“La Nueva Evangelización en manos de los laicos”

Mons. Berlie Obispo de Yucatán, S.E. Cardenal Marc Ouellet

 No fue una peregrinación común ni un congreso corriente, era más que eso, era la continuación de la “Ecclessia in America” de 2012.

Tuve la fortuna de ser convocada a este gran evento, en el cual aprendí a ser lo que debo ser, me encontré con mi realidad, me conocí y reafirmé que la Iglesia soy yo y todos los bautizados, que no es la Iglesia y yo, sino que la Iglesia está viva y está integrada por personas valiosísimas y muy bien formadas y preparadas.

Un sobre, llegó en el mes de junio. Un sobre blanco, suave membreteado con el sello de la Pontificia Comisión Para América Latina, Ciudad del Vaticano, dirigido a una servidora. En su interior, se relata la razón de la invitación y firma Marc Card. Ouellet. Se veía muy importante, pero debo confesar que a mis 38 años no sabía yo la magnitud de lo que estaba a punto de vivir.

Transcurrió el tiempo y se acercaba la fecha del evento, cuando me decidí llamar a los teléfonos que dentro de la carta se encontraban; iniciando con 39-0698…, es decir en la Ciudad del Vaticano para confirmar mi asistencia y averiguar quién me había invitado. Andrea me respondió con un perfecto castellano y me indicó que se me enviaría un formato vía electrónica para llenar, pero lo más relevante sería que debía yo de elegir de entre 14 grupos de trabajo, en orden de importancia, para trabajar en este Encuentro-Peregrinación. Así es, una laica y mujer convocada por la Iglesia para que participara en la Nueva Evangelización.

Un gran mensaje, coherente ya que en el marco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Cerro del Tepeyac en donde la Virgen de Guadalupe pidió a un laico evangelizara América, se llevaría a cabo este gran evento. En un recinto que nos recuerda que la Iglesia somos todos; sacerdotes, obispos y laicos. Por ello cuando un católico critica a su Iglesia, se critica a sí mismo.

Peregrinos de la Basílica interactuando con los Obispos

Del día 16 al 19 de noviembre, nos congregamos hombres y mujeres, sacerdotes y religiosas, cardenales y obispos, laicos y consagrados para lograr una misión continental e intercambiar experiencias y reflexiones de las Iglesias en el continente americano. De modo que todos reunidos buscamos fortalecer a nuestra Iglesia a la luz de la Estrella de la Nueva Evangelización, orando, interactuando, compartiendo y claro está conviviendo.

Un intenso itinerario que hoy día me tiene agotada, pero que ha sido la experiencia más gratificante de mi vida profesional y en especial como católica. Interactué con jerarcas de la Iglesia que me parecían inalcanzables, no obstante me percaté que son personas sencillas, humildes y disponibles. Pero sobre todo, admirables, personalidades como el Card. Ouellet que nos convocó, que a pesar de ser canadiense tiene un castellano perfecto, el Card. O´Malley, franciscano con un discurso que nos exhorta a ejecutar, en lugar de sólo mirar. El Card. Nicolás de Jesús López Rodríguez Arzobispo de Santo Domingo Primado de América quien celebró una de las misas más preciosas que yo haya atendido, el Card. Timothy Dolan Arzobispo de Nueva York que solamente vino a celebrar la misa del domingo y su homilía fue en inglés, presidida del Aleluya de Händel en las voces del coro de la Basílica de Guadalupe que te transportaban al mismísimo cielo.

Entrevistando al Rvdo. Padre Eduardo Chávez Director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos

Recinto sagrado que era el centro del evento y que hizo presente al Rev. Padre Eduardo Chávez postulador de la causa de canonización de Juan Diego y Director del Instituto de Estudios Superiores Guadalupanos, quien nos diera una plática sobre las apariciones, tan emotiva que las lágrimas se me escaparon. Así como al Card. Norberto Rivera Carrera Arzobispo de la Ciudad de México quien depositara la rosa triple de oro que S.S. Papa Francisco enviara para honrar a la Morenita del Tepeyac.

Han sido muchas emociones, mucho esfuerzo escuchar a tantas personalidades que por espacio no continúo mencionando, pero que cada uno es único como el Arzobispo de Miami, S.E. Thomas Wenski quien presidiera la mesa en la que me tocó trabajar con el tema “La revolución de las comunicaciones, desafío de la nueva evangelización en el continente americano”. Todo lo que se dijo en cada una de las comisiones, se recapituló en la asamblea, se fortaleció con comentarios de los que ahí estuvimos presentes y que serán pulidos para entregar un documento en unos seis meses con propuestas para que esta Nueva Evangelización sea un verdadero éxito.

Creo que es de suma importancia que reconsideremos como católicos bautizados que la Iglesia somos todos, que no podemos criticar y alejarnos cuando somos Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana. Es muy cómodo señalar y reprochar, pero justamente esa conducta nos ha llevado a la oscuridad de la época posmoderna. «Aquel que quita de su corazón al verdadero Dios, a cualquier cosa se arrastra» decían los cristeros que gritaban “Viva Cristo Rey”. Eventos como este son necesarios y sobre todo son recordatorios del gran compromiso que tenemos de apoyar a nuestra Iglesia.

Imagen de la Antigua Basílica de Guadalupe lunes 18 de noviembre 2013

Salí de la Villa de Guadalupe, en medio del silencio de la noche, sobre un suelo húmedo y una quietud ensordecedora. Miré la antigua Basílica y sentí el viento suave sobre mi rostro, cerré los ojos y me atemoricé; “el compromiso de salir de aquí es inmenso, tengo que hacer algo con todo lo que aprendí”.

Nos leemos pronto para no quedarnos atrás y ver hacia delante.

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