Propiedad y Pobreza: Erradicar la marginación

El 17 de Octubre es el día señalado por Naciones Unidas como el día mundial para la erradicación de la pobreza.

Por: Javier Lizarzaburu

El economista peruano Hernando de Soto, presidente del prestigioso Instituto Libertad y Democracia de Lima, lanzó hace casi 20 años una propuesta que sigue generando atención: que la opción para salir de la pobreza consistía en otorgar títulos de propiedad a los pobres. BBC Mundo conversó con él.

Se cumplen 20 años desde que usted lanzó lo que en ese momento fue un análisis novedoso: que una de las principales opciones para salir de la pobreza era la titulación de propiedad. Dos décadas después, ¿Qué piensa usted de esa hipótesis original?

Bueno, que está en marcha. No tan rápidamente como nos hubiese gustado. Pero está en marcha. Cada vez los organismos financieros internacionales dan más presupuestos hacia estos fines.

El Perú ha logrado incorporar cerca de 2 a 2 y medio millones de personas que estaban fuera del sistema legal. No solamente en cuanto a sus terrenos, sino en cuanto a sus negocios y empresas. Están algo más integrados al sistema legal.

La consecuencia de esto ha sido un crecimiento aproximadamente de 5% en los últimos 15 años, en un Perú que no había crecido del todo en los 20 años anteriores.

¿Usted sigue creyendo firmemente que la solución principal para salir de la pobreza en los así llamados países en desarrollo, es la titulación de tierras?

Siempre se confunde. Creo que se resume lo que nosotros decimos por titulación. Pero en el fondo es muchísimo más. Le explico.

La titulación siempre ha habido. Lo que no ha habido es buena titulación. En otras palabras, la solución es que la gente administre las cosas de las cuales son dueñas. Que son terrenos, que son animales, que son máquinas, que son empresas, que son contratos, que son créditos, que es la creación de capital dentro del sistema legal. Ese es el mensaje.

Entonces, si todo eso se hace dentro del sistema legal, las personas van a poder hacerlo con mucha mayor seguridad y al mismo tiempo existirán aquellos instrumentos que permiten acrecentar y capturar el valor de las transacciones económicas.

La titulación en sí sola, no significa nada.

¿Qué piensa usted cuando sus críticos dicen que su visión de los pobres es exageradamente positiva, en el sentido que, según ellos, usted cree que todos los pobres quieren ser pequeños empresarios y que todos estarían ansiosos de participar en una economía de mercado?

Me gustaría ser más generoso con mis críticos porque al serlo parezco una persona tolerante, amable y por lo tanto más respetable. Pero lo cierto es que no les tengo mucho respeto porque si dieran el tiempo de ver qué está ocurriendo en el mundo, se darían cuenta que los pobres son sumamente empresariales.

Entonces yo no comprendo de dónde viene esta idea de que el Tercer Mundo no tiene capacidad de juntar recursos, de hacer acciones y que más bien tiene que ser sometido a la caridad.

Con los 20 años de visión y reflexión que le da desde que usted publicó su primer libro, El Otro Sendero, ¿Cuál es el elemento principal en América Latina que usted puede identificar como el mayor obstáculo para salir de la pobreza?

El mayor obstáculo para salir de la pobreza, son sistemas legales que no ayudan a la gente pobre a juntar recursos.

Se necesitan varias cosas para hacer cualquier cosa. En otras palabras, la riqueza sale de la posibilidad de combinar cosas. Y la posibilidad de combinar cosas resulta posible y cada vez más eficiente si los derechos de propiedad sobre las cosas están tan bien definidos que los contratos pueden ser claros y que las transacciones entre propiedades se vuelven cada vez menos costosas y más eficientes.

Entonces qué es lo que pasa con la pobreza, que los pobres que trabajan arduamente no pueden rápidamente hacer ningún negocio porque la mayor parte de la gente con la que tratan son ilegales y no los pueden identificar, no pueden saber cuál es su reputación.

Si son engañados no saben como enjuiciar. Y no tienen siquiera el derecho de presentarse ante el estado porque no son legales y no son reconocidos por la ley.

El mayor, el mayor obstáculo contra la creación de riqueza en América Latina, como en cualquier parte del mundo, son los pésimos sistemas legales que los gobiernan. 

 

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