Lograr un embarazo después de los 35, todo un reto
La maternidad enriquece a la mujer, a su entorno y fortalece a la sociedad
Mexico D.F., Abril 2012.- La maternidad tardía se establece socialmente de acuerdo al promedio de años en que las mujeres gestan a su primer hijo en zonas geográficas determinadas. Desde la perspectiva médica, la connotación tardía de la gestación del embarazo en términos biológicos, se refiere a todas aquellas mujeres que conciben su primer embarazo con 35 años o más.
De acuerdo con cifras del INEGI en México, la fecundidad por grupos de edad nos muestra que de 1976 al 2010, el grupo al que corresponde el máximo de la tasa de fecundidad es el de las mujeres de entre 20 y 24 años. Situación que marca una disminución sustancial en la tasa de fecundidad propia de los grupos de mayor edad. Los datos señalan que, a partir de los 35 años, la fecundidad empieza a disminuir de manera significativa; de esta forma, las mujeres mayores a los 40 años sólo aportan el 2.1% de los nacimientos registrados para el 2009 (INEGI, 2011).
El embarazo a esta edad se estima como un embarazo de riesgo, con mayor posibilidad de padecer complicaciones obstétricas y fetales, como lo explica la Dra. Gabriela Oria, especialista en Maternidad y Salud Perinatal “Uno de los primeros problemas ante los que se enfrentan las mujeres que esperan quedar embarazadas posterior a los 35 años, y aun más después de los 40 años, es justamente lograr el embarazo. Esta situación tiene su origen en la disminución de la frecuencia de la ovulación (insuficiencia ovárica) en las mujeres de esta edad, así como en la posible presencia de dificultades ginecológicas recurrentes a una edad avanzada como la endometriosis y la adhesión de las trompas de Falopio u ovarios impidiendo la concepción”.
Tener hijos “tarde” es el resultado hasta cierto punto lógico de de una trayectoria de vida que se estructura de forma concreta: finalización de los estudios, logro de una situación laboral estable y de un cierto capital de experiencia profesional, disfrute de un tiempo de consumo y realización personal, consolidación de una situación económica que permite hacer frente a inversiones importantes como la compra de una vivienda y, finalmente, la formación de una familia con la llegada de los hijos.
Decidir el momento adecuado para gestar una nueva vida depende de múltiples variables que se relacionan con la perspectiva que la propia mujer asume en el transcurso de su vida; “por ello es importante considerar que la maternidad no es sólo un hecho fisiológico que impacta la vida de las mujeres; es un acto maravilloso que enriquece la vida de la mujer, de su entorno y que, además, contribuye al fortalecimiento de la sociedad”, puntualiza la especialista.
Fuente: www.1tad.net
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