Los valores sociales son aquellos bienes que perfeccionan al hombre en todo lo relacionado con su vida social, es decir, aquellos bienes que van encaminados a que la sociedad alcance el bien común. Y es que el bien común es la causa por la que los hombres se asocian y que implica el verdadero bien conforme a la naturaleza de todos y cada uno de sus miembros. De aquí se sigue que los gobernantes y los ciudadanos que realmente están comprometidos con el bien común, realicen en alguna medida los valores sociales.
Aunque todos los miembros de una sociedad deben contribuir al bien común, los líderes de las instituciones y especialmente los responsables de los gobiernos de las naciones tienen un papel muy importante en el logro de ese bien. Por eso, es necesario que todos, pero especialmente los que gobiernan, cuenten con los valores que se relacionan directamente con el bien común. Y esos valores son principalmente dos virtudes fundamentales: la prudencia gubernativa y la justicia social. Esos valores son importantes porque ambas, la prudencia gubernativa y la justicia social se definen por el bien común, ya que mientras la prudencia proporciona los conocimientos necesarios para legislar y gobernar en función del bien común, la justicia social perfecciona la voluntad para que se realice el mismo.
Es muy importante reiterar, que es necesario que todos los miembros de la sociedad desarrollen las virtudes, porque no es difícil imaginar la cantidad de problemas a los que se enfrenta una sociedad en la que sus miembros carecen de ellas. Tampoco es difícil imaginar los problemas a los que se enfrentan los países en los que los gobernantes carecen de las virtudes necesarias para gobernar. Es imposible alcanzar el bien común si se carece de virtudes porque gracias a la virtud, que se obtiene mediante la educación, los hombres se hacen mejores hombres y de este modo la sociedad alcanza el bien común.
Pero además, para saber en qué consiste que un hombre sea idóneo para alcanzar el bien común, hay que comprender que el fundamento de la vida social y de su estructura política es la naturaleza humana. El desconocimiento de la naturaleza humana es fuente de múltiples errores que impiden el bien común. Porque el hombre se asocia para realizarse biológicamente, socialmente, intelectualmente y moralmente, es decir, integralmente. De aquí que los miembros de una sociedad tengan el deber y el derecho de constituir una autoridad política virtuosa que de unidad y cauce a la convivencia social. Porque como el bien común es la razón de ser de la sociedad y de la autoridad que la representa, si la autoridad falla, es prácticamente imposible alcanzar el bien común.
Manuel Ocampo Ponce
Universidad Panamericana
Guadalajara Jalisco, México.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.