La revolución de la generación Z: digitalizados desde que nacen.

Fuente: El Tiempo

Por: MONTSERRAT SÁNCHEZ B.

Dentro de poco los ‘centennials’ ingresarán al mercado laboral y comenzarán a redefinir la sociedad.

“Quiero que descargue más rápido, que mi compra online llegue mañana, que mi foto se suba de inmediato. Quiero encontrar trabajo, pero lo necesito mañana; pasado mañana no me sirve. Quiero tener un celular, pero lo quiero ahora porque mañana va a salir otro mejor”.

La declaración es de Uzziel Misle, un popular ‘youtuber’ conocido como Típico Shileno. Misle tiene 19 años y es un representante de la generación Z, también llamada los ‘centennials’: jóvenes que nacieron entre 1995 y el 2010 y que representan el 26 por ciento de la población mundial.

Esta nueva tribu es el relevo de la generación Y, también conocida como los ‘‘millennials’’, que incluye a los nacidos entre 1980 y 1994. Si estos se caracterizaron por romper paradigmas con una mirada más flexible del trabajo, de la familia y de la tecnología, las expectativas sobre los cambios que impulsarán los Z son mayores. Por el momento, los expertos describen su mirada del mundo con tres palabras: inmediatez, rapidez y eficiencia. “Si tuviera que definir a mi generación en un solo concepto, sería que quieren todo ya. Para ellos, esperar es lo peor”, aclara Misle.

Los ‘centennials’ también son conocidos como la generación iGen o como los primeros nativos digitales, porque crecieron en plena ebullición de los ‘smarthphones’, de internet y de las redes sociales. Aunque se decía lo mismo de los ‘millennials’, el conglomerado Z sí creció con la red y las nuevas tecnologías como parte de su ambiente natural.

Por lo mismo, su relación con el mundo digital es lo que marca a los integrantes de esta tribu y los diferencia de los ‘millennials’. Mientras estos manejan hasta dos pantallas y piensan en 3D, la generación Z maneja cinco pantallas y piensa en 4D. Los ‘millennials’ se comunican por texto, y los Z, por imágenes. Si los ‘millennials’ usaron el ICQ (un chat para PC, anterior al Messenger), los Z solo piensan en WhatsApp. Si los ‘millennials’ hicieron fila para arrendar un estreno en Blockbuster, los Z abren Netflix en segundos desde sus sillones.

(Además: El desafío de educar a la generación Z)

Daniel Halpern, periodista de la Universidad Católica de Chile e investigador del ‘think tank’ Tren Digital, lo explica con lo que se conoce como YouTube Spam Attention: “Antes, las personas eran capaces de esperar a que sucediera algo. Con la generación Z hay tanto estímulo que tienes que esforzarte mucho para que te pongan atención. Yo no crecí así, mi máximo estímulo era la televisión. Pero ahora esa misma pantalla me permite interactuar con el contenido y con otras personas al mismo tiempo. Antes, la gente podía esperar tres, cuatro minutos. Hoy se habla de 40 segundos. Gracias a YouTube, si te aburres de algo puedes cambiarlo de inmediato”.

Según el estudio ‘Cassandra Report: The Gen Z Issue’, del año pasado, un 85 por ciento de los jóvenes Z dice que YouTube es su sitio favorito. Los ‘millennials’ prefieren Amazon. Otra investigación, realizada en Estados Unidos por Pew Research Center –también en el 2015–, reveló que un 92 por ciento de los Z se conecta a internet diariamente. La red social que predomina es Facebook (71 por ciento), seguida por Instagram (52) y Snapchat (41). Twitter, herramienta muy usada por los ‘millennials’, queda en el cuarto lugar, con 33 por ciento.

A diferencia de los ‘millennials’, quienes crecieron en un mundo donde informarse era un privilegio, para los Z es un derecho. Halpern lo explica con la lógica del ‘a ti quién te preguntó’: “Hoy no se escucha eso, porque informar, decir lo que uno tiene que decir, independientemente de que esté interrumpiendo, es un valor. Entonces, tienes gente que vomita información en vez de comunicarse. Ellos son esta cultura, ellos nacieron así. Ellos hablan, dicen, comentan, todo el rato”.

Las diferencias tecnológicas entre ambas generaciones se notan físicamente. La ‘Thumb Theory’ (teoría del pulgar) lo explica: si para los X, la generación previa a los Y, su dedo fuerte era el índice (por el uso del teléfono), para los ‘millennials’ es el pulgar (por el uso del Nintendo). Y los Z no tienen un dedo predominante, porque usan más de uno.

Educación alternativa

Los ‘centennials’ tienen una suerte de recelo hacia el sistema educativo tradicional y optan por nuevos modos de aprendizaje. Demandan una enseñanza más práctica y flexible, menos formal, orientada a experiencias y habilidades que les ayuden a afrontar un futuro laboral caracterizado por la incertidumbre y el cambio, con profesiones novedosas y vinculadas a proyectos colectivos de trabajo en red, con la creatividad como componente principal.

De hecho, según el estudio de Sparks & Honey, el 75 por ciento de los jóvenes cree que hay maneras de obtener una buena educación sin ir a la universidad, como el ‘homeschooling’ o el ‘e-learning’. Los Z quieren tener que ver en su educación y no ser meros espectadores. Y creen que es más fácil aprender de internet.

Uzziel Misle, quien tiene más de 280.000 suscriptores en su canal de YouTube, lo ejemplifica: para aprender a hacer sus videos investigó en la web cómo usar la cámara y editar: “Me di cuenta de que lo que quería lo tenía en internet. Todo está a un clic de distancia. Un día quería hacer un pie de limón y busqué en YouTube cómo hacerlo. ¡Y al otro día sabía hacer pie de limón!”.

Uno de los paradigmas más grandes que rompieron los ‘millennials’ fue la importancia que le dieron a su realización personal, a que no todo era trabajar. Para ellos, las experiencias eran lo primordial.

Pero los Z se distancian de esto. Si un ‘millennial’ ahorra para viajar, los Z lo hacen para comprar bienes. Y esto puede deberse al cambio de mentalidad entre una generación y otra: de los ‘millennials’ se dice que son idealistas e inmaduros; de los ‘centennials’, que son realistas y maduros. Los Z crecieron con los ojos abiertos frente a catástrofes como el terrorismo y la recesión económica.

Una de las grandes preocupaciones de los Z es el medioambiente. Según el estudio de Sparks & Honey, ‘Gen Z: The Final Generation’, el 76 por ciento de los niños entre 13 y 17 años está preocupado por el impacto de la humanidad en el planeta, y el 63 por ciento está preocupado por su futuro.

La psicóloga clínica y terapeuta familiar Alejandra Silva señala: “La generación actual ha ido disminuyendo sus intereses sociales, son más cortoplacistas y no acostumbran a pensar en proyecciones ni en consecuencias de las acciones (…). No se sienten parte de los procesos que estamos viviendo, no se sienten considerados ni se sienten responsables por el mundo que están construyendo”.

Como los Z más grandes apenas tienen 21 años, poco se sabe qué pasará con ellos en el trabajo; los expertos están a la espera del momento en que comiencen a develar algún tipo de comportamiento. Al mismo tiempo, puede ser que el rasgo más estudiado de los ‘millennials’ sea su desenvolvimiento laboral. Hoy, este grupo forma alrededor del 25 por ciento de la fuerza laboral.

Juan Ignacio Silva, gerente regional de recursos humanos de la empresa de reclutamiento PageGroup, enumera los paradigmas de los ‘millennials’: están más orientados al ser que al tener, trabajan de forma colaborativa, creen más en una ‘redarquía’ que en la jerarquía del jefe, se enfocan más en la tarea que en el objetivo final, trabajan más su lado creativo, les gusta la diversidad y prefieren empresas verdes.

Según Silva, los Z tienen un comportamiento parecido a sus predecesores, pero cree que van a poner más cosas en tela de juicio. Si los Y comenzaron a trabajar con la diversidad (discapacitados, mujeres y LGBT), los Z lo llevarán al siguiente nivel, porque la tecnología los ha hecho más tolerantes. “Lo que viene es diversidad, inclusión, trabajo colaborativo, o sea, agudizar un poco este modelo”, adelanta.

Según la encuesta Deloitte 2016, un 66 por ciento de los ‘millennials’ dice que espera haberse cambiado de trabajo de aquí al 2020. Algo similar se espera de los Z: se estima que a lo largo de su vida tendrán 17 empleos.

El informe ‘Generación Z: el último salto generacional’ aborda las oportunidades que brindan los entornos colaborativos digitales, que son lo que los Z buscarían. Entre estos está lo que se conoce como ‘gig economy’, que refleja el paso de una economía donde el trabajo era estable, por cuenta ajena y para un solo empleador, a otra en la que tiende a ser temporal, autónomo y para varios empleadores a lo largo de la trayectoria profesional.

La generación Z ha demostrado tener más espíritu emprendedor que sus predecesores. Una encuesta realizada en el 2014 por Northeastern University Innovation señala que cuatro de cada diez jóvenes Z quieren trabajar para sí mismos.

El estudio de Millennial Branding, ‘Gen Z Global Workplace Expectations’, resume los puntos fuertes que definen a este grupo de jóvenes en el ámbito laboral. Primero, su espíritu emprendedor. Segundo, no les importa el dinero (hasta el momento). Y tercero, prefieren la comunicación cara a cara que la tecnología. En este sentido, los jóvenes no estarían preocupados de conectarse ‘online’ y priorizarían relaciones en persona con sus jefes, antes que ‘e-mails’ o mensajes instantáneos. Sus habilidades comunicativas no serían tan afectadas por la tecnología como se cree.

Lo que queda ahora es ver cómo se acoplan los Z a los Y. Un aspecto clave que destaca el ejecutivo Juan Ignacio Silva será observar cómo reaccionarán los ‘millennials’ cuando estén en puestos de jefatura: “La generación Y planteó esta ruptura de paradigmas desde la base de la pirámide. Ahora hay que ver si, cuando suba un escalón, sigue siendo tan disruptiva”.

Aislamiento transnacional

Las relaciones de los Z también están mediadas por la tecnología. Si para los jóvenes Y la televisión lo fue todo, para los Z lo es internet. Incluso se podría decir que entre ellos la red está reemplazando las amistades de la vida real que tenían los ‘millennials’. Según Daniel Halpern, investigador del ‘think tank’ Tren Digital, hoy todas las relaciones son mediadas por la tecnología y algunas, especialmente entre los integrantes de la generación Z, son ciento por ciento online. Por lo mismo, no es raro que existan grupos de WhatsApp transnacionales, con miembros de distintos países que se conocieron en la web y que por tener intereses en común formaron un grupo en esta aplicación.

Según una encuesta de Millward Brown realizada en Europa, Asia y Estados Unidos, un 25 por ciento de la generación Z interactúa diariamente con pares en otros países. Con la tecnología, los Z se aíslan de sus propios entornos, pero son capaces de traspasar fronteras.

(También: ¿Es diferente el cerebro de los jóvenes de la generación Z?)

La psicóloga clínica y terapeuta familiar Alejandra Silva, quien lleva 20 años trabajando con adolescentes, explica las consecuencias de esto: “Se piensa con facilidad que un ‘amigo’ es quien acepta una solicitud en Facebook, o que una relación de noviazgo puede establecerse o finalizar por WhatsApp”. Toda esta interacción virtual puede hacer que los jóvenes pierdan habilidades comunicativas. La socióloga Francisca Ortiz, del Centro de Investigaciones Socioculturales de la Universidad Alberto Hurtado, de Chile, considera que las tecnologías pasan a ser, en el caso de los ‘millennials’, una herramienta para dar su opinión en lo laboral y en otros ámbitos, pero pareciera ser que los integrantes de la generación Z las utilizan como una herramienta para validarse.

Silva agrega las consecuencias positivas de este cambio generacional: “Genera en ellos la sensación de estar más conectados unos con otros, de que siempre saben lo que les pasa a otros, si alguien tiene un problema, lo que sea. Fortalece sus relaciones, su cercanía (…). Es de alguna manera como un puente con la vida real.

MONTSERRAT SÁNCHEZ B.
El Mercurio (Chile) – GDA

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