo necesitó y sirviéndole de consuelo en sus horas de soledad y viudez.

Bajo mis mejores melodías debiera escribirse: Clara Schumann.

Y es que, aquella mujer, con exquisitas dotes, fue el gran amor de Brahms, pero nunca fue correspondido, ya que el único y gran amor de Clara fue siempre su marido, al que dedicó después de muerto su vida, interpretando su música e inmortalizando su nombre, con su maravilloso virtuosismo en el piano.

Clara muere 40 años después de su marido y Brahms, no tardó en seguirla.

Una tranquila mañana de un 3 de abril de 1879, ese hombre sencillo, noble y generoso muere tranquilamente.

Brahms es uno de los músicos más importantes del romanticismo, su riqueza armónica y la belleza y originalidad de sus obras, hacen que haya pasado a la historia como uno de los más grandes representantes de esta maravillosa etapa de la música.

Como siempre, acabo estos mini artículos sobre música. Diciéndoles; acérquense, amplíen, sus conocimientos musicales, oigan sus sinfonías, sus preciosos conciertos para piano, etc., pues sin duda, esto, además de enriquecerles, les proporcionarán momentos de intensidad, y belleza. Verán que pueden llegar a experimentar una inspiración y emoción que sólo la música puede lograr.

En estas obras dio el músico lo mejor de sí mismo; es una melodía esencialmente íntima y lírica, espejo fiel de un alma delicada, rebosante de suavidad y ternura. Gigantes de la Música. José Repollés. Bruguera Mexicana de Ediciones, S.A. 3ª. Edición, marzo 1973

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