Involucrarse en la crianza de los hijos es hoy una tarea fundamental El hombre tiene derecho de ser incluido en la relación con los hijos sin ser devaluado o subestimado
Mexico D.F., Junio 2013.- Es muy común hablar de la maternidad y de la importancia del cuidado de la mujer durante esta etapa de su vida. Lo cierto es que la maternidad da origen a la paternidad y viceversa: un rol genera el otro, pero este equilibrio no es suficientemente valorado en la sociedad. Son pocas las organizaciones que le han dado un lugar al hombre y han señalado su importancia en el proceso de convertirse en padre: “La relación y el amor que siente un padre por su hijo son tan importantes para su desarrollo integral como lo es la relación con la madre”, comenta la Psicoterapeuta Aleida Guajardo, especialista de TAD (THINK · ACTION · DEVELOPMENT) en Fortalecimiento del vínculo padres-bebés
La paternidad implica una gran inversión de tiempo y de compromiso por parte del hombre. “Culturalmente al hombre se le ha reprimido la expresión de sus afectos, olvidando que ellos también desarrollan un profundo amor por sus hijos, pues aunque el bebé no crece dentro de ellos, se sienten vinculados a través de lo genético: » ¿cómo no lo voy a querer, si es sangre de mi sangre?», solemos escuchar y lo que comunican es precisamente esa vinculación biológica”, comenta la especialista en el tema
No hay reglas establecidas para que indiquen al hombre cómo hacer frente a la paternidad, cada papá va construyendo la relación con su hijo de la manera que entiende. “La presencia del padre tiene un peso invaluable en la vida futura de el hijo (…) se convierte en una figura que rescata, que respalda, que brinda seguridad y estructura al complementarse con la materna” señala la Dra. Guajardo.
El hombre, al asumirse como parte de una familia modifica su propio concepto de masculinidad: se vuelve padre y pareja; lo que le produce profundos cambios psicológicos y emocionales. De ahí que, aún cuando el hombre no puede experimentar lo que la mujer siente al parir, si puede involucrarse más afondo en el proceso de crianza, demostrando que la experiencia no sólo es de la mujer, sino de los dos. “El padre tiene el derecho de que la mujer lo incluya en la relación con los hijos y le permita ejercer su paternidad sin subestimarlo o devaluarlo”, puntualiza la Psicoterapeuta y Presidenta de CIPABE.
Fuente: www.1tad.net
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