Sabemos que cada vida humana es un tesoro invaluable, irrepetible y conlleva un derecho prioritario que posee todo ser humano de ser respetado, cuidado y protegido desde el seno materno, por encima de cualesquier otro derecho. Tan cierto es esto, que como señal de identificación se nos pide, para los documentos oficiales, nuestra huella digital: porque no hay dos seres humanos idénticos, aún cuando sean gemelos o trillizos.
¿Y qué es el aborto? Es la destrucción voluntaria de la vida humana en ese largo caminar de nueve meses que recorre desde que el óvulo es fecundado o fertilizado hasta el nacimiento del bebé.
¿Cuándo comienza la vida humana? En el momento en que el espermatozoide penetra en el óvulo, se realiza esa unión. A partir de este hecho, comienza la concepción y el desarrollo de un nuevo ser humano.
Es interesante observar que día a día, semana tras semana, ese pequeño ser humano tiene una notable evolución, así como progresos y avances significativos: se forma su cabeza, su tronco y extremidades. Poco a poco se van conformando, también, sus órganos vitales, su estructura ósea, su sistema digestivo, respiratorio, nervioso…
Y, muy pronto, a través del ultrasonido, se puede mirar a un “muñequito” que mueve su cuerpo, su cabeza, sus brazos y piernas; se chupa el dedo; da “pataditas” dentro del seno materno; manifiesta alegría o angustia ante los estados de ánimo de su madre; y si ella se coloca unos audífonos en su vientre con música suave y relajante, el bebé experimenta también un deleite auditivo que también lo relaja porque ya escucha; de igual forma, oye y distingue las voces de su madre, de su padre, de sus hermanitos…
La naturaleza mantiene tan unidos a la madre y al hijo que, en los nueve primeros meses de vida, están viviendo íntimamente y al unísono, como fusionados, aunque cada uno -madre e hijo- mantiene su propia individualidad. Sus cuerpos están hechos el uno para el otro. Durante el embarazo, comparten la misma comida, sangre y oxígeno. Después del parto, la naturaleza sitúa al hijo ante el pecho de la madre para alimentarse. Los ojos del neonato apenas pueden ver más allá que para mantener contacto visual con mamá. (1)
Hay una armonía perfecta entre la madre y el hijo. Pero ese desarrollo del pequeño no se realiza sólo mientras se encuentra en el seno materno, sino que continúa y se prolonga a lo largo de su infancia, su adolescencia hasta su misma madurez. Sus huesos y sus músculos se estiran, su vista se agudiza, comienza a hablar, a escuchar, a reír, a jugar y su inteligencia se despierta. Más tarde, desarrolla sus reflejos, sus habilidades psicomotrices, su capacidad de abstracción, de raciocinio, que tiene su culmen en la madurez. Aunque la dignidad humana y el derecho a existir de la persona permancen intactos hasta su muerte natural.
¿Qué quiero decir con esto? Que ese óvulo fecundado tiene un largo itinerario con el paso del tiempo en la existencia de cada persona, de manera ininterrumpido y de forma lineal, y en todas sus etapas, debe ser respetado y querido porque estamos siempre ante un ser humano. (2)
Por ello es que el aborto resulta un crimen abominable. Se trata de la aniquilación de un bebé dentro del vientre de la madre y es reprobable bajo cualquier forma o modo de destrucción porque estamos frente a un ser inocente, que se encuentra totalmente indefenso y que tiene derecho a vivir, como cualesquier otra persona.
Las campañas abortistas lo único que han sembrado en México y en el mundo entero es una perversa “cultura de la muerte”, un odio y un resentimiento contra a la vida y un deprecio irracional y anormal que se convierte en un fenómeno psicopatológico y aberrante por la enorme dignidad que se merece cada ser humano.
¿Por qué relato todo esto? Porque el próximo sábado 23 de abril, a las 10.30 de la mañana, se llevará a cabo “La Marcha por la Vida”, que en los últimos años se han venido realizando y cada vez afluyen un mayor número de personas, para concientizar a la ciudadanía en la promoción de la vida humana y buscar revertir la actual legalización abortista vigente en la Ciudad de México.
Esta marcha la organiza la institución “Pasos por la Vida”, integrado por un grupo de generosos jóvenes que dedican su tiempo y su mejor esfuerzo en defender la vida de los no nacidos. Esta manifestación pacífica se desarrollará por Paseo de la Reforma y se iniciará desde la Glorieta de “La Diana Cazadora” hasta otro significativo lugar, “El Monumento a la Madre”. ¡No dejemos de apoyar y unirnos a este nobilísimo ideal de promover e insistir en que se reconozca la infinita dignidad de todo ser humano a existir desde el momento mismo de su concepción!
(1) Cfr. Ratner, Herbert, M. D., “The Natural Institution of the Family”, publicado en Child and Family, No. 20 (1988). Págs. 89-106.
(2) Gilbert, S. F., Tyler, A. L., Zackin, E. J., La Bioética y la Nueva Embriología, Sinauer Associates, Inc. And W. H. Freeman and Company, New York, 2007, p. 10 y ss.
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