La poesia se hace música; Franz Peter Schubert

LA POESIA SE HACE MÚSICA

FRANZ PETER SCHUBERT

No cabe duda que con el talento se nace, pero cuando vemos como ha sido la vida de los grandes creadores, nos preguntamos. Como pudieron sobreponerse, a tantas y tremendas vicisitudes ?  Fue una época especial la que alimentó  esta  creatividad ?.  El hambre, el frío, la soledad no fueron barreras para que cada uno de estos seres privilegiados llevaran a cabo sus sueños, sin importar el costo.

Franz Peter Schubert nació en Liechtenthal, Austria un 31 de enero de 1797. Hijo de un modesto maestro de escuela, que se desvivía para poder atender a sus  trece  hijos,  con  los  muy  escasos  recursos que tenía con su pequeño sueldo. A pesar de todo esto el joven Franz, recibió una sencilla educación musical, increíble no?   En un mundo lleno de carencias, había sensibilidad y esfuerzo, cosa que parece ha desaparecido en nuestros días, a pesar de los medios que actualmente tenemos. Su padre inicia a su hijo en este arte, pues el niño había demostrado tener grandes aptitudes.

Tenía solamente once años, cuando ganó un primer puesto en la capilla de la corte de Viena.  A los trece ya había escrito varias obras, que ponían de manifiesto el talento del joven, pero cuando acaba esta formación vuelve a casa y su padre le pide le reemplace en su labor de magisterio, cosa que estaba muy lejos de sus aspiraciones, pero finalmente la remuneración económica era importante y se dedica a ser maestro. Ya que esta profesión le eximía del servicio militar, que en aquellos tiempos en Austria era de catorce años.

Gracias a la ayuda de un amigo, puede dejar la escuela y se dedica completamente a la composición. No había acabado una, cuando ya estaba pensando en la siguiente. Creaba música sin descanso, pues tenía ese gran tesoro que es la inspiración y él lo agradecía, trabajando y creando las maravillas que hoy tenemos la suerte de poder escuchar.

Schubert se divertía con amigos; desgraciadamente este desorden de vida, hace que contraiga una enfermedad venérea imposible de erradicar, pero muere de unas fiebres tifoideas.

Este extraño y joven compositor nos dejó un legado inmenso. Sus famosos Lieder, su incomparable música de piano, sinfonías, Rosamunda, la Serenata y recuerden su Ave María.

Este joven, sentía una verdadera devoción por  Beethoven,  cuando  supo  estaba  enfermo  pidió,  visitarlo  y  cuando  lo  hizo   comentó.  “ Dotado  de  fuego   divino”, según lo había calificado poco antes. Tres días más tarde, Beethoven moría. Schubert sumamente afectado acompañó el cadáver al cementerio. GIGANTES DE LA MÚSICA. REPOLLÉS. BRUGUERA MXICANA.

La imagen de Beethoven le acompañó en su corta vida y cuando estaba al borde de la muerte, pidió a sus amigos le enterrasen cerca de su ídolo.

La vida de este extraordinario personaje, fue tremenda. Nunca tuvo un alojamiento propio, nunca tuvo un piano, hasta los últimos meses de vida. La mayoría de sus obras nunca fueron ejecutadas en público, lo único importante para él, era sacar todo ese arte que sentía en su interior, sin importarle si tenía o no reconocimiento. Pasó frío y hambre, pero nada de esto detuvo, su gran vocación, LA MÚSICA.

Schubert murió un 19 de noviembre de 1828, en casa de su hermano Ferdinand, que vivía en los alrededores de Viena. En 1888 sus restos fueron exhumados y trasladados al cementerio  donde  descansa  su venerado Beethoven. Ahí se erigió un monumento que perpetúa la memoria del poeta de la música.

En su muy breve carrera creó alrededor de mil doscientas obras, que han  pasado  a  ser  inmortales las sonata, tríos,  cuartetos, quintetos, música sacra y sinfónica.

Amplíen su repertorio clásico, escuchen uno de sus famosos cuartetos La Muerte y la Doncella, su famosa sinfonía Inconclusa. Aprendamos todos, que las barreras están solamente dentro de nosotros. Todo se puede lograr cuando hay verdadera vocación y entrega.

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