El Legado Olímpico

Durante 17 días el mundo entero fuimos espectadores de uno de los eventos mas vistos en la televisión, las Olimpiadas en su versión 30 de la era moderna en Londres 2012. Con ratings de audiencia superados nunca antes vistos. Ejemplo de ello sería la final de 100 metros en la que ganó el jamaicano Usain Bolt que tuvo una audiencia de televisión de casi 20 millones de personas, según la cadena BBC.

17 días en los que la mayoría de los habitantes de este planeta tierra estuvimos pendientes de los deportistas, de las pruebas y de las historias. En donde reflexionamos e inevitablemente fueron tema de conversación en las reuniones familiares y con los amigos.

17 días que reflexionamos en lo que recibíamos de los acontecimientos, de las vidas personales de cada atleta, de los mensajes que esta reunión olímpica nos dejaba. Una fiesta mundial que a todos nos debe de haber tocado alguna fibra sensible, que debió de habernos dejado algún legado que seguramente habrá cambiado algo en nuestro interior.

Personalmente me quedo con tres mensajes principales; el primero de ellos sería que en Londres 2012 hubo mujeres representando a los 204 países, que a pesar de aquellos en donde la mujer es relegada como son los musulmanes, aún así estuvieron presentes. Una judoca y 2 corredoras de 100 y 400 metros, compitieron por vez primera por Arabia Saudita, Catar y Brunei, respectivamente. Arabia Saudita, Catar y Brunei eran los 3 únicos países que nunca habían incluido mujeres en sus equipos olímpicos. Shaherkani, de Arabia Saudita, estuvo a punto de no participar en esta cita a causa de la prohibición de la Federación Internacional de Judo (IJF) de competir con hijab (velo), sin embargo, al final la joven judoca de 16 años pudo salir a luchar con un hijab que respeta la «sensibilidad cultural musulmana» al cubrirle el pelo.

Por su parte Noor Hussain Al-Malki, la primera mujer de Catar en competir en unos Juegos Olímpicos, no pudo ni siquiera terminar su carrera de 100 metros en Londres 2012, al lesionarse al poco de iniciarse la prueba, no obstante, hizo historia al haber pisado suelo olímpico. Y finalmente, Maziah Mahusin tuvo mejor suerte en su debut olímpico como la primer mujer de Brunei, ya que corrió la serie preliminar de 400 metros y batió el récord nacional de su país. A parte, Mahusin fue la abanderada de la delegación de 3 miembros del pequeño sultanato de Asia, situado en el norte de la isla de Borneo.

El segundo mensaje con el que me quedo, es ver cómo los deportistas en su mayoría están conscientes de su condición humana, son humildes y le deben sus logros al Absoluto. Le encomiendan su esfuerzo a Dios y al finalizar le agradecen. Un gran ejemplo que nos deja una lección a quienes estamos fuera del Olimpo y que en el día a día olvidamos encomendarnos y agradecer al Todopoderoso los beneficios recibidos.

Vimos a la atleta etíope Meseret Defar protagonizando uno de los momentos más emotivos de las Olimpiadas de Londres 2012 cuando al cruzar la meta en la final femenina de los 5000 metros planos y hacerse de la medalla de oro, sacó de su pecho una imagen de la Virgen María, la mostró a las cámaras y se la puso en el rostro en un momento que parecía hablaba directamente con la Madre de Dios. Defar, es cristiana ortodoxa y encomendó su carrera con una señal de la cruz completando la distancia en 15:04:25, finalizando como ganadora y agradeciendo su esfuerzo a Dios. Signo de humildad y de sabiduría al reconocer que sus logros no pueden ser alcanzados sin la fuerza de Dios.

Por el contrario, en ocasiones noté que algunos deportistas perdían el piso y por ende la humildad al verse vencedores indiscutibles de las pruebas que representaban. El jamaicano, Bolt al terminar sus pruebas maestras hacía alardes de grandeza, de fortaleza y no dejaba de congratularse a si mismo por haber pulverizado su propio récord del mundo, que ha dejado en 9.69. Tanto que a su compatriota Blake mal lo saludó en la prueba de 100 metros. Hecho que me hace reafirmar, que cuando estamos en la cima es cuando más débiles estamos, puesto que la tentación de la vanagloria ronda sin cesar y quien se deja seducir, se quiebra ante la soberbia.

Y finalmente el tercer mensaje que me llevo de estos juegos olímpicos, es que todos tenemos una discapacidad, y la principal es la de pensar que ser capaces radica en lo físico, cuando en realidad se encuentra en el entendimiento de la trascendentalidad. Ejemplo de ello es el sudafricano Oscar Pistorius, primer atleta amputado que participa en unos Juegos Olímpicos, vio realizado su sueño de competir con atletas “normales” y de clasificarse, además para la segunda ronda de 400 metros de Londres 2012. «Blade runner», como es conocido partió en la primera serie por el carril 6, moviendo a gran velocidad las prótesis de carbono que utiliza en ambas piernas. Un gran ejemplo que contagia fortaleza y motivación mental; “Querer es poder” dice mi mamá.

Tres mensajes que a pesar de que estos 17 días lamentablemente han terminado, no me dejan igual para la posteridad, me quedo con ganas de seguir adelante, de recordar la humildad, la fortaleza mental, la igualdad ontológica entre los seres humanos y la dignidad, pero sobre todo me quedo con una fiesta mundial que nos demuestra una vez más que cuando el ser humano se lo propone, puede estar en paz. 

Nos leemos la semana que entra para no quedarnos atrás y ver hacia del
ante.

 

Deja una respuesta