Tras el colapso del imperio romano, Europa tiene un momento de desolación y parálisis. Se olvidan los imponentes logros de Grecia y Roma, y el continente entero cae en un letargo e inmovilización, que lo lleva a un auténtico estancamiento en todos sentidos, económico, social y artístico. A este triste período en la historia del arte se le llama ”La edad de las tinieblas” . Este duró cinco siglos y durante ese lapso no aparece ningún estilo, ni movimiento interesante. Lo único que encontramos son libros y manuscritos que se guardaron en bibliotecas y tesorerías de conventos y monasterios y que se conservaron gracias al cuidado de sus moradores.
En el siglo VI el Papa Gregorio el Grande decide que las imágenes son importantes para transmitir la vida de Cristo y las enseñanzas de la iglesia. “La pintura puede ser para los iletrados, lo mismo que la escritura para los que saben leer,” P. Gregorio el Grande. Esto fue de una importancia capital, ya que se empiezan a volver los ojos hacia este arte. Él también impulsa la música monofónica, y se crean esos coros litúrgicos, que llevan su nombre. Canto Gregoriano. Sobresaliendo en esta disciplina los coros del monasterio de Santo Domingo de Silos. Que todavía hoy podemos tener la suerte de escuchar.
En ese período se vuelven los ojos hacia el desaparecido imperio y acordándose de los famosos arcos de triunfo, se inicia un estilo en arquitectura que se llamó “románico”. Se conservan varias iglesias con estas características. Su sencillez y austeridad, siguen causando profunda impresión y emoción.
En el siglo XII surge en Francia el gótico. Del siglo XII al XIII fueron levantadas grandiosas e impresionantes catedrales. Además de su elegancia y esbeltez arquitectónica, las adornaron con extraordinarias vidrieras que añadieron luz, belleza y misterio a estos impresionantes recintos. Es ahí donde se inicia este movimiento, pues en esos momentos era el país más poderoso de Europa y la Universidad de París el centro intelectual más importante del viejo continente. España y los países del norte imitaron a los galos y construyeron grandes iglesias en el más puro estilo gótico.
No fue así con la pintura, se limitaban a ilustrar manuscritos. No buscaban la realidad, no pretendían figuras que tuvieran vida, simplemente dibujaban pasajes de la historia sagrada, sin darle importancia a la composición o al tamaño. Solo pretendían poder representar a Cristo, a la Virgen, Santos, etc..,copiaban y adaptaban escenas de viejos libros. Esto lo hacían con gran facilidad y maestría.
Durante este período, el arte del medioevo se convirtió en una mezcla de arte primitivo y algo que nos recordaba a la pintura griega en sus comienzos. El gran descubrimiento que fue el escorzo, ellos no lo conocieron y desgraciadamente quedó en el olvido otros quinientos años.
Esta tenebrosa época, que vivió devastada por guerras y penurias estuvo sumergida en la más profunda oscuridad, sin tener de donde echar mano para salir de ella.
Llamamos tenebrosa a esta época, en parte para dar a entender que las gentes que vivieron durante esos siglos de migraciones, guerras y cataclismos, estuvieron sumergidas en la oscuridad y poseyeron muy pocos conocimientos que los guiaran, pero también es escaso el conocimiento que poseemos acerca de esos siglos confusos que siguieron a la caída del mundo antiguo.
E.Gombrich
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