Padres, enseñen Religión a sus hijos (20 preguntas)

Los padres, si lo consideran conveniente, deben consultar este artículo con el sacerdote, pastor, rabino o imán, según la Religión que practiquen.

¿Qué es la Religión?

La Religión es el sentido de la vida y una fuente de disciplina que ofrece anclas sólidas, estabilidad social y desarrollo moral, tanto al individuo, como al grupo. La Religión proporciona: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, generosidad, fidelidad, afabilidad y disciplina. Es una exigencia de la razón, de la justicia y de la paz.

¿Para qué sirve la Religión?

La Religión sirve para creer y confiar en Dios y en el prójimo. La Religión no es algo decorativo u ornamental, significa elegir a Dios. como el criterio básico de la vida. Es el conocimiento teológico, que añade una dimensión trascendente a la vida moral de la humanidad.

¿La Religión es para estar pidiendo continuamente cosas a Dios?

La religión es, para amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. No es correcto el estar siempre pidiendo y nunca dando. A Dios se le pueden dar muchas cosas: A través de un buen comportamiento personal y acciones a favor del prójimo. “Manos que no dais, que esperáis”.

¿Por qué los padres tienen que enseñar Religión a sus hijos, de acuerdo a sus edades, características y circunstancias?

Los padres no pueden dejar a los hijos, que empiecen a aprender los conceptos religiosos, cuando ellos quieran o cuando lleguen a la mayoría de edad. Estamos en una época donde casi todas las sociedades son laicas y muchas de ellas son laicistas, es decir, que legislan y actúan en contra de la religión. Los padres están obligados a darles formación religiosa, escolar, familiar y social, desde que son muy pequeños, desde que están en la cuna.

¿Ayuda la Religión a que los hijos sean más felices?

Los hijos son mucho más felices, cuando han desarrollado un fuerte sentido del valor religioso y personal. Se dan cuenta que sus vidas tienen un mejor y mayor significado, lo que les permite desarrollar más en profundidad su espiritualidad, y mantener mejores relaciones con sus familiares, amigos y sociedad. Los hijos con mayor formación religiosa, son más sociables y menos tímidos.

La religiosidad, la espiritualidad, la felicidad, el temperamento y las relaciones interpersonales, mantienen una conexión muy estrecha, entre en los hijos que tienen una buena formación religiosa y se mantienen practicantes en rezar, meditar, asistir a los actos religiosos, etc. El valor personal, la alegría de vivir, la importancia de la amistad, la bondad, el altruismo, el voluntariado y la caridad, son virtudes y valores humanos, que se incrementan con las prácticas religiosas.

¿La enseñanza religiosa tiene que ser igual, para todas las edades y circunstancias?

Los padres tienen que ir adaptando las enseñanzas, según sus edades físicas, mentales y circunstancias reforzándolas o añadiendo nuevas, a medida que los hijos vayan creciendo en edad, conocimientos y responsabilidades, siempre de acuerdo a sus características y conveniencia en cada caso.

¿Dónde debe enseñarse la Religión?

1.     La Religión da a la vida una nueva perspectiva y un horizonte más amplio, haciéndola más humana y capaz, de generar una sociedad más solidaria y llena de esperanza.

2.     La Religión debe enseñarse, principalmente, dentro del hogar familiar, y complementarse en la escuela, Iglesia y organizaciones religiosas.

3.     La Religión es un elemento esencial de la experiencia y educación humana, sobre el significado de lo sagrado.

4.     La Religión es una ciencia, que como tal, tiene derecho a estar en el currículo escolar y formar parte de la dimensión educativa de la escuela, debido su fuerte nexo de unión entre educación, formación y religión.

5.     La Religión es una materia estudiada, por un gran número de ciencias: La Historia de las religiones, la Psicología de las religiones, la Sociología de las religiones, la Fenomenología de las religiones, la Filosofía de las religiones y la Teología, entre otras.

6.     La Religión no aísla a las personas que la practican. Al contrario, les da un sentido de pertenencia y comunidad, que nada ni nadie puede igualar.

7.     La religión no se impone, se persuade, aunque se deba amar a todas las religiones, pero enamorándose de la propia.

8.     La Religión por su pluralismo confesional actual, tiene que estar presente y ser enseñada de manera concertada y armonizada, con los diversos grupos de alumnos y en todos los foros de la sociedad.

9.     La Religión verdadera exige entre otras cosas, la práctica de las virtudes y valores humanos.

10. La Religión, sin ninguna excusa, debe ser enseñada por los padres, debido al derecho irrenunciable que tienen, de educar a los hijos, según las propias convicciones morales y para que no corran el riesgo, de perderse el tesoro más preciado de la humanidad.

¿Se puede medir la formación que reciben los hijos en Religión?

          Esta formación no se puede medir, pero se podrán observar posteriormente, los resultados de su educación religiosa, su nivel de felicidad, espiritualidad, religiosidad, caracteres y temperamentos, según el modo de vida y las acciones que realicen los hijos. Algunos padres creen que la Religión enseñada a los hijos, se puede medir como los exámenes de matemáticas, que les hacen en la escuela o en el colegio.

          Tampoco se puede medir la calidad y cantidad de enseñanza, que los padres han realizado en materia de buenos modales, comportarse en la mesa, saber obedecer a la primera, ser puntuales, ordenados, educados, etc. Es decir, saber vivir de acuerdo a las virtudes y valores humanos. Eso se ve en los resultados a plazo corto, medio y largo. No hay un examen normalizado, para determinar cuánto saben los hijos sobre religión, moralidad, amor al prójimo, etc. La vida es la que se encargará de aprobar o suspender a los hijos, en función de sus conocimientos de Religión y su práctica.

¿Está decayendo la Religión en la población mundial?

Los que no practican ninguna religión y los laicistas, que son los que atacan a toda clase de religiones, son los que más pregonan, que la Religión está muerta y que va camino de desaparecer. Lo hacen para justificarse a sí mismos, aun a sabiendas, que eso no sólo es incierto, sino que la Religión a nivel mundial, tiene cada vez más practicantes y partidarios, según las diversas estadísticas publicadas.

Pasa lo mismo con los fumadores, alcohólicos, divorciados, hipócritas, abortistas, etc. que se pasan el día diciendo que todo el mundo lo hace, para intentar defender, disculpar y excusar su deformado sistema de vida.

¿Qué son las virtudes y valores humanos?

Las virtudes humanas son disposiciones estables, del entendimiento y de la voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta, según la razón y la Fe. Pueden agruparse en torno acuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Valores humanos son la calidad moral, que mueve a hacer las buenas acciones con convencimiento y firmeza en el arte de vivir.

¿Qué es lo que tienen que saber los hijos sobre Religión, para cuando llegan a cada una de sus edades?

Los padres saben para cada edad, lo que sus hijos deben haber aprendido sobre Religión. Ponen todo su empeño en educarles o enseñarles a que lo consigan y si al final no lo consigue, lo llevan a consultar con los especialistas. Además hay un proceso lógico de aprendizaje de destrezas, que empiezan por saber: Mamar, chupar, llevarse la comida a la boca, gatear, andar, hablar, correr, hacer sus necesidades fisiológicas, leer, escribir, etc.  Es como una escalera, por la que van subiendo peldaño a peldaño. Pero para subir cada peldaño, deben haber afianzado su paso por el anterior. Después irán aprendiendo las siguientes, hasta que lleguen a ser adultos.

¿Qué deben aprender los hijos sobre religión, en cada una de sus diferentes edades físicas y mentales?

Los padres deben enseñar a sus hijos, poco a poco y desde que son muy niños, los conceptos y prácticas religiosas, para que a medida que vayan creciendo, puedan ir consolidando cada uno de los peldaños, imprescindibles en cada edad, para que puedan ir soportando los siguientes pasos, con los conocimientos y prácticas de los pasos anteriores, estudiando bien las Reglas o Mandamientos, los Libros sagrados etc. Primero aprendiendo a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo, como a uno mismo. La religión empieza como costumbre, continua como hábito y termina como virtud.

¿Algunos padres practican con sus hijos, la eutanasia religiosa?

Desgraciadamente, hay padres que aplican a sus hijos la eutanasia a la enseñanza de la religión. Lo hacen por dejadez, incongruencia, desconocimiento, por “el qué dirán” o por la moda, de decir, que los hijos estudien y practiquen la Religión cuando sean mayores o cuando ellos quieran. No se dan cuenta, que los hijos constituyen el presente y futuro de las familias y de las naciones y sin Religión fracasarán.

¿Tienen que esperar los padres, a que los hijos sean mayores para enseñarles Religión?

Ningún padre dejaría de dar de comer a su hijo, llevarle al médico o a la escuela, hasta que el hijo quisiera hacerlo. Pero cuando se trata de enseñar Religión, algunos padres esperan a que los hijos sean mayores, para que ellos decidan si quieren aprenderla o no, pero entonces ya suele ser tarde. No la han asimilado desde la más tierna infancia.

¿La eutanasia religiosa tiene otras implicaciones?

Sin la religión bien implantada en los hogares, no hay ni familia, ni naciones que funcionen. Los niños y ancianos, constituyen el futuro de los pueblos. No atenderles bien a ambos, es una eutanasia encubierta y una eutanasia cultural. A los niños, porque son el futuro de la familia y de la nación y llevarán adelante la historia. A los ancianos, porque trasmiten la experiencia y la sabiduría de la vida, hacia las generaciones anteriores. Laeutanasia religiosa se produce a los ancianos, cuando no se les habla de religión, ni se les deja hablar ni actuar.

¿Cómo y cuándo deben aprender Religión los hijos?

Los hijos aprenden a entender y practicar la Religión, con el ejemplo, que ven en sus padres y con lo que estos les enseñan, desde que están en la cuna, rezando con ellos por sus hermanos, abuelos, papás, familiares y amigos. Tanto al levantarse, como al acostarse, al empezar a comer, al salir de la casa y al entrar en el automóvil.

¿Deja huella el conocimiento de la Religión?

Los principios religiosos adquiridos desde pequeños, se convierten en inamovibles, durante el paso de los años y continuamente salen a relucir, incluso en los difíciles momentos de incertidumbre, próximos a la desesperación. Desde muy pequeños, deben acostumbrarse a rezar junto a sus padres y a verles rezar a ellos, incluso públicamente. Posteriormente llegarán los momentos, en los que les enseñan las oraciones y los signos religiosos, y les lleven a asistir a los actos religiosos y a ir conociendo las bases del Catecismo.

¿Dónde y cuándo deben enseñar los padres la Religión a sus hijos?

A partir de la edad física y mental, que los niños adquieren el discernimiento, los padres deben complementar la educación escolar, con la educación religiosa, en la casa y en la catequesis, donde les prepararán para recibir los conocimientos, prácticas y rituales religiosos que correspondan a sus edades. La edad adecuada física e intelectual, para empezar su formación religiosa, dependerán de la opinión de los padres, del sacerdote, pastor o rabino, según la religión que practiquen sus padres.

¿Se debe enseñar Religión a los hijos, aunque estos no la comprendan?

Los hijos cuando son pequeños, es posible que no comprendan todo lo que les dicen los padres sobre la Religión, pero hay que ir haciéndolo, poco a poco, porque de mayores, si no tienen una sólida formación religiosa, no podrán distinguir lo bueno y lo malo, para elegir libremente lo mejor para sus vidas. Para evitar que caigan en manos, de los que sistemáticamente, se dedican a engañar a los jóvenes, menos formados religiosamente e insuficientemente enseñados, de educación familiar.

¿La Religión debe estar soportada con obras buenas?

La Religión debe estar bien soportada con obras buenas, para que posteriormente conduzca a la práctica de las virtudes y valores humanos, tan necesarios para la formación de las personas, y para poderla tener como ancla cuando crean que todo falla. La Religión siempre se mantiene arraigada firmemente, en el amor y en la vida.

¿Qué sucederá a los hijos que no son educados en la Religión?

Se comportarán como asilvestrados, intolerantes, maleducados, consentidos, enteros, etc. Serán hijos y futuros padres conflictivos, déspotas, violentos, exigentes y tiranos. No distinguirán el bien del mal, en lo que hagan ellos o en lo que hagan otros, entre la virtud y el vicio, entre la moralidad y la inmoralidad. Tomarán demasiados, altos e innecesarios riesgos, y casi siempre de resultados irreversibles.

¿Qué sucederá en las familias, naciones o sociedades donde los padres no enseñen religión a sus hijos?

Hay muchas naciones, donde no existe ni ha existido, desde hace muchos años, la libertad religiosa para que cada familia y cada individuo, puedan practicar la Religión que libremente escoja. Esos países además suelen crear leyes que van, en contra de los más elementales derechos humanos, aceptados mundialmente, así luchar frontalmente contra todas las cuestiones religiosas.

¿Es la familia la verdadera escuela de formación religiosa para los hijos?

1.     Qué confusión para los padres, cuando vean a sus hijos yendo por el mal camino de los perdedores, por no haberles enseñado a practicar las virtudes y valores humanos.

2.     Qué desconocimiento el de los padres, que no trasmiten la Religión a sus hijos, enseñándoles lo mejor para su presente, de dónde les llega su dignidad, ni lo que les deparará su futuro, que esté soportado por la condición del conocimiento y de la práctica religiosa.

3.     Qué error para los padres, que no quieren enseñar la Religión, que demuestra que el hombre, no es el fin mismo del propio hombre, sino que hay una trascendencia hacia un Ser superior.

4.     Qué ignorancia demuestran cuando los hijos, se consideran bien calificados para auto aconsejarse, presumiendo de que no necesitan a nadie que les enseñen, corrijan, orienten en los temas de la Religión.

5.     Qué ineptitud la de los padres que aconsejan a sus hijos “Vive la vida loca”, que vida no hay más que una y hay que vivirla deprisa, o que les enseñan a justificar sus desordenes con el dicho: “Comamos y bebamos que mañana moriremos”.

6.     Qué padecimiento para los padres, cuando ven que los hijos huyen de la realidad, de lo que ocurre a su alrededor y no les preocupa aislarse del conocimiento y práctica de la Religión, aunque eso les suponga soledad, retraimiento, incomunicación, desamparo, etc.

7.     Qué pena da cuando algunos hijos, se acomodan frente a la realidad religiosa, en su indiferencia crónica, en su pereza mental.

8.     Qué triste es cuando los hijos quieran actuar exclusivamente, según su propio criterio, sin querer escuchar la formación religiosa y moral, que enseñan los padres. Algunos se centran en sí mismos, se consideran autosuficientes y solamente hacen caso, a lo que han oído en la calle a cualquier persona.

9.     Qué desgracia es perder la Religión, es perderlo todo. Mucho más que perder la salud, el dinero, los amigos, la posición social, etc.

10. Qué egoísta es fijarse en los defectos, de los que hablan de Religión, y no querer atender a lo que dicen.

¿Cuáles son las 10 mejores formas de enseñar la religión a los hijos?

1.     Enseñarles a llevar una vida espiritual bien dirigida, por personas expertas, que sepan ayudar en los buenos momentos, para mejorarlos y en los malos, para saber pedir fuerzas para superarlos.

2.     Enseñarles a ponerse objetivos realizables, para ir mejorando en conocimiento y práctica de las virtudes y valores humanos, de forma que la religión sirva de ejemplo a los demás.

3.     Enseñarles a profundizar en la formación religiosa y en su práctica, para poder aclarar las propias dudas y en su caso, las que tengan otros. Estar bien preparados intelectualmente y dar buen ejemplo de religiosidad, es fundamental, para que se distinga las personas que aman y practican la religión, de los ateos y agnósticos.

4.     Enseñarles a que las obligaciones religiosas, son en beneficio de los fieles y no están para castigar, sino para disfrutar de ellas, al conocerlas en profundidad y los motivos por lo que existen.

5.     Enseñarles a que se sepan levantar, cada vez que se caen, consciente o inconscientemente. Las personas religiosas, saben que es muy importante no caer, pero también saber levantarse y pedir perdón, con arrepentimiento y firme propósito de la enmienda.

6.     Enseñarles a realizar abiertamente las prácticas religiosas, para que se den cuenta, que la religión está dinámica, activa y vigorosa y que es un honor practicarla. Aunque las cosas íntimas, siempre deben permanecer en la privado.

7.     Enseñarles a rechazar los escrúpulos, que quieren imponer los que no practican la religión y hablan, sobre la hipocresía de las personas con convicciones religiosas, en el caso de que no sean perfectos en todos sus actos.

8.     Enseñarles a ser valientes antes los ataques y desafíos que hagan con la Fe, sin esconderse, huir, ni sentir vergüenza, al contrario: Estar siempre muy orgulloso, de practicar la religión.

9.     Enseñarles a tener una vida intensa religiosa, con los medios espirituales ofrecidos, para poderse sentirse espiritualmente convencidos, fuertes y sanos.

10. Enseñarles y demostrarles, como la religión está cada vez más pujante, aunque tenga muchos enemigos, que la intentan destruir sin conseguirlo. Esto da mucha más fuerza a los que la practican, para seguir profundizando en su conocimiento y en su práctica.

¿Hace ruido el silencio religioso?

La Religión llevada en silencio y con buen ejemplo, también hace un ruido ensordecedor, a quienes ven comportarse a las personas llenas de sentido religioso. La oración, los sacrificios, el ejemplo callado, el buen comportamiento privado, familiar y social, el trabajo honrado, la vida social, etc. hacen mucho, ante las conciencias públicas, incluyendo las de los agnósticos y ateos. Es el silencio que hace ruido.

¿Es la libertad de Religión, un factor de progreso personal y social?

Poder practicar sin restricciones la Religión, es un cambio radical de mentalidad, introducido desde siempre en la cultura, en la libertad y en las costumbres, con independencia del régimen político o el grado de democracia. Es el derecho inalienable de las personas, para su progreso físico y moral.

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