Lilly Telléz y el trapo verde

“Es una falta de respeto de Movimiento Ciudadano, Sr. Dante Delgado, que yo sea una senadora con los mismos derechos que usted y su bancada y venga esta mañana y me encuentre un trapo verde puesto aquí (en su escaño). Aquí están los medios de comunicación y toman fotos; y poner un trapo verde en mi escaño, en un escaño que no es el suyo Patricia Mercado, hace que otras mujeres y otros ciudadanos piensen que yo apoyo el aborto cuando estoy en contra; yo les pido que así como yo no voy con ustedes a arrancarles el trapo verde del cuello, ustedes no vengan a imponerme un trapo verde que para mí significa la muerte, a mi escaño. Así como todos los que tienen aquí un trapo verde con la libertad de decir lo que piensan, yo también tengo derecho a rechazar este trapo verde porque yo represento a muchas personas que creemos que el aborto es el asesinato de una persona. Le suplico a Movimiento Ciudadano no vuelva a poner en mi escaño un símbolo que me comprometa en un asunto que yo rechazo y que siempre he rechazado y es más, a los senadores que estén en contra del aborto los invito a que me apoyen próximamente a presentar algo igual a lo que presentó el Congreso de Nuevo León. Yo apoyo y felicito al Congreso de Nuevo León en su postura frente al aborto” (Lilly Téllez senadora del partido Morena).

 El 7 de marzo de este año, la senadora Lilli Téllez levantaba la voz ante un evidente acto arbitrario en el que organizaciones abortistas como GIRE (Grupo de Información en Reproducción Asistida) colocaron trapos verdes en todos los escaños del senado (dicho por la senadora Xochitl Gálvez). Huelga decir que el trapo verde es una campaña que impulsa el aborto en el mundo. Inició la protesta contra este acto Oswaldo Fuentes, y siguió Martha Rodríguez.

Las respuestas en contra no se hicieron esperar, la senadora María Lucía Micher espetó indignada dando palmadas en su mesa: -“Yo también defiendo la vida (¿?) y no voy a permitir que aquí se le diga a la señora (Lilly Telléz) que viene vestida de verde, que no puede tener un trapo verde y que además se nos diga que somos asesinos, no lo voy a permitir.” En entrevista posterior externó que le pareció una gravísima falta de respeto que se les llamara asesinos a los que promueven “el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo”.

Es realmente hilarante que alguien que promueve el asesinato en el vientre materno, diga indignado que no se le llame asesino. No es insulto, ni falta de respeto, sencillamente es una descripción. Los medios de comunicación lincharon a la senadora con titulares como: “¡Lilly Téllez estalla! ¡Lilly Téllez hace berrinche!”,  sin embargo no hace falta más que ver los vídeos de la sesión en el senado para darse cuenta de que el exabrupto vino por parte de los abortistas. Hasta en las reacciones existe una abismal diferencia entre quien defiende la vida en cualquier etapa y entre aquellos que exigen la muerte de un ser humano so pretexto de la libertad.

El aborto no es un derecho, el aborto es matar, de ahí se debe partir; cuando cambiamos las palabras, en este caso llamar “derecho” a algo que es un asesinato, se engaña a la gente. Le llaman “interrupción” como si el embarazo pudiera reanudarse, vaya insulto a la inteligencia. La vida comienza en el momento de la concepción, no a las doce semanas y un día, no a los cinco, seis o nueve meses; la única diferencia entre usted y el ser humano en gestación es tiempo.

La guerra contra la vida y la familia está en las palabras y en los símbolos; se cambia el significado de las cosas, se impulsan leyes, campañas, logrando que la gente apoye un acto que está mal. Son los abortistas los que impulsan el asesinato de un ser humano en gestación, pero si el aborto sale mal porque muere la madre, entonces los provida son los culpables, absurdo ¿no le parece? Los provida luchan por ambas vidas, no una, las dos vidas. Existen organizaciones como VIFAC que apoya a la mujer embarazada en desamparo.

Lo hecho por la senadora Lilly Telléz fue un acto de valentía tomando en cuenta que el partido Morena en el que milita, es abortista como ningún otro. No se conformó con quitar el trapo verde de su escaño, protestó con firmeza, con educación, sin aspavientos; ella sabe que los símbolos y las palabras lo son todo en esta guerra, un simple acto puede hacer que mucha gente tome consciencia de lo terrible que es promover la muerte en el vientre materno o inclinarse por llamarle “derecho” y promoverlo.

Usted que lee esto, que no apoya el aborto y se ha abstenido de externar su opinión, observe como linchan públicamente a aquellos que tienen el valor de defender públicamente la vida, tenga por seguro que mantenerse neutral no es opción, porque nada ha dañado más a una sociedad que guarda silencio ante el asesinato en el vientre materno.

“El hecho de que un tiempo caótico y mal educado no puede captar claramente la verdad no altera el hecho de que siempre será la verdad.” Gilbert Keith Chesterton

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