De acuerdo al diccionario, la palabra “esquizofrenia” se denomina como: “Desorden psíquico característico por la incoherencia mental”. Y en el lenguaje coloquial, se define como aquella persona cuyos actos no corresponden a la realidad. Supongo que todos los lectores habrán visto la película “Mente Brillante” donde el protagonista, que en la vida real, era un catedrático y un genio investigador de matemáticas que acabó recibiendo el Premio Nobel por su teoría de los conjuntos. Pero, simultáneamente, tenía episodios súbitos de su vida en que creía que era un agente secreto con misiones concretas de espionaje que debía realizar.
Desde los recientes daños causados en el territorio nacional por varios huracanes, ciclones, intensas lluvias (muchísimo más copiosas que las normales), yo no recuerdo un desastre similar que ha afectado a gran parte del país. Desde Oaxaca por todo el noroeste hasta Sonora. El huracán que daño la zona de Guerrero y Jalisco salió al Pacífico, tomó más fuerza, y se estrelló de lleno contra Sinaloa, particularmente Culiacán, y de allí se siguió a Chihuahua y Durango. Por la parte del Golfo, están pidiendo urgentemente ayuda los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco; del centro, se encuentran afectados el Estado de México, la Sierra de Puebla, Michoacán, Hidalgo…La verdad es que no recuerdo a un conjunto de huracanes, ciclones y trombas que hayan golpeado y afectado tan severamente a nuestra nación.
¿Y qué hacen nuestros legisladores, políticos y maestros? Seguir con sus miopes objetivos y, así, las manifestaciones del CNTE no han cesado en la capital trastornando el tráfico y, sobre todo, la economía del Distrito Federal. Si en Oaxaca la mayoría de las poblaciones están muy afectadas, ¿no sería lo correcto que si a los profesores de verdad les interesaran sus alumnos, sus familias y las escuelas donde dan clases, que estuvieran concentrados en ayudar a sus paisanos? Sin duda, se ganarían al aprecio y el reconocimiento en sus pueblos.
Por otra parte, Ernesto Cordero, senador del PAN, hace una declaración controvertida acerca de que su partido no avalará la reforma hacendaria. Y, no sé qué hilos manejó, pero aparece su declaración muy destacada en la parte superior, acompañado de una gran fotografía y con la sonrisa típica del político que está como “ausente” de la tragedia que está viviendo nuestro país (“El Universal”, primera sección “Nación”, pág. A 12) y él va únicamente tras su consigna, como tantos otros personajes de diversos partidos políticos. Me recuerda cuando el exPresidente Bush se pasó una semana de vacaciones en Florida, sin acudir a la tremenda desgracia que había ocurrido en Nueva Orleáns, y fueron los medios de comunicación, los que le hicieron ver esta grave omisión.
Mismo caso de Andrés Manuel López Obrador que, según sus palabras: “sigue en permanente campaña para lograr ser Primer Mandatario de la República porque afirma que le han arrebatado la presidencia en dos ocasiones”. Lo escuché, en una carpa de la plaza de Coyoacán hablando de que hay que desenmascarar lo del FOAPROA, que el petróleo es nuestro, que él desde hace mucho que debería de haber ocupado la silla presidencial pero que los enemigos del progreso de México le han organizado un “boicó” y lo han bloqueado continua y constantemente, pero que él seguirá con su lucha… (¿Les suena conocido este discurso? ¿Hay algún elemento nuevo?) Si la frase de campaña que lo llevó a la Jefatura del Distrito Federal fue “Primero los Pobres”, ¿acaso no debería de estar recorriendo ahora mismo zonas afectadas y llevando el apoyo de su “Movimiento político MORENA” y que se dice tan interesado por las causas sociales del pueblo?
Por su parte el senador Mario Delgado Carrillo y otros legisladores insisten en que hay que legalizar la mariguana porque la prohibición de las drogas es la causa prioritaria por la que se genera la violencia en nuestro país. En primer lugar, carece de todo fundamento científico esa afirmación ya que se ha demostrado ampliamente los daños que provoca la mariguana en el cerebro y en el organismo y muchas veces son irreversibles. En segundo lugar, ¿qué no hay otros temas más importantes y urgentes que analizar, redactar proyectos de ley y estudiarlos a fondo? Lo que se ve claramente es que la ONU, la OEA y otros países como Suecia, Estados Unidos bajo el gobierno de Obama están presionando a nuestro país para que se legalicen todo tipo de drogas. Porque ésa es la estrategia, primero buscar que se legalice la mariguana, y a continuación, todo tipo de drogas. A estos señores legisladores, les pregunto: ¿No fueron ustedes elegidos para atender y servir al pueblo y a sus necesidades apremiantes? ¿Por qué no van a las serranías de Oaxaca y Guerrero donde hasta ahora no se hace un detallado recuento de los daños por las carreteras destrozadas y de millones de compatriotas que requieren con urgencia todo tipo de ayuda que requiere un ser humano para subsistir? Centrar su esfuerzos, en estos trágicos momentos, en promover la legalización de la mariguana, ¿no es esto una especie de “esquizofrenia política”? ¿O es que les interesa más, que a su propia Patria, ser fieles y obedientes a las indicaciones de la ONU, OEA, etc.?
No soy del PRI, pero reconozco que el Presidente Enrique Peña Nieto, desde el primer día que se supo la noticia de la catástrofe en casi todo el país, ha estado, como suele decirse, “al pie del cañón”, acudiendo, día con día, a las regiones más afectadas, lo acompañan miembros de su gabinete, funcionarios públicos y personalidades Militares.
El Primer Magistrado de la Nación va escuchando y recogiendo las necesidades de la gente. Una señora de pedía con lágrimas:
-Le pido que la ayuda que nos mande Usted, que por favor se nos entregue en mano, porque si la entrega a intermediarios, nunca nos llegará. Ésa ha sido la historia de siempre.
-Le prometo que se les entregará en mano. Tomo muy en cuenta esto que me pide.-le contestó el Presidente.
Me parece de justicia, hacerle también un reconocimiento a las Fuerzas Armadas de nuestro país y a todos los servidores públicos que están trabajando arduamente: salvando vidas, recogiendo niños deshidratados, llevando a familias enteras a albergues, brindando atención médica a los muchos que lo necesitan, rescatando a ancianos y trasladándolos en camiones o helicópteros a sitios donde se les atienda bien y tratando de coordinar y organizar la entrega de alimentos a los damnificados.
Lo que hemos estado viendo por televisión en reportajes de TV, después de la catástrofe, son muy dolorosas. Me comentaba un doctor amigo mío, de clase media:
-Me afectó mucho una escena que vi de unos niños que se echaban clavados para poder sacar objetos de su casa inundada por el agua: sillas, herramientas, latas…Y la madre comentaba con desesperación: “De que nos sirven tener la leche en polvo si no tenemos mamilas para alimentar a los bebés”.
Este médico me dijo:
-Yo me fui de inmediato a ver a mi compadre y le comenté lo que había visto en la televisión y le dije: “Hoy más que nunca nos necesita la gente de Acapulco. Les urge tener mamilas para los bebés”. Saca tus ahorros –yo ya los saqué- y vamos a comprarles eso, pero que sean de buena calidad, que les funcionen bien. Y los entregamos al acopio de alimentos de la Cruz Roja de Polanco.
Para este médico supuso un sacrificio económico, lo mismo que a su compadre, pero tuvieron la generosidad de privarse de otros bienes para ayudar a esos bebés. Muchas personas, familias, centros educativos, universidades… se han unido para llevar ayuda a los centros de acopio. Sé también que muchas instituciones de beneficencia se están reuniendo frecuentemente para ir organizando planes de ayuda eficaces y realistas.
Ante este desastre nacional, pienso que lo que más urge es UN PLAN DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL en que el Presidente, su gabinete, cada uno de los gobernadores y los partidos políticos (¡a ver si con esto, por fin se unen!) para trabajar coordinadamente por el bien de nuestra Patria.
Que estudien y se pongan metas de corto, mediano y largo plazo porque hay daños muy severos como la caída de puentes en supercarreteras, la construcción de miles de viviendas, la reconstrucción de hospitales, de escuelas, un sistema de abasto alimenticio, un plan de prevención contra posibles enfermedades que pueden sobrevenir, un estudio profundo de la situación agrícola nacional para decidir, si algunos agricultores todavía pueden volver a sembrar y recuperar sus cultivos con ayuda gubernamental, o seleccionar qué semillas se requiere importar para evitar un desabasto en la alimentación básica de nuestro pueblo.
Y que todos nuestros políticos, legisladores y maestros; lo mismo que los empresarios, centros de asociaciones empresariales, ONG’s, asociaciones de ayuda filantrópica y social trabajen en forma armónica para ayudar con eficacia a tantos millones de compatriotas nuestros que se encuentran sin casas, sin alimentos, sin medicinas, sin ropa, sin escuelas…. Lo que menos quiere escuchar la población afectada son “discursos enrollados”, “promesas incumplidas”, “palabras sin acciones”. Los mexicanos quieren de verdad: hechos, realidades y ayudas prácticas.
Pienso que de un gran mal nacional, como ha sido está catástrofe que ha devastado muchos estados, se puede lograr un enorme bien: que los mexicanos unidos solidariamente, trabajemos por un mismo bien común, como es la reconstrucción de nuestra Patria (Fuente: www.yoinfluyo.com).
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