Sir Paul McCartney fue nominado a la Legión de Honor por sus servicios a la música y condecorado en el rango de oficial por el Presidente Francés Francois Hollande recientemente en París.
Inmediatamente me vino a la memoria un video que vi hace años:
-¡Los Beatles queremos superarnos, queremos mejorar nuestra música! –así lo afirmaba Paul McCartney, integrante de Los Beatles, a su regreso de su viaje por la India. Estaban en el pináculo de su fama pero no se conformaban con lo hasta entonces logrado. Y produjeron a continuación –tanto en grupo como solistas- álbumes de excelente manufactura.
Pero centrándonos en la figura de Paul McCartney podríamos afirmar que es un superdotado para la composición musical. Hay canciones que son verdaderas obras maestras y que basta que tome su guitarra –sin mayor acompañamiento- para mostrarnos su natural talento, como son: “Yesterday”, “Michelle”, “Eleanor Rigby”, “And I Love her”, “Blackbird”, “All my Loving”…
En una entrevista que le hizo la revista “Rolling Stone” (marzo, 2012), Paul declara que la célebre canción “Yesterday” le vino a su mente mientras dormía. Así que al despertar, simplemente tomó su guitarra y le añadió la letra.
En efecto, parecería que sus composiciones le vienen de modo espontáneo. Muchas veces son temas de la vida cotidiana: como subir a un autobús a toda prisa en la mañana para llegar a tiempo al trabajo (“Un día en la vida”), las aventuras de una banda de barrio (“El escape de la banda”), las visitas de los familiares a su casa (“Déjenlos pasar”), los apuros de una madre de familia numerosa por sacar adelante a su prole (“Lady Madonna)…
Paul pertenece a una familia católica de Liverpool. Su influencia cristiana se adivina en muchas de sus canciones. Por ejemplo, en “Todo lo que necesitas es amor” es una respuesta –suya y de su inseparable mancuerna para componer, John Lennon- ante el ambiente belicista de algunas naciones y las guerras que la humanidad había sufrido: La Primera y Segunda Guerra Mundial, Corea, Vietnam, Medio Oriente, Irlanda del Norte… Ellos proponían al mundo que la solución era el diálogo, la reconciliación mediante el mutuo acuerdo pacífico, el amor, la concordia, la paz…
En la canción “Hey, Jude”, Paul la escribió para consolar a un niño que sufría de un trauma emocional por el divorcio de sus padres. “No te deprimas, mejor toma una canción triste y cántala más alegre. Así comenzarás a ver la vida de un modo más positivo”, le dice al pequeño.
Los versos dichos en su melodía “Déjalo Ser”, Paul anima a los que se sienten abatidos, cansados y les levanta el ánimo afirmándoles que “Habrá una solución a sus problemas”, “Que habrá al final una luz que ilumine sus caminos y que brillará por siempre”.
Ahora que se cumplen los 50 años del lanzamiento de su primer éxito internacional “Ámame”, es sorprendente la vitalidad de este cantante. Paul ha cumplido ya 70 años y en sus conciertos sigue dando tonos altos cuando canta (porque algunos compositores de esa edad, más bien recitan sus melodías, como Bob Dylan), pero él se mueve, grita en el escenario como un jovencito.
En las presentaciones que ha tenido en México vemos cómo se entrega completamente a su auditorio y es capaz de pasarse un buen número de horas bailando y animando durante su “show”.
Es impresionante ver su presentación en la Plaza Roja de Moscú, de hace pocos años, cuando cantó “Regreso a Rusia”, los miles de asistentes se sintieron como “electrizados”, brincando, siguiendo la melodía y coreándola a todo pulmón.
Sabe cómo conectar con su público. En nuestra ciudad capital, bromeaba llamándoles a sus fans “chilangos” y pronunciando algunas frases en español.
Es ampliamente conocido el hecho que la Reina Isabel II lo nombró Caballero de la Gran Bretaña y, entre otras cosas, le pidió que organizara los festejos de música pop tanto de sus cincuenta (2002) como sus sesenta años (2012) como soberana.
Sobra decir el éxito que tuvieron, lo mismo que su presentación en la inauguración de los recientes Juegos Olímpicos en Londres, haciendo que el público coreara su clásica composición, “Hey, Jude”.
Sin duda, Paul McCartney se ha convertido en una leyenda viviente de la música popular y llama la atención cómo sus melodías gustan al público de todas las generaciones.
Además, ya anunció –como parte de los festejos de su medio siglo como artista- que en breve lanzará un nuevo álbum musical, es decir, ¡su vitalidad es imparable! Por ello considero de justicia que el gobierno francés le haya otorgado esta importante distinción de nominarlo a la Legión de Honor, no sólo por su música, sino por su contribución a la cultura popular contemporánea.
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